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Creado 07/02/2008 - 23:13 Por amoreno

(1977), Mujeres en lucha, el movimiento feminista en España.

Mujeres en lucha, el movimiento feminista en EspañaMujeres en lucha, el movimiento feminista en EspañaAnagrama. Barcelona. Páginas: 221. ISBN: 84-339-1303-4

El nacimiento del actual Movimiento Feminista en España puede situarse en la celebración de las I jornadas por la Liberación de la Mujer, en diciembre de 1975. Aunque sólo a partir de entonces se empezó a aceptar la legitimidad de las reivindicaciones de las feministas, este libro demuestra que su actividad es muy anterior y, además, que la rebelión feminista bajo el franquismo ha tenido que dirigirse no sólo contra el poder sino también contra la oposición política y sindical.

Este trabajo quiere ser una primera aproximación a la Historia de la rebelión de las mujeres durante estos cuarenta años de franquismo, que ha culminado en el actual movimiento feminista.

Con el fin de que sirva no sólo de información sobre la situación actual del feminismo y sus antecedentes, sino especial mente de base de discusión sobre las distintas tendencias más o menos configuradas en la actualidad, lo he dividido en tres partes:

En la primera explico el desarrollo de los diferentes grupos desde un punto de vista forzosamente subjetivo.

A fin de compensar este subjetivismo, y para que la lectora o lector puedan formar su opinión sobre las distintas posturas a partir de lo que cada grupo dice de sí mismo, en la segunda parte he recopilado los principales documentos de algunos de ellos.

Finalmente, he elaborado una cronología de los acontecimientos más destacados de nuestra Historia.

Quiero agradecer la colaboración de todas las compañeras que me han aportado datos, materiales, opiniones y críticas. Ellas son, en buena parte, coautoras de este trabajo.

AMPARO MORENO

Barcelona, abril de 1977

Primera parte: apuntes para una historia de la rebelión feminista bajo el franquismo

INTRODUCCION

El Movimiento Feminista ha conquistado ya en la actualidad una presencia pública y un peso específico en todo el Estado español, a pesar de todo y a pesar de todos. A pesar del franquismo, que ha puesto todos los medios a su alcance para subyugar a las mujeres y acallar sus voces de protesta. Y a pesar, también, de quienes se han opuesto al franquismo, la oposición política y sindical en pleno, que en lo que respecta a la mujer (más de la mitad de la población) se ha limitado a reproducir los intereses y la ideología de la clase dominante.

La historia de la lucha feminista bajo el franquismo es, pues, la historia de la rebelión de las mujeres contra el sistema político, económico y social impuesto y contra las condiciones de especial explotación y opresión de la mujer durante estos años. Pero también la historia de la rebelión contra las pautas que la oposición ha querido marcar a las mujeres: a todas las mujeres en general, a las que sólo ha sabido ofrecer como objetivos políticos aquellos que están de acuerdo con el papel de ama de casa que el sistema les asigna (apoyo a los hombres, cesta de la compra, escuelas, etc.); a las militantes de partidos u organizaciones políticas y sindicales, aceptando de buen grado su participación en la lucha política general (con frecuencia en tareas subalternas), pero olvidando siempre las discriminaciones específicas que sufren como mujeres y las causas que las hacen posibles; a las esposas, madres, hermanas, compañeras de los hombres militantes, a las que ha mantenido como excelentes reposos de los guerreros de izquierdas; a las feministas, cuyas voces ha procurado silenciar, a veces ridiculizándolas siguiendo los tópicos generados por el franquismo, a veces acusándolas de distraer la atención de los problemas más serios y urgentes.

Es, por tanto, una historia compleja, sinuosa, silenciada por todos, hoy por hoy poco clarificada y que es necesario que tratemos de recuperar. Sólo así podremos tomar conciencia clara de las dificultades y trampas con que puede toparse la lucha por la liberación de la mujer y procurar que el potencial revolucionario de las mujeres no quede al servicio de intereses que nos sean contrarios.

Dada la realidad en que se ha desarrollado la rebelión de las mujeres durante estos años, conviene distinguir dos niveles:

  • La participación de las mujeres en la lucha política general, como militantes o como compañeras de los militantes, pero sin cuestionar ni oponerse claramente al papel que el franquismo ha impuesto a la mujer.
  • La rebelión específica de las mujeres, en contra de las condiciones en que la sociedad nos sitúa como ciudadanas de segunda y seres referidos y supeditados al hombre.

Este trabajo se centra en este segundo nivel (es decir, no recogemos todas las acciones y luchas en que han participado las mujeres), aunque éste no puede abordarse cabalmente olvidan do el primero, por varias razones:

En primer lugar, porque si partimos de la distinción entre un nivel político y otro feminista no es porque estemos de acuerdo con ella, sino porque históricamente y, en especial durante estos años, se han presentado como opciones paralelas, inconexas, como dos alternativas entre las que había que elegir, a partir de un incorrecto esquema de prioridades cuyo objetivo primero y último era incorporar a las mujeres a la lucha por el bien político general, marginando siempre sus reivindicaciones y despreciando su explotación específica. Nos parece también necesario señalar esta diferenciación para clarificar, así, lo que es o intenta ser el feminismo de lo que ha sido y es mera utilización política de las mujeres.

Además, en la práctica, ambos niveles, ambas opciones, no pueden separarse tan tajantemente: la incorporación de las mujeres a la lucha política general, aun en acciones de solidaridad con las protagonizadas por los hombres, supone, eh sí misma, un primer acto feminista en cuanto contradice el papel tradicional pasivo asignado a la mujer, y esto a pesar de que con frecuencia estas mujeres no han tomado conciencia de su rebelión feminista, e incluso se han declarado y se declaran contrarias al feminismo. Algunas de ellas han llegado a planteamientos feministas al constatar que sus esfuerzos por estar a la altura de los hombres en el trabajo asalariado y en la actividad política resultaban estériles, pues seguían sufriendo una serie de discriminaciones específicas, discriminaciones que se daban en el seno mismo de las organizaciones políticas y sindicales. Y, en general, las mujeres con una clara conciencia feminista, conscientes de que la liberación de la mujer sólo podrá lograrse con un cambio social revolucionario, han mantenido un compromiso político, militando o no en partidos, organizaciones sindicales, movimientos de masas diversos, etc.

Importa señalar también que si bien el feminismo a partir de 1939 ha sido combatido desde la derecha y desde la izquierda, y sólo recientemente, ante el auge que está tomando, se admite su legitimidad histórica y revolucionaria (aunque todavía con reservas), la rebelión feminista no es un fenómeno nuevo con un par de años de existencia (basta consultar la Cronología de este libro) sino que tiene una tradición no por desconocida y olvidada menos importante. Una tradición en la que cabría señalar tres etapas:

  • La primera, hasta finales de los años sesenta, en la que la bandera del feminismo es enarbolada fundamentalmente por mujeres a título individual que, a través de artículos en la prensa, libros, conferencias, se esfuerzan por denunciar la situación de la mujer.
  • La segunda, de mediados de los años sesenta a mediados de los setenta, en la que las mujeres empiezan a organizarse colectivamente: unas como frentes femeninos de partidos de la oposición, otras con planteamientos claramente feministas, surgiendo contradicciones y enfrentamientos entre ambas concepciones, y otras, finalmente, con fines muy específicos: mujeres universitarias, juristas, separadas, etc.
  • Finalmente, a partir de 1975, Año Internacional de la Mujer, y sobre todo de las 1 Jornadas por la Liberación de la Mujer celebradas en Madrid en diciembre de aquel año, se empiezan a sentar las bases de un movimiento feminista que llegue a la mayoría de las mujeres y van surgiendo diversos grupos y tendencias feministas.

Así pues, la i de lo que en la actualidad podemos englobar como Movimiento de Liberación de la Mujer en el Estado español, no puede trazarse ni comprenderse sin hacer referencia a las organizaciones y luchas de grupos de mujeres anteriores al Año Internacional de la Mujer. Los problemas que tiene este recién nacido Movimiento están en gran parte condicionados por estas experiencias. Por ello, hablaremos aquí de las organizaciones de mujeres, feministas y no feministas, si bien nos centraremos en las que han podido sentar las bases o tener más incidencia en la configuración del feminismo actual.

Además de los grupos que se citan, han existido y existen otros, pero se omite hablar de ellos, bien por considerar que su aportación al actual Movimiento de Liberación de la Mujer es ínfima, bien -razón también muy probable- por falta de cono cimiento de su tarea. Por lo que agradeceríamos cualquier rectificación o aportación a este trabajo, que presentamos tan sólo como unos apuntes para una historia de la rebelión feminista bajo el franquismo, y no por tópica modestia sino porque realmente, hoy por hoy, dadas las condiciones de clandestinidad en que hemos vivido durante estos cuarenta años, y las más específicas en que se han tenido que desarrollar los grupos de mujeres, no es posible elaborar una historia definitiva de la lucha de las mujeres y su culminación en un movimiento feminista, sino que es necesario tratar de recuperar poco a poco nuestra historia a partir de aportaciones siempre abiertas a críticas, rectificaciones y nuevas informaciones.

Otra cuestión que importa aclarar antes de seguir: el término Movimiento de Liberación de la Mujer sólo puede utilizarse en la actualidad para englobar todos los grupos de mujeres que, de una u otra forma, están interesados por esta problemática pero, en propiedad, todavía no puede hablarse de un Movimiento de Liberación de la Mujer definido, clarificado, mínimamente estructurado (aunque algunos grupos se autocalifiquen así). Hoy, dentro de lo que podemos considerar como Movimiento de Liberación de la Mujer en el Estado español, existen tendencias y grupos muy diversos, unos más definidos que otros, algunos ni siquiera clara mente feministas. Y estas tendencias empezaron a dibujarse en las 1 Jornadas por la Liberación de la Mujer.

Capítulo 1 - Una fecha clave: las primeras jornadas por la liberación de la mujer

Durante los días 6, 7 y 8 de diciembre de 1975 se celebraron en Madrid las I Jornadas por la Liberación de la Mujer, a las que asistieron unas quinientas mujeres de distintos lugares del Estado español (Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Santander, Valladolid, Alicante, Málaga, etc.), la mayoría en representación de grupos de mujeres diversos que funcionaban entonces, otras a título individual. Estas Jornadas pueden considerarse como el primer paso hacia el desarrollo de un amplio movimiento feminista en España.

Era el Año Internacional de la Mujer y, desde que éste fuera proclamado por las Naciones Unidas, partiendo de diferentes perspectivas se pretendió por una parte dar una réplica a las posturas oficiales protagonizadas por la Sección Femenina y, por otra, utilizar el ambiente de discusión pública sobre la problemática de la mujer que la convocatoria de tal año suscitaría, con el fin de denunciar las discriminaciones de la mujer y de fomentar las organizaciones de mujeres para luchar por sus propias reivindicaciones. Las Jornadas de Madrid significaron la culminación de los trabajos realizados durante aquel año, fruto de la trayectoria seguida por organizaciones de mujeres que funcionaban desde tiempo anterior y por otras creadas entonces.

Estas primeras Jornadas tuvieron lugar -es importante tener lo en cuenta- cuando habían transcurrido dieciséis días de la muerte de Franco, y once días desde que el primer Gobierno de la Monarquía decretase un indulto en lugar de la amnistía general reclamada por la oposición democrática, indulto que decepcionó las esperanzas que la oposición había depositado, con mayores o menores recelos, en el paso del franquismo al juancarlismo. En el ambiente político general, pues, un tema primordial: incrementar las luchas por la reivindicación de la amnistía general para los condenados por delitos políticos y sindicales.

Como era lógico, tras cuarenta años de no discusión colectiva de la problemática de la mujer, en estas Jornadas surgieron los enfrentamientos más elementales entre las distintas formas de entender cómo y con qué objetivos debían organizarse las mujeres. Dado que se celebraban en Madrid y en la ilegalidad, la afluencia mayoritaria era la de las mujeres del Movimiento Democrático (que no hacía mucho se había adherido a la Junta Democrática de España), que entendía que el objetivo inmediato era la con quista de las libertades democráticas y, en aquellos días concretos, ya hemos dicho que el caballo de batalla era la demanda de amnistía general.

Las divergencias comenzaron pronto. El primer día y a primera hora se planteó a las asistentes que, dada la ilegalidad de la asamblea y que en cualquier momento podía llegar la policía y desalojar -y por tanto era imprevisible saber cuánto tiempo podría durar la reunión-, lo más urgente era enviar un telegrama al Rey solicitando la amnistía general. Aquí empezaron las discrepancias. Mujeres de Barcelona, que asistían mayoritariamente a título personal dados los problemas que el incipiente Moviment de Dones (Movimiento de Mujeres) tenía entonces, se opusieron porque consideraban que -aun estando de acuerdo con la petición de amnistía- el objetivo principal de las Jornadas era discutir sobre la problemática específica de la mujer, que nunca se había podido abordar colectivamente, y que si como consecuencia de la discusión se llegaba a la conclusión de que había que enviar el telegrama, se hacía. Por otra parte, feministas de Madrid que se reunían en torno al despacho de la abogado Cristina Alberdi, señalaron que, en caso de pedir la amnistía, las mujeres debían exigir que ésta se extendiera también a los actos considerados delictivos por una legislación que discrimina a la mujer, como adulterio, aborto, anticonceptivos, prostitución, homosexualidad, etc. Esto desbordaba el concepto de amnistía general defendido tradicionalmente por la oposición política, y muchas de las asistentes no comprendían en aquel momento el planteamiento auténticamente feminista de esta reivindicación, hoy asumida por todos los grupos e incluso por muchas organizaciones políticas, al menos de palabra. Es más, algunas negaban que en aquellas Jornadas tuviera que discutirse de feminismo: eran reacias a admitir el término.

En cada debate sobre cualquier tema se producían fuertes tensiones y enfrentamientos, especialmente en torno a las priori a que las organizaciones de mujeres debían establecer, tensiones fruto de la distinta concepción de lo que debe ser la lucha de las mujeres. La situación se agudizó todavía más cuando parte de la Asamblea planteó que el segundo día de las Jornadas, un domingo por la mañana, se suspendieran las sesiones para acudir a la manifestación que algunos partidos políticos habían convocado ante la prisión de hombres de Carabanchel, reclamando la amnistía. Quienes se oponían a tal propuesta argumentaban que la convocatoria de las Jornadas no debía servir simplemente para apoyar la lucha política general; si se decidía participar en la manifestación, la reunión perdía su sentido original pues, para apoyar las reivindicaciones políticas de aquel momento, las asistentes bien podían haberse quedado en sus lugares de origen; además, ¿por qué no se -había pensado en manifestarse ante la prisión de mujeres de Yeserías? Al final se llegó al acuerdo de que no se suspendían las sesiones, si bien quienes quisieran acudir a la manifestación lo harían.

Las discusiones más apasionadas se dieron en torno a las ponencias sobre «Mujer y Familia» y «Mujer y Barrios». No se había previsto ninguna sesión sobre sexualidad -lo cual ya es ilustrativo- por lo que este problema se discutió principalmente dentro de «Mujer y Familia». Para unas, la sexualidad hubiera merecido un debate especial en profundidad y no podía quedarse enmarcada en el ámbito de la familia; mujeres del Movimiento Democrático sostenían, sin embargo, que estos problemas no eran los que más afectaban a las mujeres de las clases populares; se llegó a decir que el problema de los anticonceptivos y el aborto preocupaba más a las burguesas, mientras que las mujeres de los barrios periféricos de las ciudades se sentían más interesadas por la carestía de la vida o los equipamientos sociales. Estas posturas se repitieron al discutir sobre los objetivos de las organizaciones de mujeres en los barrios, qué reivindicaciones debían asumir las mujeres y cuáles afectaban al conjunto de la sociedad, aunque ellas los padecieran más directamente por el papel que se les asigna en el seno de la familia.

El último día se decidió crear comisiones de trabajo para llegar a conclusiones sobre distintos temas, pero estas conclusiones no se podrían presentar definitivamente hasta tiempo después de la celebración de las Jornadas, y no fueron suscritas por todas las asistentes. Hubo enfrentamientos a la hora de de decidir qué comisiones se creaban y sobre qué discutirían, especialmente si debía dedicarse una al tema específico del feminismo, comisión que se creó y en el seno de la cual se debatieron las distintas concepciones.

Todas estas fricciones no respondían a cuestiones anecdóticas, sino que reflejaban problemas importantes de fondo: el principal, si el movimiento de mujeres debía dar prioridad a la lucha política general o a la lucha feminista y las relaciones entre ambos. Entre las partidarias de que el objetivo fundamental del movimiento de mujeres fuera la lucha feminista, algunas entendían que ésta debía ser la forma exclusiva de su participación política.

Empezaban a delimitarse algunas líneas generales del actual Movimiento de Liberación de la Mujer. La del Movimiento Democrático de Mujeres que, partiendo de la base de que la liberación de la mujer pasa por la conquista de las libertades democráticas -como repitieron sus miembros hasta la saciedad-, consideraba que las discriminaciones de la mujer sólo podrían empezar a resolverse en un régimen democrático y que, en consecuencia, el objetivo inmediato de las organizaciones de mujeres era incorporarse, e incorporar a la mujer en general, a la lucha por la conquista de estas libertades. La de las feministas radicales, que se aglutina ron en torno a las abogados Lidia Falcón (Barcelona) y Cristina Alberdi (Madrid) que, basándose en el análisis de que la mujer constituye la clase más explotada de todas, propugnaban la creación de un partido político feminista y que las mujeres militasen únicamente en él, en lugar de colaborar con los restantes partidos que tienen asumida una postura machista. Y finalmente la que dio en llamarse línea Barcelona o tercera vía (1), que se perfilaba más por no aceptar los planteamientos fundamentales de las otras dos que por tener unos principios definidos y coherentes: en general consideraban que la liberación de la mujer sólo sería posible con un cambio de las estructuras políticas, sociales y eco nómicas, con un sistema socialista, pero que estos cambios no llevarían necesariamente a la liberación de la mujer; de ahí la necesidad de una organización feminista autónoma e independiente de los partidos y organizaciones políticas y sindicales que, ya desde entonces, cuestionase el papel impuesto por la sociedad a la mujer y plantease sus reivindicaciones específicas, a fin de que las transformaciones generales se produjeran teniendo en cuenta las necesidades de las mujeres y no al margen de ellas.

Al final de las sesiones, la mayoría de las asistentes aprobaron una resolución política (Documento n.° 9 - I) y decidieron enviar un telegrama al Rey pidiendo la amnistía, protestando por las detenciones habidas durante la manifestación ante la cárcel de Carabanchel, exigiendo la derogación del decreto-ley antiterrorismo y el sufragio universal para poder decidir democráticamente los destinos del país. Las que no estuvieron conformes con este final tan político, elaboraron una nota a la opinión pública explicando sus discrepancias (Documento n.° 9 - II). No se había podido llegar a unas conclusiones definitivas respecto a los distintos problemas que se habían abordado (educación, familia, trabajo, mujer y sociedad, mujer y barrios, mujer rural, movimientos feministas) por lo que durante unos meses se estuvo trabajando en ellas, aprobándose definitivamente en la reunión de la Coordinadora Estatal celebrada el 14 de febrero de 1976, aun sin el refrendo de algunos de los grupos que habían participado en las Jornadas (Documento n.° 9 - III).

Puede decirse que el resultado más importante de aquellas 1 Jornadas por la Liberación de la Mujer fue, por una parte, el haber podido celebrar un primer debate sobre la problemática de la mujer que condujo a una clarificación de posiciones y, por otra, un aumento del nivel de conciencia feminista, aun a pesar de que algunas de las participantes, como hemos dicho, se negaban y se negaron durante algún tiempo a calificar aquellas Jornadas como feministas.


1. La resonancia que había tenido el ciclo de conferencias titulado «Las terceras vías a Europa» celebrado en Barcelona en aquellos meses, y a través de las cuales se presentaron públicamente los lideres de los partidos políticos del Consell de Forces Polítiques de Catalunya, influyó para que la línea sostenida por mujeres de Barcelona que asistían a título individual se calificase de «tercera vía».

Antecedentes

Los antecedentes inmediatos de estas Jornadas son las organizaciones de mujeres que se habían formado durante el Año Internacional de la Mujer con el fin de dar una réplica a la postura oficial respecto a la problemática de la mujer. Pero para entender estas organizaciones (Plataforma de Organizaciones de Mujeres de Madrid, Moviment de Dones de Barcelona, algunos grupos de Valencia, Sevilla, etc.) es necesario analizar otros antecedentes más lejanos y las organizaciones que funcionaban desde tiempo anterior.

Las primeras réplicas feministas al franquismo

Si se repasa la cronología que hemos elaborado, se puede ver que hasta 1975 las actividades feministas se manifestaron a través de tres canales: publicaciones de diversas autoras (artículos en la prensa y libros) sobre la problemática de la mujer o sobre feminismo; algunas asociaciones legales de mujeres con características comunes (mujeres universitarias, mujeres juristas, mujeres separadas legalmente); y organizaciones clandestinas de mujeres vinculadas a partidos políticos de la oposición (Movimiento Democrático de Mujeres, Unión Popular de Mujeres, Mujeres Libres en el exilio sin incidencia en el interior).

Si bien en 1953 nace la Asociación Española de Mujeres Universitarias y en 1960 se constituye el Seminario de Estudios Sociológicos sobre la Mujer en Madrid, hasta entrada la década de los sesenta no puede decirse que el feminismo hubiera saltado a la calle. Las condiciones políticas generales, y especialmente las condiciones en que el franquismo había situado a la mujer, in fluían decisivamente. El Fuero del Trabajo había establecido que el Estado se encargaría de «liberar a la mujer casada del taller y de la fábrica». Pero, aunque esto no llegó a cumplirse, la necesidad de superar la autarquía y de dar paso al milagro español a partir del Plan de Estabilización (1959) y de los Planes de Desarrollo, forzaron al régimen de Franco a olvidar sus planteamientos primeros y dejar vía libre a la incorporación masiva (aunque relativamente) de la mujer al trabajo asalariado. Así, en 1960 se promulga la primera ley feminista del régimen: la Ley de Derechos Políticos, Profesionales y Laborales de la Mujer y del Niño. Esta Ley supuso un cierto avance teórico, en cuanto reconoció que hombre y mujer debían cobrar lo mismo por igual trabajo -cosa que en la práctica no se ha cumplido-, aunque establecía una serie de discriminaciones, algunas de las cuales se han mantenido hasta la Ley de Relaciones Laborales de 1975, mientras que otras todavía perduran: la mujer necesitaba autorización de su marido para trabajar; el marido podía cobrar el sueldo de su mujer; la mujer al casarse podía abandonar el trabajo a cambio de una «dote»; la mujer, aunque cotizara a la Seguridad Social igual que el hombre, no causaba a su marido los beneficios que el hombre causa a su mujer; etc; Poco a poco las mujeres fueron saliendo de sus casas, disminuyó su analfabetismo y participaron más en el sistema educativo, se introdujeron en sectores productivos que hasta entonces les habían sido vetados. Cada vez más mujeres descubrieron que podían ganarse su sustento y tener una vida más autónoma, a pesar de que la mentalidad y las condiciones sociales se oponían constantemente, especialmente cuando tenían hijos.

El cambio en las condiciones internas de España y la revitalización del feminismo en otros países (Estados Unidos, Inglaterra, Francia) propiciaban una cierta atención general a la problemática de la mujer, especialmente en las grandes ciudades como Madrid y Barcelona. María Laffitte, Condesa de Campo Alange, que fundó en 1960 con otras mujeres el Seminario de Estudios Sociológicos sobre la Mujer (que todavía hoy funciona), publicó ya en 1948 La secreta guerra de los sexos, y en 1963, La mujer en España: cien años de su historia (1860-1960). En 1961 y 1962 respectivamente aparecieron sendas obras de Lidia Falcón, abogado de Barcelona, sobre los derechos civiles y los derechos laborales de la mujer, y en 1969 la obra más importante de esta autora, Mujer y sociedad. En diciembre de 1965, la revista Cuadernos para el Diálogo publicó un número extraordinario dedicado a la mujer. Y también a mediados de esta década se traducen, primero al catalán y después al castellano, dos obras fundamentales del nuevo feminismo: La mística de la feminidad, de Betty Friedan, y El segundo sexo de Simone de Beauvoir. Sin duda esta expectación por el tema propició que Edicions 62 encargarse a M. Aurèlia Capmany un estudio sobre La dona a Catalunya y que la editorial Cuadernos para el Diálogo editase el trabajo del Seminario de Estudios Sociológicos sobre la Mujer, Habla la mujer.

El Movimiento Democrático de Mujeres

Las condiciones políticas y la estrategia de los partidos políticos de la oposición había variado y, si bien la represión se mantenía implacable, las movilizaciones que se habían producido contra el franquismo durante la década de los cincuenta y que se incrementarían en los años sesenta hacían posible pensar y trabajar en organizaciones de masas, aun con todas las limitaciones del momento. Lentamente, aunque con dificultades, iba aumentando el número de mujeres que se incorporaban a la actividad política, militando en partidos y organizaciones de masas o apoyando a sus maridos y compañeros. Estas mujeres se enfrentaron con dos tipos de problemas: los que les correspondían por el papel de esposas y madres que la sociedad les impone (apoyo a los presos o a los obreros represaliados) y las propias condiciones de vida de las mujeres.

La coincidencia de muchas mujeres en las visitas a las prisiones de hombres y el interés que pusieron en fomentar que otras mujeres perdiesen el miedo y acudieran a visitar a sus familiares, la necesidad de unirse para enviarles paquetes de ropa o comida y dinero, fomentó la aparición de grupos de mujeres dedicados fundamentalmente a acciones de solidaridad (2). A la vez, algunas de ellas empezaron a plantearse la forma de incorporar al mayor número posible de mujeres a la vida política, y a preocuparse por las condiciones de vida de la mujer.

Así, paralelamente a la aparición de Comisiones Obreras (3), surgen en Barcelona las primeras asambleas de mujeres, que se reunían los sábados por la tarde en diversas parroquias y que dieron lugar a lo que se llamó primero Asamblea Democrática de Mujeres de Sant Medir y después Movimiento Democrático de Mujeres. Estas reuniones las impulsaron en principio mujeres militantes o simpatizantes del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC), aunque participaban también mujeres independientes, algunas de las cuales se integraron en este partido por este canal.

En las asambleas se discutía tanto de problemas específicos de la mujer (control de natalidad), como de cuestiones de política general del momento (las firmas de los tratados con Estados Unidos, la formación de la Taula Rodona y su participación en ella...) y los actos que promovieron estas mujeres iban desde la solidaridad con presos políticos y obreros en lucha, hasta la participación en actos conjuntos con otras fuerzas democráticas que también se organizaban entonces (profesionales, estudiantes, obreros, mujeres) y charlas en los barrios sobre problemas generales o específicos de la mujer. Otro tanto hicieron las mujeres del PCE en otros puntos del Estado (Madrid, Zaragoza, Valencia, Euzkadi, Galicia), y así en 1965 se celebra en Barcelona la I Asamblea General, en la que se constituye el Movimiento Democrático de Mujeres que poco a poco se extendería, con mayor o menor arraigo y duración, a otras zonas.

En un intento por buscar cauces para llegar a un número mayor de mujeres, y creyendo que las agrupaciones de amas de casa -que desde 1963 empezó a propiciar la Delegación Nacional de la Familia- por su legalidad y el número de socias con que contaban podían ser una base idónea, algunas mujeres del Movimiento Democrático se asociaron a estas entidades tanto en Barcelona como en Madrid. No lograron tener ninguna incidencia en la Asociación de Amas de Hogar de Barcelona y provincia, que se había creado en 1965 al amparo de la Ley de Asociaciones de 1964; sólo escandalizar con sus planteamientos democráticos en alguna asamblea general y alertar a sus dirigentes, la mayoría de la Sección Femenina, de su presencia. No tuvieron mejor suerte en Madrid: empezaron a trabajar en la Asociación de Amas de Casa de España -creada en 1963 bajo los auspicios de la Secretaría General del Movimiento y que fomentó en 1968 la Federación Nacional de Amas de Casa-, intentando producir un cambio en su organización vertical, pero en una asamblea general celebrada el 28 de febrero de 1968 en la que plantearon que los cargos no fueran vitalicios y otras cuestiones de funciona miento más democrático, sesenta y tres de las asistentes fueron expulsada la sala por la policía gubernativa que había acudido a instancias de la presidenta y fundadora de la Asociación, doña Ascensión Sedeño, de la vicepresidenta, su hija, y de toda la Junta Directiva. El hecho constituyó un escándalo periodístico, y ante la imposibilidad de conseguir la más mínima democratización crearon la Asociación de Amas de Casa Castellanas y Consumidoras que actualmente cuenta con 24 delegaciones.

Por estas mismas fechas, y siempre buscando una plataforma legal para ampliar sus posibilidades de proyección cívica, mujeres del Movimiento Democrático de Barcelona constituyeron la Sección de Derechos de la Mujer dentro del Departamento de Derechos Humanos de la Asociación de Amigos de las Naciones Unidas. En mayo del sesenta y ocho, y ante un proyecto de ley que la Sección Femenina había presentado a las Cortes, en el que se planteaba la posibilidad de conceder compensaciones económicas a las mujeres que se dedicasen totalmente a las tareas del hogar, enviaron al Presidente de las Cortes una carta avalada por casi mil firmas, oponiéndose a tal proyecto. Este marco legal sirvió también para celebrar una serie de conferencias sobre la problemática jurídica de la mujer.

Pero los distintos planteamientos acerca de cómo debían organizarse las mujeres, con qué objetivos, y qué formas de trabajo y proselitismo debían adoptar, hicieron surgir tensiones importantes. Aunque la información que hemos podido recoger de este período del Movimiento Democrático de Mujeres de Barcelona es escasa, siempre a base de explicaciones de mujeres que trabajaron en él y con interpretaciones a menudo contradictorias (4), algunas tendencias debieron enfrentarse hasta llegar a un punto en que no pareció posible conciliarlas.

En 1967 había aparecido ya en Nous horitzons (5), revista teórica del PSUC, un artículo firmado por «Lluisa Vives» en el que analizaba y criticaba las perspectivas erróneas de las tres concepciones principales que en aquel momento había sobre el movimiento de mujeres y su organización y objetivos:

  • «La concepción que más tenazmente persiste entre las fuerzas políticas democráticas, incluso entre los socialistas» que entiende «la lucha de las mujeres como lucha subalterna, que no se propone objetivos específicos o los identifica en cada ocasión con objetivos parciales, a menudo contingentes, más a menudo aún nacidos de iniciativas y luchas en otros terrenos»,
  • la que la autora califica como «concepción feminista» que «parte de la afirmación de que el problema central de la mujer es el de su discriminación en el seno de la sociedad y, por tanto, que el objetivo central de su lucha ha de ser su emancipación» y
  • la que denomina «concepción extremista», según la cual «los problemas de la mujer nacen del contraste antagónico entre capital y trabajo. Los problemas de la mujer, pues, no pueden ser resueltos si no es con la inversión total de las estructuras actuales de la sociedad, es decir, dentro del marco de una sociedad socialista. El primer, y único, problema revolucionario es el cambio de las estructuras, que son la base de lo que combate: el problema de la mujer, como muchos otros problemas de la sociedad, es un problema secundario, que depende del primero. Por tanto la lucha de las mujeres coincide y ha de insertarse completamente dentro de la lucha de clases: la creación de movimientos de masas femeninos no sólo es inútil -por el hecho de que la solución de los problemas de la mujer sólo vendrá con el cambio de las estructuras, resultado mecánico de éste-, sino también peligrosa, ya que si la mujer en la sociedad actual es discriminada, no es permisible por su parte discriminarse para combatir la discriminación».

En la práctica, el problema debía ser más complejo y merecería un estudio riguroso. Así, mientras unas planteaban que había que exigir la colectivización de las tareas consideradas propias del ama de casa, de los servicios domésticos y, por ejemplo, reivindicar lavanderías y comedores públicos, otras veían más urgente exigir agua corriente en las casas de los barrios periféricos; mientras unas señalaban la necesidad de reivindicar el derecho de la mujer al trabajo asalariado, otras, cuya única salida era un trabajo de peonaje y de máxima explotación completado con la jornada de trabajo en el hogar, no veían claro que la incorporación de la mujer al mercado de trabajo pudiera suponer su liberación.

Indudablemente influyeron las condiciones sociales y políticas en que se desarrollaba la vida de las mujeres, pero también las vinculaciones del Movimiento Democrático de Mujeres con el PCE y el PSUC, y la interpretación que estos partidos tenían respecto a la organización de las mujeres, a la vez que la oposición a esta línea por parte no sólo de mujeres no vinculadas al partido, sino también de algunas militantes (como evidencia la publicación del artículo de «Lluisa Vives» en la revista teórica del PSUC). Estas diferencias y el estado de excepción de 1969 dieron al traste con la experiencia en Catalunya, bien porque las militantes del PSUC más feministas se opusieran a mantener el Movimiento Democrático como organización de mujeres con objetivos subalternos y coyunturales, bien porque se sintieran débiles ante la decisión de la dirección de su partido de liquidar una organización que le causaba muchos problemas, especialmente difíciles de solucionar en aquellos momentos de fuerte represión.

Fuera como fuera, el hecho es que en 1969 desaparece en Catalunya el Movimiento Democrático de Mujeres mientras que se mantuvo en Madrid y en otras zonas de influencia del PCE, pero más a base de reproducir los intereses del partido respecto a las organizaciones de mujeres que de cuestionar la problemática de la mujer.

¿Cuál ha sido la actividad principal de este Movimiento? Sara Iribarren, militante del PCE y una de las teóricas del Movimiento Democrático de Mujeres, en su obra La liberación de la mujer lo resume en el siguiente párrafo: «Las mujeres del MDM llegan a todos los barrios de las ciudades. Sus actividades son múltiples. Unas de tipo teórico, como la organización de seminarios de discusión y de asambleas de barrio, donde se lleve a cabo una actividad ideológica sobre los problemas de la mujer en la familia y en la sociedad en general, se discute de la carestía de la vida, de los problemas de la escuela, la sanidad, etc.; otras de tipo práctico, como la organización de manifestaciones y el envío de comisiones a las fábricas; la redacción de documentos destinados a las autoridades, la formación de comités de solidaridad que visitan a las familias para pedir ayuda para los presos o los despedidos; el envío de comisiones a los ayuntamientos para reclamar escuelas, guarderías, espacios verdes, o para protestar contra la falta de agua; las acciones en los mercados contra la carestía de la vida, etc.» (6).

Esta línea de actuación, que no puede calificarse precisamente de feminista, se ha mantenido hasta fechas muy recientes, incluso la mantienen algunos grupos del Movimiento Democrático en algunas zonas.

Así, con motivo del Año Internacional de la Mujer, diversos grupos de mujeres de Madrid elaboraron un programa-manifiesto en el que se denunciaban las más elementales discriminaciones que sufre la mujer y se planteaba la necesidad de mejorar la situación dentro de la lucha por una sociedad democrática. En este documento, como después en las Jornadas por la Liberación de la Mujer, tuvieron un peso importante las mujeres del Movimiento Democrático. Y, a pesar de sus limitaciones, representó un avance a nivel teórico y sobre todo unitario; pero costó más que se tradujera en la práctica.

En aquellos tiempos de inflación galopante, congelación de salarios y auge de las movilizaciones populares frente a los últimos coletazos del franquismo, los partidos o no consideraban oportuno dedicar una atención especial a las mujeres (caso de los de extrema izquierda, que partían de las premisas que «Lluisa Vives» calificaba como extremistas), o bien veían la necesidad de incorporarlas a la lucha política general a base de movilizarlas contra la carestía de la vida (caso del PCE, PTE).

Así, en una octavilla que el Movimiento Democrático de Mujeres publicó en marzo de 1975, en la que se hacía una crítica del montaje oficial del Año Internacional de la Mujer y se señalaba la necesidad de que las auténticas protagonistas del año fueran las mujeres, las amas de casa, se protestaba porque sus asociaciones habían sido suspendidas legalmente a consecuencia de la lucha que habían llevado contra la carestía de la vida (un día de boicot a los mercados) y se acababa con los siguientes slogans que demuestra qué entendía en aquellos momentos el Movimiento Democrático de Mujeres por protagonismo femenino durante aquel año: «El culpable de la carestía de la vida es quien la DECRETA, EL GOBIERNO; NO los PEQUEÑOS COMERCIANTES. PEQUEÑOS COMERCIANTES Y AMAS DE CASA unidos contra la carestía. ¡DERECHO A LA HUELGA, IGUAL A DEFENSA DE LA CESTA DE LA COMPRA! ¡6.000 PESETAS DE AUMENTO INMEDIATO, IGUAL A MEJORES CONDICIONES DE VIDA! ¡LIBERTAD SINDICAL, IGUAL A DEFENSA DEL PUESTO DE TRABAJO! ¡DERECHO DE REUNION, ASOCIACION Y EXPRESION, IGUAL A TENER NUESTRAS PROPIAS ASOCIACIONES QUE NOS REPRESENTEN! ¡¡¡ABAJO LA REPRESION!!! ¡REAPERTURA INMEDIATA DE LAS 24 ASOCIACIONES!»

En mayo del mismo año, otra octavilla explicando el resultado de una Asamblea del Movimiento Democrático de Mujeres concluía en términos parecidos, aunque puede notarse que se hace mención del problema de la mujer. El panfleto terminaba con los siguientes slogans: «¡CONTRA LA CARESTIA DE LA VIDA! ¡POR UN AUMENTO SALARIAL! ¡POR LA REAPERTURA DE LAS ASOCIACIONES! ¡POR UNA ENSEÑANZA GRATUITA Y PARA TODOS! HACIA NUESTRA LIBERACION (esta frase sin signos de exclamación en el original) ¡PARTICIPEMOS EN LA ACCION DEMOCRATICA! ».

Su publicación clandestina en Madrid, La mujer y la lucha, ha recogido en sus distintas ediciones, hasta fechas muy recientes, estos mismos planteamientos. La publicación del Movimiento Democrático de Mujeres de Valencia, Avanzando (n.° 1, marzo de 1975) sigue una línea semejante y en su programa, muy similar al de 1971 (que reproducimos en el Documento n.° 1) se mezclan indiscriminadamente reivindicaciones políticas generales con reivindicaciones específicas tímidamente planteadas y definidas.

Sólo después de los debates de las 1 Jornadas por la Liberación de la Mujer celebradas en diciembre de 1975, el Movimiento Democrático de Mujeres revisaría desde su nombre -a partir de entonces se llamaría Movimiento Democrático de Mujeres / Movimiento de Liberación de la Mujer- hasta sus objetivos. Basta comparar los programas de 1971 y 1976 (Documentos n.° 1 y 2). En 1971, al hablar del trabajo de la mujer, reivindican el «acceso de la mujer a todos los puestos de trabajo» y «protección de la maternidad», mientras que en 1976 explicitan «la in corporación de la mujer al trabajo remunerado, como premisa para su liberación» y no citan para nada posibles protecciones a la mujer. En 1971, al hablar de la familia, piden «libertad para el matrimonio para decidir el número de hijos que desee», mientras que en 1976 reivindican el matrimonio civil «en caso de que la pareja opte por el matrimonio» y, aparte, «la legalización de los anticonceptivos y del aborto y a cargo de la Seguridad Social». En 1976 se incluye la amnistía para los actos considera dos delictivos por una legislación que discrimina a la mujer. Y la reivindicación de equipamientos sociales, que en 1971 figuraba en primer lugar, pasa al penúltimo en el programa de 1976. Nótese también cómo mientras en 1971 se desmarcan de «otros movimientos femeninos de América y Europa» (ni siquiera ponen feministas), aclarando que el «Movimiento Democrático de Mujeres no propugna una forma de lucha específica reservada a las mujeres sino una acción ligada a los demás sectores democráticos del país que luchan contra la dictadura», y que no se plantean la lucha contra el hombre, una lucha de sexos», en 1976 se declaran «Movimiento Feminista» puesto que su objetivo es «luchar contra la discriminación de la mujer».

No se había analizado correctamente la problemática específica de la mujer y, en consecuencia, no sólo los objetivos de las organizaciones de mujeres estaban erróneamente orientados, sino que en el seno del partido se reproducían las discriminaciones que las mujeres sufrían en la sociedad. Al hablar de «El Partido Comunista y las mujeres», Sara Iribarren, en el libro que hemos citado, expone esta falta de profundización en la problemática de la mujer: «La falta de una igualdad de oportunidades dentro del combate político crea una posición incómoda en muchas mujeres que han alcanzado un cierto grado de preparación y el desánimo en otras menos conscientes. Teóricamente se les asegura la libertad de participación, incluso se las promueve dentro de las organizaciones (de una manera que tiende a demostrar, finalmente, que no existe discriminación), pero luego existen ambigüedades, prejuicios, se las mira con recelo si son activas, si intervienen demasiado en las reuniones. Muchos camaradas no comprenden que la mujer pueda ser una militante activa y que pueda desempeñar un papel de vanguardia en la lucha. Una posición clara del Partido a este respecto facilitaría la actividad de las mujeres que desean participar plenamente en su seno en las tareas revolucionarias» (7). Más adelante denuncia una de las consecuencias más nefastas que ha tenido esta falta de análisis de la problemática de la mujer: el antifeminismo de muchas militantes. «El miedo a perder la aceptación del hombre convierte a algunas camaradas en caricaturas de los militantes masculinos. Estas militantes se desentienden de los problemas particulares de la mujer porque la opresión femenina les recuerda la suya propia. Muchas de ellas se hacen profundamente antifeministas; orgullosas de haber sido aceptadas en el círculo político de los hombres, el recuerdo de la opresión femenina les hiere como un obstáculo a su propia conciencia de mujeres "liberadas".» (8)

Si el Partido Comunista orientó las organizaciones de mujeres desde una perspectiva errónea, los restantes partidos de izquierdas ni siquiera se preocuparon por la realidad que afecta a más de la mitad de la población. Partiendo de que la contradicción funda mental en la actualidad se da entre la burguesía y el proletariado y de que los restantes problemas son secundarios y sólo podrán resolverse en el marco de una sociedad socialista, han considerado pequeñoburgués plantear esta cuestión: el objetivo único era que hombres y mujeres participasen -sin que las mujeres se «discriminasen»- en la lucha política general. Por tanto, ni se molestaron en formar organizaciones de mujeres, ni en discutir el problema en el seno de los partidos. Sólo el auge del movimiento feminista les llevaría, a partir de 1976, a revisar esta postura.

Entre estos partidos, hay una excepción: el FRAP, que en 1973 creó la Unión Popular de Mujeres (UPM), aunque lo consideraban un canal para incorporar a las mujeres atrasadas políticamente a la organización revolucionaria. Su incidencia, sin embargo, ha sido muy limitada y sólo a partir de las I Jornades Catalanes de la Dona -en las que hicieron acto de presencia algunas militantes- y en la medida en que han revisado su línea anterior y reorientaron la UPM como la organización de la van guardia feminista de las militantes del FRAP, han comenzado a tener mayor resonancia.

En el exilio, Mujeres Libres ha mantenido durante estos años el aliento de aquella organización anarquista creada durante la República; un grupo de militantes ha mantenido su publicación, Mujeres Libres, aunque el hecho de no tener contactos con el interior parece que les ha influido negativamente, pues al leer su revista descubrimos en ella un valor más sentimental, por lo que esta organización representó, que feminista. También después de las 1 Jornades Catalanes de la Dona, Mujeres Libres reapareció en el interior pero con unos planteamientos muy distintos a los que tuvo en su origen: como grupo mixto y más para incidir en las plataformas feministas existentes que por considerarse feministas.


2. No se conoce que se formasen comisiones de solidaridad con las presas políticas formadas por hombres, similares a las que organizaron las mujeres.

3. Sería interesante analizar la gran aportación de estos grupos de mujeres y, concretamente, del Movimiento Democrático de Mujeres, al desarrollo y fortalecimiento de Comisiones Obreras y de otras organizaciones democráticas.

4. A las mujeres no sólo se nos ha negado el derecho a hablar de nuestra problemática, sino también nuestra historia. Es significativo que en la Historia del PSUC publicada con motivo de su cuarenta aniversario (PSUC: Per Catalunya, la democràcia i el socialisme, L'avenç, Barcelona, 1976) no se cite en ningún momento, al hablar de los años sesenta y del desarrollo de organizaciones obreras y populares, el Moviment Democràtic de Dones.

5. «Lluisa Vives», «Per un plantejament democràtic de la lluita de les dones», Nous horitzons, 1967.

6. Sara Iribarren, La liberación de la mujer, Ebro, París, 1973, p. 127

7. Ibídem, p. 115.

8. Ibídem, p. 121.

Los colectivos feministas y otras asociaciones de mujeres

Ni la teoría ni la práctica del Movimiento Democrático de Mujeres convencía a las más nítidamente feministas (militantes o no de partidos y organizaciones políticas y que vivieron directa o indirectamente la experiencia de este Movimiento) que intentaron salir adelante a partir de grupos reducidos de autoconciencia y discusión de la problemática de la mujer. Estos grupos, que funcionaron en Madrid y Barcelona principalmente desde finales de los años sesenta y durante los primeros años setenta, en general no tenían ningún tipo de estructura organizativa ni proyección pública y se ampliaban fundamentalmente a base de conocidas que se interesaban por esta problemática. Estaban formados normalmente por mujeres de clase media, muchas de ellas profesionales salidas de la Universidad o de carreras de tipo medio, que sentían conscientemente la opresión de la mujer tanto en el seno de la estructura familiar como en el mundo laboral y profesional. Se dedicaron fundamentalmente al análisis de la realidad de la mujer española y al debate teórico sobre feminismo, teniendo en cuenta las experiencias del extranjero.

El libro La mujer en España, publicado en noviembre de 1967 y realizado por un colectivo de mujeres de Barcelona (Mireia Bofill, M. Luisa Fabra, Anna Sallés, Elisa Vallés, Pilar Villarazo) es uno de los frutos de estos primeros colectivos.

En Madrid, se preocuparon por incidir en las mujeres trabajadoras de empresas, pero se toparon con diversas dificultades. A partir de los años setenta, y buscando una plataforma de proyección pública, se incorporaron a la Asociación Española de Mujeres Universitarias y, si bien desde allí procuraron iniciar charlas y discusiones más amplias, tampoco encontraron toda la resonancia que esperaban. En Barcelona se creó una delegación de la Asociación de Mujeres Universitarias, pero las mujeres acudieron a ella no supieron darle la proyección pública que podía haber tenido y fue languideciendo; las feministas que se reunían en pequeños grupos tampoco se sintieron interesadas por e Asociación.

Otros grupos de mujeres, más estructurados y con finalidades más concretas, surgen a partir de los años setenta.

La Asociación Española de Mujeres Juristas, promocionada y presidida por la abogado de Madrid, María Telo Núñez, que había ingresado en 1957 en la Fédération Internationale des Femmes des Carrières Juridiques, consiguió que en setiembre de 1967 se celebrase en Madrid un Congreso Internacional de esta Federación a partir del cual nueve mujeres abogados constituyeron una comisión para incidir en la transformación de la legislación sobre la mujer. Este grupo se amplió, y en 1970 constituyeron la Asociación Española de Mujeres Juristas y lograron que se les reconociese su capacidad para participar en la Comisión de Codificación de las Cortes que estudiaba la reforma del Derecho de Familia. Parte de su actividad dio como resultado la reforma del Código Civil en mayo de 1975 y la eliminación en la Ley de Relaciones Laborales de la prerrogativa que tenía el marido de cobrar el sueldo de su mujer. Las restantes proposiciones para conseguir la igualdad jurídica de los cónyuges, incluida la patria potestad compartida, fracasaron en un Pleno de la Comisión de Codificación donde también participaban miembros de la Sección Femenina. En diciembre de 1976 celebraron un Congreso Internacional en Madrid, pero el rechazo de una minoría ante temas como el divorcio, el adulterio, los anticonceptivos y el aborto, impidió que se llegase a conclusiones.

En 1974 se funda la Asociación Española de Mujeres Separa das Legalmente, orientada a resolver la problemática de las mujeres separadas y a denunciar los intereses y las trabas que ponen los tribunales eclesiásticos ante las separaciones matrimoniales. La actuación de esta asociación ha tenido gran incidencia pública y ha provocado la reacción de fuerzas integristas. Con objetivos similares se constituyó en Barcelona en 1976 la Asociación de Mujeres Divorciadas.

Hay que añadir a este panorama la actuación de mujeres católicas que han venido actuando desde plataformas diversas: la Unión Mundial de Organizaciones Católicas Femeninas (UMOCF), con numerosos grupos de mujeres y centros repartidos por todo el Estado; grupos femeninos de la JOC (Juventud Obrera Católica) o l HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica). Esta última publicó un manifiesto con motivo del Año Internacional de la Mujer.

La creciente participación de las mujeres en el campo laboral, en la política, en las luchas populares y, no obstante, las discriminaciones con que se topaban en cada uno de estos terrenos, iba influyendo cada vez más tanto en la ampliación del debate sobre la problemática de la mujer a través de los medios de comunicación, como en un incremento del nivel de conciencia feminista, aunque fuese en general de forma difusa. El Año Internacional de la Mujer serviría de motivo para tratar de canalizar todos estos problemas y aspiraciones.

Capítulo 2 - El año internacional de la mujer

A pesar de las reticencias contra los postulados feministas -duramente criticados por el régimen pero también, como hemos visto, rechazados o distorsionados por los partidos políticos de izquierdas-, desde los primeros días del Año Internacional de la Mujer empieza a gestarse el actual Movimiento Feminista.

El ambiente político general no era precisamente favorable, fundamentalmente por la falta de libertad de reunión, asociación y expresión. Desde la muerte de Carrero Blanco en diciembre de 1973 el franquismo buscaba fórmulas para sucederse a sí mismo, a pesar de sus promesas de apertura. La enfermedad de Franco, en el verano de 1974, incrementó la lucha entre las familias franquistas por controlar el posfranquismo, ante la ofensiva de una oposición cada vez más fuerte y segura de que se acercaba su día (creación de la Junta Democrática de España, de la Plataforma de Convergencia Democrática, negociaciones entre ambas, etc.). Y aunque el espíritu del doce de febrero había pretendido ofrecer una nueva imagen democratizadora, los mecanismos represivos se reforzaron culminando con la aprobación del Decreto Ley para la Prevención del Terrorismo en agosto de 1975. La muerte de Franco abriría un nuevo período.

Si la falta de libertad de reunión ha sido sufrida durante estos años por todo el pueblo, en el caso de las mujeres se ha agudizado más, tanto por la situación de la mujer en el seno de la familia llevada a sus últimas consecuencias por el régimen autoritario (su peditación al hombre, aislamiento de la mayoría al trabajar como amas de casa...), como por la escasa tradición organizativa entre las mujeres. Así, uno de los problemas fundamentales para iniciar un movimiento feminista consistía en encontrar plataformas lega les dispuestas a acogerlo.

Pero la convocatoria del Año Internacional de la Mujer ponía este tema en el candelero. Y algunos partidos políticos empezaron a interesarse por él, aun con reticencias y planteamientos poco claros. Así, el PCE, en una declaración discreta tras la Conferencia que se había celebrado en Roma en el verano de 1974 y en la que los partidos comunistas de los países capitalistas europeos realiza ron un debate sobre el problema de la mujer, reconocía que debía hacer una autocrítica respecto a sus postulados y dar un giro de 180 grados, proclamándose pretenciosamente «el partido de la liberación de la mujer».

El Partido del Trabajo de España (PTE) también hacía declaraciones y en Catalunya su Comité Nacional editó a principios de 1975 un folleto titulado La emancipación de la mujer y la lucha de clases en el que, resumiendo a Engels, analizaba la problemática de la mujer y concretaba la opresión que ésta sufría bajo el franquismo, pero al exponer cómo concebía que debía plantearse la lucha por la emancipación de la mujer, criticaba duramente a las women's lib reduciendo sus argumentos a que «el odio o el miedo al hombre les lleva a tomar posiciones tan radicales que la mayoría de ellas son lesbianas». Criticaba la familia burguesa y los vicios sociales que fomenta, pero la alternativa que daba, la familia proletaria, no se diferenciaba prácticamente de la burguesa, a no ser por sus esquemas totalmente puritanos. A partir de estas bases, el PTE fomentó la creación de organizaciones de Mujeres Democráticas, especialmente allí donde no existía el Movi miento Democrático de Mujeres (en el seno del cual trabajaban entonces). Pero esta propuesta no tuvo demasiada fortuna.

Los restantes partidos políticos sólo se preocuparían más adelante de la problemática de la mujer, especialmente a partir de 1976, con ideas tampoco demasiado claras. Los puntos más confusos, desde esta perspectiva de los partidos, sería la aceptación del feminismo, incluido el término, como lucha específica y con organizaciones realmente autónomas de mujeres, las prioridades que la lucha de las mujeres debía establecer, y otras cuestiones de fondo de las que hablaremos al final.

Hacia un Movimiento Feminista

Pero las mujeres -militantes o no de partidos y organizaciones políticas- habían tomado cada vez más conciencia de su propia problemática. Y el Año Internacional de la Mujer serviría para intentar dar una réplica a las posturas oficiales representadas por la Sección Femenina, y al mismo tiempo para fomentar organizaciones de mujeres orientadas a plantear sus reivindicaciones específicas.

En Madrid, veinticuatro entidades elaboraron un programa- manifiesto sobre el Año Internacional de la Mujer y la problemática femenina, en el que se mezclaban denuncias y reivindicaciones elementales (Documento n.° 7), constituyéndose a partir de este programa la Plataforma de Organizaciones de Mujeres de Madrid, que hoy sigue funcionando. Aunque el Movimiento Democrático de Mujeres no figuraba como tal, muchas de estas entidades estaban más o menos vinculadas a él, especialmente las asociaciones de amas de casa. Como ya se ha explicado, la campaña primordial del Movimiento en aquel año se centró en la lucha contra la carestía de la vida, que costó la suspensión legal de una serie de asociaciones como consecuencia del boicot a los mercados realizado el 20 de febrero; éste fue un gran hándicap para la actuación de estas mujeres. Actos programados por la Asociación de Mujeres Universitarias o el Colegio de Licenciados eran, por otra parte, suspendidos. A partir de octubre, la Plataforma de Organizaciones de Mujeres de Madrid se centró en la preparación de las  I Jornadas por la Liberación de la Mujer que se celebraron en diciembre.

En otros plintos del Estado surgieron también, de forma espontánea, grupos diversos de mujeres: así, en Valencia, se constituyó una Comisión para la Cuestión Femenina dentro del Ateneo Mercantil. En los barrios de la capital valenciana funcionaban algunas vocalías propiciadas por el Movimiento Democrático de Mujeres que recobraba nueva vida en aquel tiempo. En Alicante, otro grupo de mujeres buscó refugio en la Asociación de Amigos de la UNESCO. En Sevilla trabajaban grupos en barrios y entre mujeres asalariadas, en general también vinculados al MDM. En Catalunya se creó el Moviment de Dones, cuya gestación creemos que merece una atención especial.

Estas organizaciones y otras que existían desde fechas ante riores -como la Asociación de Amas de Casa de Valladolid, que un año antes había llevado una importante lucha contra la carestía de la vida- enviaron representantes y ponencias o comunicados a las 1 Jornadas por la Liberación de la Mujer.

El Moviment de Dones de Barcelona

En Barcelona, la situación -tanto de organizaciones de mujeres como política- era muy diferente de la de Madrid.

Hemos explicado que el Movimiento Democrático de Mujeres se había liquidado en 1969. Ante la coyuntura del Año Internacional de la Mujer, el Partido del Trabajo propuso al PSUC su revitalización en Catalunya bajo la fórmula concreta de Asambleas de Mujeres Democráticas, o Mujeres Democráticas. Pero ni las militantes del PSUC con planteamientos feministas estaban dispuestas a aceptarlo -pues la experiencia anterior del Movimiento Democrático había resultado frustrante- ni, además, en aquellos momentos la correlación de fuerzas entre ambos partidos comunistas catalanes hacía viable que el PSUC tuviera interés en apoyar aquella iniciativa del PTE: el primero poseía una clara hegemonía entre la izquierda, y su política de pactos -orientada a formar junto con la burguesía catalanista un bloque de presión político- culminaría a finales de 1975 en la creación del Consell de Forces Polítiques de Catalunya, del que tanto el PTE como los restantes partidos comunistas quedaron excluidos.

No obstante, Mujeres Democráticas trabajó durante un tiempo en algunos barrios. Ya en octubre de 1974 habían publicado una hoja clandestina en la que se exponían sus principios y un programa en el que se mezclaban reivindicaciones diversas, desde ciertas reglamentaciones proteccionistas para la mujer hasta la «legalización de las madres solteras» (?), el «aumento general de salarios y disminución del coste de la vida», etc., olvidando todas las que hacen referencia a la problemática sexual de la mujer (anticonceptivos, aborto, legislación penal...), como puede verse en el Documento n.° 3. Estas mujeres entraron en contacto solidariamente con las mujeres que apoyaban entonces la lucha de los trabajadores de Seat. Fue también Mujeres Democráticas quien se ocupó de que el 8 de marzo de 1975, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, se volviera a conmemorar de nuevo en la calle, aunque con limitaciones: se hicieron algunas charlas y se repartieron octavillas explicando el significado del Día (Documento n.° 4), con lo que una Jornada histórica, que había tenido resonancia antes del 39 y que durante el franquismo sólo se había recordado en las cárceles entre las presas políticas, volvió a salir a la calle. Después de esta fecha, se pierde el rastro de Mujeres Democráticas ya que sus componentes se incorporaron, junto con otros grupos de mujeres fomentados en los barrios por militantes del PSUC o mujeres independientes, en una coordinadora de barrios integrada en lo que ya se había dado en llamar Moviment de Dones de Barcelona, como forma organizativa unitaria, independiente y autónoma de los partidos y organizaciones políticas.

El origen de este Moviment de Dones se encuentra en la decisión que tomó un reducido grupo de mujeres periodistas, a principios de 1975, de buscar una plataforma legal a partir de la cual poder convocar de la forma más ‘amplia posible a las mujeres. Vivían directamente el cada día más amplio despertar de ha con ciencia feminista, al constatar que sus artículos sobre esta problemática suscitaban numerosas cartas de lectoras que se solidarizaban con sus escritos, o les pedían su opinión acerca de cómo solucionar sus problemas personales y luchar contra la discriminación de la mujer. Por lo que, aprovechando la doble convocatoria de las Naciones Unidas a organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, pensaron que el marco más adecuado podría ser nuevamente un Departamento de la Mujer en el seno de la Asociación de Amigos de las Naciones Unidas, por la trayectoria democrática de esta entidad y porque ante los ojos de la opinión pública resultaba menos restrictiva que la Asociación de Mujeres Universitarias. Solicitaron de la Asociación la creación de este Departamento y, una vez constituido, se convocó a base de con tactos personales a otras mujeres a las que se sabía interesadas, celebrándose en los locales de la Asociación una Asamblea que reunió unas doscientas mujeres. Algunas habían redactado borra dores para elaborar un programa-manifiesto. Se decidió crear diversas comisiones: una encargada de redactar el manifiesto que se presentaría en la segunda asamblea para su discusión y aprobación; otras que se centrarían en el estudio de problemas concretos de la mujer (legislación, trabajo, educación, sexualidad, barrios, etc.) o en la preparación de actividades. Hacia finales de febrero se celebró la segunda asamblea en una sala de actos del Colegio de Abogados, a la que asistieron unas trescientas cincuenta mujeres. Hubo una amplia discusión en torno al manifiesto, pero parecía importante publicarlo para dar a conocer a la opinión pública que un grupo de mujeres estaba tratando de organizarse a fin de plantear sus reivindicaciones. Se pretendía que la Asociación de Amigos de las Naciones Unidas, a través del Departamento de la Mujer, refrendase el documento para así poderlo publicar en los periódicos (aquellas asambleas no tenían ningún carácter legal), pero la Junta de esta Asociación no dio el visto bueno, al no aceptar que se calificara la convocatoria del Año Internacional como un «acto paternalista»: hasta el 18 de abril no pudo presentarse el documento a la prensa, firmado por algunas entidades (Colegio de Licenciados, Asociación de Vecinos Sagrada Familia, Centro Social de Sants, Ateneo Mercantil) y por más de un millar de firmas de mujeres y hombres (Documento n.° 8).

La falta de entidad legal y las dificultades de que el Departamento de la Mujer de la Asociación de Amigos de la ONIJ asumiese la tarea de todas las comisiones que trabajaban (la mayoría de las mujeres que se iban incorporando se resistían a hacerse socias de la entidad), planteó una serie de problemas de funcionamiento. Por otra parte, las discusiones primeras de las distintas comisiones dejaron de lado los temas concretos, que es principio habían aceptado, para centrarse en debates sobre las relaciones entre movimiento feminista y organizaciones políticas. El hecho de que en aquellos momentos se sintiera la necesidad prioritaria de discutir sobre feminismo y política y la lectura detallada del documento que se hizo público, ponen de manifiesto que la principal preocupación de entonces era demostrar que un movimiento feminista es un movimiento vinculado a la problemática política, un movimiento revolucionario, y clarificar bien las relaciones que un movimiento feminista debía mantener con los partidos políticos: el fantasma (con indudable base real) de la manipulación de las organizaciones de mujeres por parte de los partidos políticos estaba siempre presente -y lo sigue estando-; pero, a la vez, el naciente feminismo, desprestigiado hasta entonces por la derecha y por la izquierda, necesitaba ganar credibilidad.

La Asociación de Mujeres Universitarias había ido languideciendo prácticamente desde su creación en Barcelona en 1972, y en realidad sólo subsistía la presidenta que conservaba afanosa mente la entidad legal por si algún día alguien quería revitalizarla. Desde finales del verano de 1974 la abogado Lidia Falcón se había interesado por esta Asociación para promover, a través de ella, la convocatoria en Barcelona de un Congreso Internacional Feminista a partir del cual se pudiera estructurar la I Internacional Feminista. Pero en octubre de 1974 Lidia Falcón había sido acusada de participar en el atentado de la calle del Correo. Con su detención el grupo que funcionaba a su alrededor, y que más tarde daría lugar al Seminario Colectivo Feminista y después al Colectivo Feminista de Barcelona, se dedicó fundamentalmente a trabajar en el comité de solidaridad que a nivel internacional realizaba campañas de apoyo a Lidia Falcón, Genoveva Forest y los restantes acusados de participar en aquel atentado. Esta Asociación suscitó también el interés de otras mujeres, especial mente de algunas militantes del PSUC, poniéndose así en funcionamiento en aquellos primeros meses de 1975.

Todos estos grupos iban ampliando cuantitativamente el Moviment de Dones, si bien los debates de fondo sobre feminismo y política, tareas del movimiento feminista, problemas de la doble militancia, etc., resultaba difícil llevarlos a término, lo cual creo que ha supuesto un hándicap para el actual movimiento feminista catalán.

Esto planteó en Barcelona la necesidad de preparar unas Jornadas a las que pudieran asistir mujeres interesadas en el feminismo, tanto de Catalunya como del resto del Estado, para discutir la problemática de la mujer. La idea de convocar a las organizaciones no gubernamentales partió del Departamento de la Mujer de la Asociación de Amigos de la ONU, y en mayo de 1975 se celebró el primer encuentro en Barcelona, al que asistieron representantes de la Plataforma de Organizaciones de Mujeres de Madrid, la mayoría pertenecientes al MDM, que, por su parte, también habían pensado en esta posibilidad. A lo largo del verano se discutió el tema y en una reunión celebrada en julio en Madrid se decidió que estas Jornadas tuvieran lugar en la capital del Estado. Así se llegó a las 1 Jornadas por la Liberación de la Mujer, de las que ya hemos hablado, y cuyo peso organizativo lo asumió fundamentalmente el Movimiento Democrático de Mujeres de Madrid.

El Moviment de Dones de Barcelona seguía adelante con numerosas dificultades. Después del verano de 1975 fue necesario darle un nuevo impulso y ampliarlo: las Vocalías de Mujeres de las Asociaciones de Vecinos volvieron a funcionar y se crearon otras más, aunque con objetivos heterogéneos y en ocasiones poco feministas; las comisiones de trabajo sobre temas específicos se habían debilitado y en general permanecieron unas reuniones periódicas en las que se discutía de feminismo y de los problemas más inmediatos del Moviment, reuniones que el 21 de noviembre de 1975 se legalizaron dentro de ANCHE (Asociación Nacional de Comunicación Humana y Ecología, dependiente del Colegio de Ingenieros); la Asociación de Mujeres Universitarias, que se había revitalizado desde los primeros meses del Año Internacional de la Mujer, inició la crisis que acabó prácticamente con ella después de las Jornades Catalanes de la Dona: en su seno se enfrentaban las posturas feministas radicales del colectivo de Lídia Falcón -que en mayo había salido de la cárcel-, con la que dio en llamarse línea Barcelona que hemos dicho no estaba ni definida ni estructurada. De esta Asociación sólo perduraría, después de las Jornades Catalanes de la Dona, el Grupo de Planificación Familiar.

En octubre, pues, fue necesario dar un gran empuje al Moviment de Dones y la participación de Barcelona en las I Jornadas por la Liberación de la Mujer se presentó desde el primer momento problemática, en parte por discrepar de una postura que se consideraba centralista, en parte por falta de las posibilidades materiales que hemos señalado. Este segundo factor influyó decisivamente cuando en Madrid se decidió celebrar las Jornadas ilegalmente: la mayoría de las mujeres de Barcelona, que trabajaban en grupos poco estructurados y en general sin organización legal o acogidas a entidades legales que no las respaldaban demasiado, decidieron que no podían participar unitariamente en las Jornadas: algunos grupos asistieron como tales, pero casi todas acudieron a título individual. La ponencia que se había encargado a Barcelona sobre «Mujer y Trabajo», no se elaboró colectiva mente sino que fue presentada como aportación personal de Lidia Falcón.

Este breve resumen puede servir para comprender mejor la debilidad de lo que se llamó línea Barcelona en aquellas I Jornadas, línea que se perfiló más por lo que no aceptaba por considerarlo erróneo, que por tener unos postulados definidos. La necesidad de clarificación teórica todavía se vive hoy en el movimiento feminista catalán.

Se perfilan las tendencias feministas

Este era el panorama general de las organizaciones de mujeres en el Estado español cuando se celebraron en Madrid las I Jornadas por la Liberación de la Mujer a principios de diciembre de 1975. Como ya hemos explicado, en aquellas Jornadas se perfilaron tres tendencias elementales: la del Movimiento Democrático de Mujeres, la calificada como radical y la que se llamó línea Barcelona o tercera vía. A partir de estas Jornadas, y a lo largo de 1976 y 1977, esto se iría desarrollando y concretando, consolidándose los grupos existentes y surgiendo otros nuevos, legales o no legales, con tendencias diversas más o menos definidas. El Movimiento Feminista empezaba a conseguir carta de ciudadanía: de reclamar el derecho a existir estaba pasando a imponerse en el panorama político.

La incidencia de la situación política

Recordemos que aquellas Jornadas se habían celebrado a los pocos días de la muerte de Franco. Es indudable, pues, que la irrupción del movimiento feminista se ha visto propiciada por el tortuoso proceso de liberalización política enmarcado aún en estructuras de poder franquistas; y ha estado condicionada por las tácticas seguidas por los partidos y organizaciones políticas de la oposición democrática que empezaron a trabajar con el objetivo de delimitar, ampliar y consolidar sus respectivas zonas de influencia de cara a un nuevo sistema democrático con todas sus consecuencias, siendo la más inmediata la obligada concretización de programas en vista a unas elecciones.

La lenta marcha del franquismo hacia la democracia ha permitido la resituación de la derecha franquista, la consolidación de la derecha democrático-burguesa y una cierta reordenación entre los partidos de la izquierda, buscando todos una correlación de fuerzas que les fuera lo más favorable posible. En este contexto, grandes problemas como el de las nacionalidades y después los emigrantes, las organizaciones sindicales, la juventud, la mujer..., han sido campos propicios a través de los cuales los distintos partidos han procurado ampliar su incidencia y desmarcarse entre sí. El problema de la mujer presentaba grandes alicientes: el 53 % del censo electoral está constituido por mujeres y las reivindicaciones que las feministas planteaban encontraban ya eco entre la población femenina.

Este ambiente político y el cada vez mayor nivel de con ciencia feminista -tanto en las mujeres militantes de partidos políticos como entre independientes- ayudan a comprender cómo se han ido perfilando las distintas organizaciones de mujeres. El día que podamos analizar con más perspectiva y más elementos de juicio esta etapa histórica que estamos viviendo, que oscila entre la apertura, la evolución, la ruptura y el peligro de la reacción, podremos valorar mejor la influencia que la política ha tenido en este desarrollo del movimiento feminista y en sus problemas. Hoy, y desde estas páginas, sólo podemos apuntar algunos aspectos, aun a riesgo de simplificar excesivamente la situación.

En julio de 1974 y siguiendo la línea del Pacto por la Libertad propugnada por el PCE, se había constituido en París la Junta Democrática de España, de la que formaban parte, además de este partido y entre otros, el PTE y algunos independientes, como el abogado Antonio García Trevijano. Ya hemos explicado que, poco antes de la celebración de las I Jornadas por la Liberación de la Mujer, el Movimiento Democrático de Mujeres -en el que, junto a militantes del PCE trabajaban las del PTE y otras organizaciones, además de mujeres independientes- se había adherido a la Junta Democrática. El PTE había conquistado una notable relevancia política con su inclusión en este organismo político de la oposición y, como es lógico, buscaba ampliarla y desplazar la hegemonía del PCE. Esta operación la veía con buenos ojos la derecha de la Junta Democrática, que sin duda prefería dos partidos comunistas -uno eurocomunista y otro maoísta- enfrentados entre sí. En este marco político se celebraron las I Jornadas por la Liberación de la Mujer en las que se puso en evidencia que el Movimiento Democrático de Mujeres, aunque era la única organización de mujeres que había logrado un espacio político importante en los años de clandestinidad, había llegado a un techo. A pesar de la mayoría numérica de militantes del MDM en las sesiones de las Jornadas, sus postulados habían sido rebatidos a fondo por las feministas, tanto por estar orientados a la mera incorporación de las mujeres a la lucha política general, como por la incorrección con que planteaban las reivindicaciones que las mujeres debían asumir (cesta de la compra, guarderías, etcétera). Entre estas feministas se encontraban militantes del PCE y la línea Barcelona había sido defendida, aunque sin duda por razones diversas, por independientes y por las más destacadas militantes del PSUC y del PTE en el Moviment de Dones.

El PTE achacó las limitaciones que empezaban, a manifestarse en el Movimiento Democrático a su falta de legalidad y propuso su transformación en asociaciones legales. Además, conscientes de que una de las críticas más duras de las feministas iba contra las reivindicaciones que perpetuaban el rol del ama de casa (cesta de la compra, escuelas, zonas verdes...) pero reacias, al mismo tiempo, a perder la posibilidad de captar una parte importante de mujeres a las que se supone asustan unos planteamientos real mente feministas, renunciaron a analizar a fondo la problemática de la mujer y sus distintas manifestaciones, y decidieron establecer dos tipos de organizaciones legales, sin duda con el objetivo de atraerse al mayor número posible de mujeres. Así, por una parte propugnaron las organizaciones legales de amas de casa y de trabajadoras, concebidas para incorporarlas al movimiento popular, e incluso para apoyar alguna campaña reivindicativa feminista concreta; y, por otra parte, las asociaciones de carácter feminista que recogerían las reivindicaciones específicas más evidentes, las Asociaciones Democráticas de la Mujer (ADM). Que los intereses, legítimos, del PTE de ampliar su implantación fueron

respaldados por la derecha de la Junta Democrática, lo evidencia el hecho de que la preparación y elaboración de los estatutos de las Asociaciones Democráticas (tanto de la Juventud como de la Mujer) se llevó a cabo precisamente en el despacho del abogado Antonio García Trevijano. La iniciativa de las ADM serían respaldadas en aquel momento por otras organizaciones maoístas, especialmente por la ORT. Las negociaciones que habían establecido desde setiembre de 1975 la Junta Democrática de España y la Plataforma de Convergencia Democrática (que había sido propiciada desde Madrid por el PSOE y en la que participaban, entre otros partidos, la ORT y el MCE) y que culminaron en la constitución de Coordinación Democrática (la Platajunta) a finales de marzo de 1976, favorecían el proyecto de crear un gran partido comunista maoísta que recortase la hegemonía euro- comunista, partido de cuyas posibilidades se habló a menudo durante todo el año 1976.

El MDM quedaría como la alternativa organizativa de las mujeres desde una perspectiva política eurocomunista (de ahí que en su seno trabajen hoy, según las zonas, mujeres del PSP, del PSOE, de la Democracia Cristiana, etc.), mientras que las ADM se configurarían como la alternativa de un proyecto maoísta, y sufriría las consecuencias de los resultados de tal proyecto (escisiones de demócratas-cristianas y socialistas en Catalunya; de militantes de la ORT a principios de 1977 en Madrid, etc.). De ahí la semejanza entre los programas y planteamientos del MDM, y las ADM unidas a las asociaciones de amas de casa. La diferencia principal estribaría en que el MDM contaba ya con una implantación, especialmente en Madrid, Galicia y Valencia, lo cual, unido a la oposición de militantes del PCE a mantener o revitalizar el Movimiento, les permitiría aliarse en cada zona y a nivel estatal con las nuevas organizaciones feministas que surgieran; mientras que las ADM tendrían que luchar para abrirse paso en medio de un ambiente cada vez más feminista.

La tarea principal del MDM en aquel momento consistió en tratar de adaptarse a las nuevas circunstancias, teniendo en cuenta el auge del feminismo: como hemos dicho, ampliaron su nombre y pasaron a denominarse Movimiento Democrático de Mujeres / Movimiento de Liberación de la Mujer. La revisión de sus planteamientos culminó con la elaboración de un nuevo programa, en octubre de 1976, cuyos puntos fundamentales -comparándolos con los del programa de 1971- ya hemos analizado (ver Documentos n. 1 y 2). Este movimiento clandestino fue saliendo poco a poco a la luz pública, allí donde tenía una cierta tradición. Pero las militantes de los Partidos Comunistas de Catalunya y Euzkadi, y una parte de las del PCE no han admitido revitalizar el MDM y trabajan en las organizaciones unitarias de cada sitio (9).

La oposición de estas militantes a seguir la línea oficial del Movimiento Democrático, era una prueba más de que el tiempo de organizaciones similares había pasado.

Las Asociaciones Democráticas de la Mujer tuvieron que abrir- se paso forzando situaciones y haciendo caso omiso de la resistencia que encontraban en los distintos lugares donde las inquietudes feministas empezaban a cuajar en grupos diversos, más independientes de los partidos y más unitarios. En febrero de 1976 se presentó públicamente en Madrid la primera Asociación Democrática de la Mujer, y a partir de entonces se procuró extender la fórmula a toda España. En marzo se constituyó la ADM de Sevilla Mariana Pineda. En Barcelona, ya antes de las Jornades Catalanes de la Dona, hubo un par de intentos, que no fructificaron, de transformar el Moviment de Dones en una asociación hermana. El auge del problema de las nacionalidades también se tuvo en cuenta y así, a partir del verano de 1976, las ADM adoptaron sus marcos de actuación a las distintas nacionalidades y regiones del Estado español. Y, aprovechando el éxito de las Jornades Catalanes de la Dona, promovieron una ADM que recogió no sólo los sentimientos catalanistas sino también la resonancia semántica e incluso el emblema distintivo de aquellas Jornades: la Associació Catalana de la Dona. La ADM de Sevilla pasó a ser la Asociación Democrática de la Mujer Andaluza. Surgen las ADM de Castilla y León, Euzkadi, la Associació de Dones de Mallorca y en Canarias, donde el MDM contaba con una Asociación de Mujeres Canarias, crearon la Organización Democrática de Mujeres Canarias.

Frente a estos bloques bien delimitados, y según la correlación de fuerzas políticas de cada zona, otros partidos y organizaciones de la izquierda (trotskistas, marxistas-leninistas, m-l maoístas en desacuerdo con la iniciativa del PTE, izquierda marxista, anarquistas), con sus lógicos deseos de ampliar su incidencia y de acuerdo con sus respectivas tácticas en relación a las organizaciones populares, se sumarían a lo largo de 1976 a las diversas organizaciones de mujeres unitarias que han ido surgiendo -y de las que ahora hablaremos-, en el seno de las cuales se han producido más tensiones como consecuencia de las diferentes perspetivas políticas ante problemas coyunturales que han ido marcando el ritmo de las organizaciones de masas, que por discrepancias claramente feministas. Esto ha incrementado las reticencias contra la doble militancia, sobre todo entre mujeres independientes o más decididamente feministas que políticas.

A pesar de todo, estas organizaciones de mujeres unitarias suponen una interesante experiencia para el movimiento feminista. Es indudable que si en ellas pueden convivir mujeres independientes, militantes de partidos políticos de tan amplio espectro (desde socialistas hasta las de extrema izquierda) y feministas radicales, es porque todas ellas son conscientes de la necesidad de un movimiento feminista que no esté supeditado a los intereses y discrepancias de todos y cada uno de los partidos.


9. Para conocer los planteamientos actuales del Movimiento Democrático de Mujeres, véase la obra publicada por Akal, Aportaciones a la cuestión femenina, elaborada por un colectivo de mujeres de esta organización.

Las propuestas feministas

Las I Jornadas por la Liberación de la Mujer sirvieron también para que grupos feministas con planteamientos calificados de radicales o sexistas de Madrid y Barcelona, se pusieran en con tacto y empezasen a trabajar conjuntamente: los Seminarios Colectivos Feministas, que durante el verano de 1976 sufrirían sendas escisiones. Partían de la base de que la mujer, dado su puesto en el sistema productivo como ama de casa, constituye una clase social antagónica del hombre y, en consecuencia, pro pugnaban que las mujeres se organizasen únicamente en organizaciones feministas, es decir, eran contrarias a que militasen también en partidos políticos u organizaciones sindicales mixtas, por lo que suponía de dejar en sus manos la solución a la problemática política global. Propugnaban también la creación de un partido político feminista para la toma del poder, condición indispensable para poder llevar a cabo un cambio revolucionario feminista. Estos puntos: la mujer como clase, la militancia única, la toma del poder y las alianzas con otros partidos de izquierdas, se debatirían en los meses siguientes en el seno de estos colectivos hasta producirse en el verano de 1976 las respectivas escisiones (LA MAR en Barcelona y el Seminario Colectivo Feminista de Madrid, por una parte, y por otra los Colectivos Feministas Homologados a nivel de Estado).

Partiendo de premisas teóricas semejantes a las mantenidas por mujeres de Barcelona (y que se calificó como línea Barcelona), fueron surgiendo en la primera mitad de 1976 grupos diversos por todo el Estado, que se han desarrollado a partir de las peculiaridades sociopolíticas de cada zona.

Esta línea, tan difusamente explicitada durante las Jornadas, -y que consideraba que la lucha por la liberación de la mujer está vinculada a la lucha de clases, pero no debe ni supeditarse a ella ni posponerse a la revolución socialista-, se concretó en Madrid en el Frente de Liberación de la Mujer. La constitución del Frente fue en gran parte fruto de las discusiones de un grupo de mujeres, muchas de ellas pertenecientes a la nueva generación de la Asociación de Mujeres Universitarias, algunas de las cuales habían participado en los colectivos feministas de finales de los sesenta y principios de los setenta. Confluían militantes y no militantes de partidos políticos, dentro de un espectro amplio de posturas socialistas y comunistas, pero todas ellas con una clara opción feminista vinculada a unos presupuestos marxistas y claramente anticapitalistas. El 25 de enero de 1976 se constituyeron definitivamente en Frente de Liberación de la Mujer definiéndose como grupo formado sólo por mujeres, independiente de los partidos políticos y del Estado y de las organizaciones sectoriales, autónomo, anticapitalista y no interclasista (10) y que acepta la doble militancia de sus miembros, en el movimiento feminista y en organizaciones políticas. (Documento n.° 11).

Esta línea, a pesar de la denominación que había recibido, no correría la misma suerte de clarificación en Barcelona. El trabajo práctico de formar una infraestructura de grupos de base absorbería la actividad de la mayoría de las feministas catalanas en detrimento de las discusiones teóricas.

Después de las Jornadas celebradas en Madrid, se constituyó definitivamente en Barcelona el Secretariado de Organizaciones no Gubernamentales que se proponía como objetivo inmediato poner en marcha un proceso de análisis de la problemática de la mujer que culminaría en las Jornades Catalanes de la Dona. Los grupos que se integraban en este Secretariado eran: las Vocalías de Mujeres de las Asociaciones de Vecinos, cada vez más numerosas tanto en Barcelona ciudad como en ciudades del cinturón industrial (Hospitalet, Santa Coloma de Gramanet, Cornellá), que a su vez tenían sus propias coordinadoras; la Asociación de Mujeres Universitarias, las mujeres católicas de la IJMOCF (Unión Mundial de Organizaciones Católicas Femeninas), el Departamento de la Mujer de la Asociación de Amigos de la ONU (que ofrecía la plataforma legal), el Seminario Colectivo Feminista de Barcelona, la Asociación de Empleadas de Hogar en proceso de legalización, representantes de las comisiones de trabajo (sobre legislación, laboral, educación) que perduraban a duras penas y ANCHE.

El grupo de ANCHE fue creciendo -especialmente como consecuencia de impulsar una campaña sobre anticonceptivos- con la integración de mujeres independientes y de militantes de partidos (las trotkistas de la LC y la LCR se incorporarían entonces masivamente) y se fue convirtiendo en un marco importante para profundizar en los planteamientos teóricos del feminismo (Documento n.° 14).

Este desarrollo cuantitativo del Moviment de Dones desde principios de 1976 y la ampliación del espectro político y feminista, hizo poner en tela de juicio el funcionamiento del Secretariado de las Jornades que a la vez era el único marco en el que se coordinaban todos los grupos. Algunas decisiones que tomó, en especial el enviar representantes a la Assemblea de Catalunya (en la que entonces no participaba ninguna organización trotskista), estuvieron a punto de provocar importantes crisis que se resolvieron anteponiendo la unidad del Moviment a la participación en el organismo político catalán, decidiéndose asimismo que el Secretariado se mantendría tal como estaba hasta la celebración de las Jornades, a partir de las cuales el Moviment de Dones se dotaría de nuevos organismos de coordinación democrática. Precisamente el crecimiento y los problemas de falta de legalidad del movimiento de mujeres catalán trataron de aprovecharse para intentar traducirlo en una Asociación Democrática de la Mujer, pero este proyecto, como hemos explicado, sólo triunfaría y parcialmente, en las Jornades Catalanes de la Dona.

Así, durante 1976 y hasta mayo (en que se celebraron las Jornades), el trabajo se centró en la elaboración de ponencias y comunicados que se multicopiaron para que, previamente a las Jornades, pudieran discutirse en los grupos de base de modo que las aportaciones tuvieran el máximo de fundamento. Que las posturas feministas no estaban claras en todos los grupos que formaban parte del Secretariado, lo demuestra el hecho de que el 8 de marzo, aunque se acordó reali2ar una concentración ante la prisión de mujeres de Trinitat para celebrar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, mujeres integradas en algunos grupos de barrios no asistieron porque prefirieron quedarse colaborando en las campañas concretas de su Asociación de Vecinos. En mayo, el «Día de la Madre» se celebró con una manifestación ante la Maternidad denunciando la situación del centro, los problemas de las madres solteras y reclamando la liberalización de los anticonceptivos y el aborto; algunas Vocalías de Mujeres tampoco se sintieron solidarias con esta campaña. Sólo después de las Jornades, todos los grupos irían clarificando sus posturas feministas y reclamando tal calificativo.

Paralelamente, en algunos puntos del Estado empezaron a surgir también grupos feministas, con frecuencia sin conocer la tarea de los que ya funcionaban y partiendo de la realidad concreta en que vivían. En Valencia se incrementaron las organizaciones de mujeres en los barrios; algunas de las mujeres que habían asistido a las Jornadas de Madrid se constituyeron en Asociación de Mujeres Universitarias; otras crearon el Centre d'Estudis i d'Acció María Cambrils (mixto) y todas ellas trabajaron para participar en las Jornades Catalanes de la Dona. En Euzkadi, concretamente en Vizcaya, desde octubre de 1975 un grupo de mujeres en su mayoría estudiantes y no militantes de partidos políticos, iniciaron reuniones periódicas para estudiar la problemática de la mujer, el feminismo y la falta de atención de los partidos políticos sobre esta cuestión. Al principio su tarea consistió casi exclusivamente en intercambiarse bibliografía y artículos para discutirlos. Posteriormente se integraron otras mujeres, asalariadas, universitarias, profesionales, algunas militantes de partidos y organizaciones políticas y sindicales, celebrando encuentros cada vez más amplios que culminarían en octubre de 1976 en la I Asamblea de Mujeres de Vizcaya. En Guipúzcoa, en Galicia, en Valladolid, en Zaragoza, fueron surgiendo poco a poco grupos semejantes de mujeres que se concretaron a partir del verano de 1976.


10. El término «interclasista» se utiliza siguiendo la tradicional concepción de clases sociales, si bien el análisis de la mujer como clase social o como clase sexual está pendiente de ser realizado con rigor.

Las I Jornades catalanes de la dona

Las I Jornades Catalanes de la Dona, que se celebraron en el Paraninfo de la Universidad de Barcelona durante los días 27, 28, 29 y 30 de mayo de 1976 con la participación de más de cuatro mil personas, en su gran mayoría mujeres, significaron un importante paso tanto cuantitativo como cualitativo, no sólo para el movimiento feminista catalán, sino también para la implantación del feminismo en todo el Estado. La capacidad de convocatoria que se consiguió, la resonancia y las polémicas que suscitaron en los medios de comunicación, influyeron para que la opinión pública en general, y los partidos políticos en particular, tomaran más conciencia de que el tema de la mujer era candente y atraía a muchas mujeres.

Las discusiones que durante los meses anteriores se habían producido acerca de la representatividad del Secretariado Organizador de las Jornades y las decisiones que tomaba, especialmente cuando se aceptó que podrían asistir hombres, aunque sólo a título de observadores, sin voz ni voto, y las diferencias de nivel de conciencia y planteamientos feministas entre los distintos grupos, hacían temer unas sesiones muy conflictivas; incluso que las Jornades podían terminar sin acuerdo alguno. Sin embargo, los cuatro intensos días de debate demostraron que se había avanzado notablemente en el nivel de profundización sobre la problemática de la mujer y, en consecuencia, en la clarificación y radicalización de las posiciones.

Los debates de las Jornades se centraron en torno a los distintos temas que iban encabezados por ponencias generales y puntualizados por comunicados más concretos: mujer y trabajo, legislación, educación, familia, medios de comunicación de masas, sexualidad, política, la problemática de la mujer en los barrios y en las zonas rurales, y movimientos feministas. Además, se presentaron una serie de comunicados al margen de estos grandes temas, abordando problemas específicos: prostitución, ocio y de porte, la mujer como emigrada y como emigrante, la mujer y la delincuencia, la mujer soltera, el mito de la maternidad, la mujer en las zonas de afluencia de turismo, etc.

Las discusiones más intensas se produjeron en torno a las ponencias y comunicados sobre mujer y política (cuya ponencia había sido elaborada por las mujeres de la UMOCF), familia, sexualidad y la problemática de la mujer en los barrios. Los planteamientos meramente reformistas de la ponencia sobre mujer y política fueron criticados con rigor por ANCHE y el Seminario Colectivo Feminista de Barcelona (cada uno desde sus particulares perspectivas) y por mujeres que intervinieron a título individual. En general no se aceptaba que la solución a la marginación de la mujer de los órganos de decisión política, del Estado y de los partidos políticos de la oposición, pasase simple mente por conseguir una participación paritaria cuantitativamente respecto a los hombres. El sistema capitalista y autoritario y las formas de poder patriarcal fueron cuestionados en su raíz. Por otra parte, el ataque a la familia como célula básica de la explotación y opresión específicas de la mujer y pilar fundamental de la conservación del sistema actual y, por tanto, la exigencia de su desaparición a la larga y su recambio por formas en que pudieran darse relaciones libres entre personas libres para llegar de verdad a la liberación de la mujer, y la denuncia del papel sexual asignado a la mujer y orientado a la procreación, de los métodos de control de natalidad y su explotación por las grandes empresas imperialistas y en consecuencia la necesidad de buscar nuevas alternativas a una sexualidad liberadora, fueron los puntos que rechazaron finalmente las mujeres vinculadas a la UMOCF (Unión Mundial de Organizaciones Católicas Femeninas).

Esto, unido al incidente que se produjo cuando una señora, que dijo hablar en nombre de 100.000 familias españolas, empezó a leer en tono desafiante un comunicado en el que se ensalzaba el papel tradicional de la mujer madre y esposa y el de la familia, a lo cual se opuso la sala en pleno, por lo que la lectora tuvo que abandonar el estrado, hicieron que el último día la UMOCF presentase un comunicado declarando que abandonaban las Jornades alegando que, «salvando la mayor parte de las ponencias y bastantes comunicados, especialmente los que hacen referencia a la mujer y la educación, la mujer y la familia y la mujer y la sexualidad, están basadas sólo en la superficialidad, el placer, el egoísmo y la materialidad de los hechos sin tener en cuenta lo que es esencia en la persona humana (mujer y hombre), o sea, el Amor, la entrega al otro, toda la riqueza espiritual que la hace más persona» (Documento n.° 10 - II).

También en la prensa las reacciones más airadas surgieron a raíz de estos temas; escandalizó el tratamiento que se había dado a la familia y la sexualidad de la mujer, y representantes de la derecha más recalcitrante se apresuraron a replicar públicamente: la Comisión Permanente del Secretariado de Unió Catalana (grupo catalán vinculado a la asociación política TJDE) publicó inmediatamente una nota en la que, entre otras cosas, decía que las Jornades «no dejan de ser algo grotesco y, en lo que no tenga tal, carácter, simplemente brutal». Articulistas progresistas también se rasgaron las vestiduras demostrando así sus profundas raíces reaccionarias, filosofando sobre el abandono de los hijos que según ellos pretendían las feministas. Estas reacciones de la derecha (auténtica o camuflada) ratificaron sin duda la validez de los planteamientos que se hacían en el Paraninfo de la Universidad de Barcelona y la certeza de que se estaba tocando fondo en la problemática de la mujer.

Las tendencias que se manifestaron en aquellas Jornades no quedaron tan claramente delimitadas como en Madrid o, al me nos, no aparecieron como irreconciliables. A pesar de que los medios de comunicación en general se ensañaron con las feministas radicales del Seminario Colectivo Feminista de Barcelona, muchas de las mujeres que participaban en las Jornades y que habían trabajado en el Moviment de Dones no se sentían tan alejadas de ellas como pudiera deducirse leyendo la prensa de aquellos días y comentarios escritos posteriormente (11). Además del feminismo reformista -que como hemos dicho se retiró el último día-, surgía en los debates y en algunas ponencias una postura que podríamos asimilarla a la del Movimiento Democrático de Mujeres, especialmente clara en la ponencia sobre mujer y barrios y en algunas intervenciones de mujeres con más. El Seminario Colectivo Feminista de Barcelona, aunque en aquellos días ya estaba en crisis, planteó coherentemente sus posturas a través de comunicados en casi todas las ponencias.

Y ANCHE y algunas Vocalías de Mujeres, representaron la alternativa que podríamos llamar feminismo socialista o feminismo lucha de clases, es decir, lo que en las 1 Jornadas por la Liberación de la Mujer quedó esbozado como línea Barcelona. La lectura del libro en el que se recopila todo el material que se leyó en aquellas Jornades presenta claramente las diferencias de criterios de los distintos grupos sobre los diferentes temas (12).

A pesar de las discrepancias, se logró que el último día se aprobaran por unanimidad unas conclusiones generales (Documento n.° 10 - 1), en las que se mezclaban reivindicaciones a corto y largo plazo y denuncias elementales. La denuncia final a los partidos y organizaciones políticas, por el olvido que habían demostrado de toda la problemática de la mujer, y avisándoles que no se aceptaría que recogieran las reivindicaciones feministas como mero acto oportunista -denuncia que hoy nos parece bien poco maliciosa-, suscitó problemas con las mujeres más políticas que habían asistido a las jornades, es decir, militantes de partidos políticos que en realidad no creían en el movimiento feminista. Así, entre las militantes de los mismos partidos, se produje ron diferencias -no sólo a la hora de aceptar la denuncia a los partidos sino también en los debates anteriores- entre las que trabajaban en el movimiento feminista y las que podemos calificar como meramente políticas, la mayoría de las cuales no obstante han ido revisando con mayor o menor profundidad su cerrazón mental hacia su propia problemática tras la experiencia de aquellas Jornades.

Sin duda el punto negro de aquellos días surgió en la última sesión. Uno de los problemas con que se había tropezado el hasta entonces denominado Moviment de Dones había sido su falta de plataforma legal. La alternativa de crear una asociación legal que englobase a todo el movimiento (y la alternativa más concreta de transformarlo en una Asociación Democrática de la Mujer) se había presentado en los meses anteriores -como hemos dicho- y hay que reconocer que en aquellas circunstancias tenía un cierto atractivo. Pero no era compartida por la mayoría de las mujeres pues, a la vez que se sufrían las consecuencias de la falta de legalidad, se veía que un movimiento tan diversificado en tendencias y grupos, en posiciones y formas organizativas, no podía constreñirse en el marco de una única asociación legal. No obstante, la última tarde, durante la que se tenía que debatir los problemas del movimiento feminista en Catalunya, la alternativa del PTE se puso insistentemente sobre la mesa. Frente a esto, la mayoría de los grupos veía la solución en una Coordinadora que agrupase a todos los grupos, que fuese unitaria pero sin hipotecar la autonomía de las distintas opciones, e independiente de los partidos y organizaciones políticas.

La propuesta del PTE fue secundada por mujeres de la UMOCF y algunas socialistas y comunistas, y se materializó a principios del verano en la Associació Catalana de la Dona, que se presentó como «una organización amplia y unitaria surgida de las Jornadas» (Documento n.° 5), es decir: no como un grupo más, sino con la pretensión de acabar englobando en su seno a todos los demás grupos, motivo por el cual se autoexcluyen -y se siguen autoexcluyendo- de la Coordinadora Feminista de Barcelona.

Hay que reseñar también que durante estas Jornades aparecieron públicamente la Unión Popular de Mujeres (UPM) y Mujeres Libres, por primera vez durante estos años. Y que, además de las reacciones que las Jornades suscitaron en los partidos y gentes de derechas, los de izquierdas se apresuraron también a sacar sus comunicados, panfletos y folletos que vendían en los pasillos de la Universidad -y que demostraban escasa profundización en el problema y excesiva demagogia-, dando a conocer sus posturas sobre la cuestión.


11. La versión que Teresa Pamies hace de las Jornades Catalanes de la Dona en su obra El maig de les dones (Laia, Barcelona, 1976), presenta una interpretación muy subjetiva y nada feminista de los debates y especialmente de la actuación del Colectivo, versión no compartida por la mayoría de las mujeres que trabajaban en el Moviment de Dones en aquellas fechas. Una visión de los planteamientos y actuaciones del Movimiento Democrático de Mujeres puede obtenerse leyendo la obra anteriormente citada y el libro de Sara Iribarren (ver bibliografía).

12. Las ponencias, comunicados y conclusiones de las I Jornades Catalanes de la Dona están publicadas en un libro que lleva ese mismo título, Alternativas. Barcelona, 1977.

Capítulo 3 - Panorama actual del movimiento feminista en España

Durante 1976 y lo que llevamos de 1977, numerosos grupos feministas se han consolidado o han surgido nuevos por toda España adoptando diferentes formas organizativas -legales o no legales- y con tendencias diversas, más o menos definidas. Resulta prácticamente imposible hoy trazar una visión general y completa de todos estos grupos, de su origen, desarrollo y postulados, su incidencia y su evolución teórica y práctica. Y a la hora de escribir estas páginas nos hemos encontrado con varios problemas. El primero, las dificultades materiales para conocer todos los grupos existentes y conseguir el máximo de información sobre cada uno de ellos. El segundo, aunque sin duda el más importante, exponer coherentemente lo que conocemos sin caer en esquematismos fáciles.

Algunos problemas de fondo

En una primera redacción de estas páginas caímos en la trampa de presentar los distintos grupos a partir de una clasificación general comúnmente aceptada. En parte para que la lectura resultara más fácil. Pero al releerlo vimos que el esquema propuesto no obedecía tanto a las diferencias sustanciales que se dan entre unos grupos y otros como a prejuicios fruto de un análisis externo y hasta contrario a la problemática del feminismo

Así, establecíamos una distinción entre:

1. Organizaciones de mujeres impulsadas por partidos y organizaciones políticas (Movimiento Democrático de Mujeres, Asociaciones Democráticas de la Mujer y algunos AUPEPM, Unión Popular de Mujeres, Mujeres Libres, Unión para la Liberación de la Mujer).

2. El feminismo sexista o radical, con sus variedades: los Colectivos Feministas Homologados a nivel de Estado, LA MAR, Seminario Colectivo Feminista de Madrid, Colectivo Feminista Pelvis de Mallorca, etc.

3. Grupos que pueden definirse como feministas socialistas o tendencia lucha de clases, entre los cuales el más definido y representativo es el Frente de Liberación de la Mujer, de Madrid.

4. El feminismo reformista, que propugna meros cambios legales y sociales, pero sin cuestionar el papel de la mujer en el seno de la familia y la sociedad. Representado hasta ahora por la UMOCF (Unión Mundial de Organizaciones Católicas Femeninas), se amplía en la actualidad con las posturas de los partidos democrático-burgueses sobre la problemática de la mujer y ha sido recogido incluso por la extrema derecha que ha creado la Organización de Mujeres Independientes.

Analizada a fondo esta clasificación, resulta cuanto menos superficial. Si profundizarnos en los planteamientos de cada grupo -muchos de los cuales están en pleno proceso de clarificación- descubrimos, además, la falsedad del esquema propuesto. Así, diferenciar entre feministas radicales o sexistas y feministas socialistas o tendencia lucha de clases corresponde más a los esquemas que sobre el feminismo han elaborado los partidos políticos de izquierda que a la realidad: en general unas y otras aceptan la necesidad de llegar a un sistema socialista para sentar las bases materiales en las que sea posible la liberación de la mujer. Y este objetivo también es común a las mujeres que trabajan en grupos impulsados por partidos políticos comunistas (aunque hoy lo suelan silenciar por Cuestiones tácticas, al menos cuando hablan públicamente). Así pues, este esquema sobre las tendencias feministas actuales, aceptado a nivel de opinión pública, parece hecho a la medida de quienes están dispuestos a permitir que se plantee la problemática de la mujer siempre que sea dentro de un orden, siempre que no lo cuestione todo; de quienes admiten que las mujeres nos organicemos conjuntamente, pero prefieren que surjan entre nosotras diferencias que se presenten como irreconciliables; de quienes hoy ya admiten que las mujeres seamos feministas y vuelcan sus iras antifeministas contra las radicales.

Esto plantea dos cuestiones: ¿Qué diferencia realmente unos grupos de otros? ¿Puede admitirse, desde una perspectiva feminista, la regla comúnmente utilizada en política para clasificar las organizaciones existentes en conservadoras, reformistas y revolucionarias?

Este libro no pretende hacer una aportación teórica sobre la problemática del feminismo, sino simplemente, como ya hemos indicado, ofrecer unos apuntes sobre la historia de la rebelión feminista hasta abril de 1977. Por ello, y porque parto de la base de que hoy por hoy el movimiento feminista tiene que re planteárselo todo para no reincidir en los errores cometidos históricamente -y que ha llevado normalmente a las feministas revolucionarias a claudicar de sus principios en los momentos decisivos de la Historia-, me limitaré a señalar algunos de estos problemas que están en la base de las diferencias entre unos grupos y otros.

Uno de los primeros problemas que surge con más frecuencia y también con más virulencia en el seno de las organizaciones feministas, es el de la doble militancia (en el movimiento feminista y en organizaciones políticas). Creo que se plantea por varias razones: para evitar que una organización de mujeres sea manipulada y capitalizada por uno o varios partidos políticos. Pero fundamentalmente porque hoy por hoy no se ha resuelto la relación entre feminismo y política, relación que ya hemos visto cómo se ha presentado durante estos 40 años desde las distintas perspectivas políticas.

Repasando esta historia de la rebelión feminista bajo el franquismo vemos que, en un primer momento, los partidos políticos que se acordaron de que las mujeres vivimos en unas condiciones especiales, concibieron las organizaciones dedicadas a las mujeres con el objetivo primordial de incorporarlas a la lucha política general, otorgándoles tareas subalternas y/o muy concordes con papel del ama de casa que el sistema imperante les otorga; ni siquiera eso: plantearon la incorporación directa de las n res a sus respectivas organizaciones políticas sin permitir que se autodiscriminasen o que distrajesen la atención del objetivo principal. Los primeros señalaron algunos de los problemas más e mentales de la mujer, aunque sin cuestionar el papel que la sociedad le asigna; para los segundos, hay que esperar a la re lución socialista para poder resolver estos problemas. Con el auge del feminismo, los partidos -no todos, pues todavía algunos de la extrema izquierda mantienen la idea de que la problemática de la mujer debe postergarse a la revolución- han llegado a aceptar el derecho a la existencia del Movimiento Feminista y, bien han querido dirigirlo, o bien dicen que ha de ser autónomo pero en ambos casos lo conciben como un movimiento que plantea reivindicaciones específicas de la mujer, es decir, como movimiento meramente reivindicativo, reservándose para sí mismos la prerrogativa de dar la alternativa política global a la sociedad, alternativa en la que suelen olvidar la opresión específica de la mujer; y creyéndose que cumplen con el feminismo cuando incluyen ciertas reivindicaciones elementales de las mujeres.

En todos los casos se parte de una aplicación excesivamente esquemática del marxismo y de que la contradicción fundamenta que se da actualmente en la sociedad capitalista, es la lucha de clases, el antagonismo burguesía-proletariado. Y en ningún se ha realizado un análisis riguroso y profundo de las causas permiten que la opresión de la mujer se haya dado histórica mente, a pesar de las distintas modificaciones que ha sufrido el modo de producción dominante y las relaciones de producción en cada etapa histórica; hayan sobrevivido donde se han producido diferentes revoluciones socialistas y, lo que es más grave, acepta sin la menor inquietud que esta opresión de la mujer se mantendrá, al menos durante un cierto tiempo, cuando se cumplan las alternativas políticas globales que propone la izquierda. Y todo esto, a pesar de que la primera contradicción que se dio históricamente entre los seres humanos, como señala incluso la Biblia, y que está en la base de la perpetuación de la división social entre explotadores y explotados, opresores y oprimidos, es la contradicción hombre-mujer: «Ganarás el pan con el sudor de tu frente, parirás hijos con dolor».

Falta, pues, un análisis serio de cuáles son las condiciones materiales que permiten la supervivencia histórica de la opresión de la mujer, la formas concretas que adopta en el sistema capita lista, cómo perviven -y pueden seguir perviviendo- en sistemas socialistas. Y, también, las razones profundas por las que la izquierda olvida sistemáticamente esta primera contradicción hombre-mujer; en definitiva, hasta qué punto esta contradicción es tan básica que se perpetúa entre los revolucionarios. Sin duda, sólo la clarificación de este punto permitirá al Movimiento Feminista obtener una perspectiva clara de lo que debe pretender y contra qué debe luchar.

Esta cuestión fundamental conduce inmediatamente a otras no menos importantes: ¿Debe el Movimiento Feminista centrarse en la lucha por las reivindicaciones específicas de la mujer o quizás ha de ir más lejos y plantear una alternativa global a la sociedad para que no sea posible la opresión de la mujer, base de todo sistema de explotación? ¿Es válido el marxismo como método de análisis para comprender las raíces de la opresión de la mujer, de su papel en la sociedad como reproductora de la especie y de bienes de uso elementales, pero no valorados socialmente, o es necesario revisarlo hasta donde sea necesario? Cuando intentamos plantear correctamente las reivindicaciones feministas nos damos cuenta de que si bien algunas aparecen como muy claramente específicas como el derecho al libre ejercicio de la sexualidad con todas sus implicaciones, hay otras que sólo pueden conseguirse incidiendo en las reivindicaciones sociales generales desde una nueva perspectiva feminista: por ejemplo, la exigencia de servicios colectivos no debe ir sólo orientada a conseguir una mejor calidad de vida, sino fundamentalmente a colectivizar las tareas del hogar, a abolir el trabajo doméstico. La división entre lo específico y lo general resulta, pues, artificial. En consecuencia es necesario que las feministas analicemos las razones por las que la izquierdas cuando plantea reivindicaciones generales olvida sistemáticamente el papel que la mujer cumple en la sociedad.

De la respuesta a estos problemas depende resolver otros i menos importantes y que hoy nos apremian: ¿Cómo debe concebirse el movimiento feminista, sus objetivos, su estrategia, formas de lucha? ¿Ha de ser un movimiento de vanguardia o masas? ¿Cuál debe ser la actuación de las feministas en el momento actual, en plena búsqueda de lo que quizá pueda ser alternativa política global a la sociedad y cuando existen instrumentos de lucha política muy determinados e implantados como son los partidos y organizaciones políticas y sindicales? Problemas como los de la doble militancia, las relaciones con los hombres, su participación o no en los actos organizados por 1as feministas, la adopción de posturas concretas como Movimiento ante coyunturas políticas determinadas -cómo puedan ser las actuales elecciones-, etcétera, etcétera, dependen, en último término, de resolver los interrogantes anteriores.

Es evidente que el Movimiento Feminista se encuentra en una etapa de autodescubrimiento que pasa, además, por la necesidad de indagar la propia identidad de la mujer, ya que ésta, de acuerdo con la ideología imperante, no es un ser en sí mismo, sino un ser referido y supeditado a otro, el ser por excelencia, el hombre. Este gran debate es, pues, absolutamente necesario si s quiere llegar a orientar correctamente el Movimiento para la 1iberación de la Mujer y evitar caer en los errores y traiciones siempre. Y estos son los problemas que difícilmente se plantear los partidos políticos.

Sólo teniendo en cuenta la necesidad que existe de clarificar estos grandes temas -o el deseo explicito o implícito de no darlos, o la creencia de que están resueltos-, podemos comprender mejor las diferencias que se dan entre los grupos feministas que han surgido en estos últimos años y el panorama actual del movimiento feminista.

Feminismo reivindicativo o alternativa política global

Por todo lo dicho anteriormente, la exposición del panorama actual de las organizaciones feministas no se hará siguiendo el esquema aceptado comúnmente, cargado de prejuicios antifeministas, sino teniendo en cuenta las posturas adoptadas ante las cuestiones anteriormente mencionadas o el proceso de clarificación en que se encuentran actualmente los distintos grupos del Movimiento de Liberación de la Mujer del Estado español, y en la medida de los datos que he podido conseguir.

Las organizaciones de mujeres que han sido impulsadas por partidos políticos admiten, en principio, que la alternativa política global la han de dar los partidos políticos, mientras que el movimiento feminista ha de limitarse a recoger y defender las reivindicaciones específicas de la mujer. Clasificarlos en reformistas o revolucionarios resulta cuanto menos elástico. Evidente mente, se quedan en un puro reformismo los que admiten la validez de la sociedad capitalista; su única pretensión es producir ciertos reajustes en ella para que el sistema actual subsista con menos tensiones. Aquellos que surgen promovidos por partidos comunistas, pueden también quedarse en meros reformismos y no tanto por la estrategia política concreta de uno u otro partido: ya hemos visto cómo todavía hoy organizaciones consideradas políticamente de extrema izquierda ponen de manifiesto un claro conservadurismo e incluso un claro reaccionarismo en cuanto a la problemática de la mujer, no sólo en la teoría sino también y especialmente en la práctica: y esto nos hace recelar profunda mente de que sean en realidad revolucionarios.

Lo que sí parece claro es que si las mujeres que forman parte de estas organizaciones impulsadas por partidos, no están dispuestas a revisar a fondo toda la problemática pendiente del feminismo, reducirán el movimiento feminista -tal como ha sucedido hasta ahora- a un simple movimiento reivindicativo. Y que su actuación oscilará según las estrategias de sus respectivos partidos, las tácticas respecto a los movimientos populares y los intereses coyunturales que les lleven a establecer prioridades a la hora de abordar unos u otros problemas sociales. Si las reivindicaciones que plantean se quedarán o no en simples reformas, pienso que depende de que sean asimilables o no por ci sistema; es decir, de que supongan correcciones a las contradicciones y tensiones que se dan en la sociedad o de que sean planteadas de tal forma que vayan sentando las bases materiales de una sociedad donde no se pueda dar la opresión de la mujer.

Estas organizaciones vinculadas a partidos funcionan -o as piran a funcionar- a nivel de todo el Estado, dependiendo su incidencia de la que tiene su partido en cada zona.

Ya hemos hablado del origen y desarrollo, y de la situación actual de la mayoría de ellas, especialmente del Movimiento Democrático de Mujeres-Movimiento de Liberación de la Mujer, y de las Asociaciones Democráticas de la Mujer en sus distintas versiones. Ambas organizaciones se declaran interclasistas en el sen- tipo clásico del término -a pesar de sus vinculaciones a partidos de la clase obrera, mantienen la línea de éstos respecto al movimiento popular-, unitarias y autónomas de los partidos políticos y en su seno acogen a mujeres con planteamientos políticos capitalistas.

A finales de enero de 1977 se constituyó la Federación de Asociaciones Feministas del Estado español, en la que se integra ron las ADM mencionadas bajo un programa común (Documento n.° 6) y cuya actividad primordial se ha centrado en intentar su legalización, primero a través de la ventanilla y después del Tribunal Supremo (asociaciones de Madrid y Barcelona) y en una campaña por una Ley del Divorcio a partir de un anteproyecto para el cual recogen firmas (13). El hecho de que estas Asociaciones estuvieran integradas por mujeres con distintas posturas políticas -aunque encauzadas por militantes del PTE fundamentalmente-, las relaciones actuales entre el PTE y la ORT, y la contradicción de que a nivel local mantuvieran posturas antiunitarias con otros grupos feministas y, sin embargo, fomentaran una coordinadora estatal particular, hizo que la constitución de la Federación provocase desde tensiones internas a dimisiones de algunas de sus promotoras (la UMOCF y mujeres socialistas y comunistas en Barcelona) y la escisión de otras que constituyeron nuevas organizaciones (la Unión para la Liberación de la Mujer, de Madrid, fomentada por la ORT) o simplemente abandonaron las respectivas Asociaciones Democráticas (un importante grupo de Euzkadi, otro de Castilla-León). No obstante estos problemas y la oposición que han suscitado estas Asociaciones entre los restantes grupos feministas, las ADM siguen con su política expansionista y últimamente se ha constituido la Asociación Democrática de la Mujer del País Valencia.

El PTE propugnó también como frente de las mujeres estudiantes universitarias, las Asociaciones Universitarias para el Estudio de los Problemas de la Mujer (AUPEPM), aunque en la actualidad no todas las organizaciones que se acogen bajo estas siglas están sujetas a su influencia. Las que lo están constituyeron en octubre de 1976 la Coordinadora Estatal de AUPEPM forma da por las de Málaga, Cádiz, Barcelona, Valladolid, Burgos, Sala manca, Santander, Navarra y la AUM (Asociación Universitaria de Mujeres) de Sevilla (AUPEPM de Sevilla es unitaria), y en las zonas de influencia de estas AUPEPM coordinadas han surgido grupos de mujeres universitarias diversos: Grups de Dones d'Universitat de Barcelona, Moviment Feminista Universitari del País Valencia, el Movimiento Universitario para la Liberación de la Mujer, de Valladolid, etc.

Como ya hemos explicado, el PTE planteó dos frentes organizativos: el feminista (ADM y AUPEPM) y el reivindicativo tradicional. Este último está formado por asociaciones de mujeres o de amas de casa -casi todas en trámite de legalización- que se coordinan entre sí (Coordinadora de Amas de Casa de Barcelona, de Madrid, etc.) y han tenido más influencia propagandística en los medios de comunicación de masas que en la realidad, sin duda debido a la crisis en que han entrado las organizaciones de amas de casa, de lo que hablaremos más adelante.

Además de estas organizaciones, con un claro peso específico a nivel estatal, existen otras dos con menor incidencia, también vinculadas a organizaciones políticas y que han salido últimamente a la luz pública: la Unión Popular de Mujeres, vinculada al FRAP, y Mujeres Libres, anarquista y mixta.

La Unión Popular de Mujeres (UPM) revisó sus planteamientos anteriores a partir del verano de 1976: de concebirse como el frente para incorporar a las mujeres a la lucha política del FRAP, ha pasado a ser la organización de vanguardia de las feministas de esta organización y ha elaborado una amplia plata forma en la que analiza la situación de la mujer, las reivindicaciones inmediatas y a largo plazo, y las relaciones entre la lucha feminista y la lucha política. En esta plataforma, aunque se afirma que «el hombre es utilizado como instrumento de una discriminación injusta y de una ideología reaccionaria y actúa respecto a la mujer al igual que el patrón actúa con el trabajador...», se dice que «las mujeres debemos rebelamos ante la actuación de la inmensa mayoría de los hombres hacia nosotras, no enfocándolo como una lucha entre enemigos, sino haciéndoles comprender que su comportamiento es injusto y contrario a los intereses del pueblo». Como objetivos políticos señalan que las mujeres deben luchar en la etapa actual por una República Popular y Federativa y también contra el imperialismo y el social- imperialismo (14).

En noviembre de 1976 se dan a conocer públicamente las organizaciones de Mujeres Libres (15) que dicen estar implantadas en Madrid, Valencia, Andalucía, Barcelona y otras regiones de la Península «estructurándose poco a poco en Federaciones de Agrupaciones locales hasta lograr coordinación a nivel nacional».

Estos grupos son mixtos y, se declaran, para ellos «la cuestión fundamental no es la liberación de la mujer en sí, sino que ésta se plantea en el marco más amplio de la emancipación de la clase trabajadora dentro de la perspectiva libertaria», pues su «meta final» es «una reestructuración de la sociedad que permita vivir a la pareja de hombre y mujer, en calidad de PERSONAS y en perfecta igualdad de derechos y obligaciones» (16).

En el otro extremo encontramos una serie de grupos que suelen englobarse, con cierto tono despectivo y peyorativo, bajo el común denominador de radicales o sexistas. Les une el hecho de que parten de una perspectiva completamente opuesta a la de las organizaciones impulsadas por partidos políticos, pues creen que las mujeres deben organizarse sólo como tales, para llevar cabo la revolución feminista. Entre estos grupos existen notables diferencias.

Los Colectivos Feministas Homologados a nivel de Estado (Barcelona, Madrid, Valencia, Castellón, Sevilla, Oviedo) parten de la base de que dado el papel asignado a la mujer en el sistema productivo como ama de casal, causa de su opresión, ésta constituye una clase social, la más explotada de todas. Por ello, debe organizarse autónoma e independientemente de los hombres. De acuerdo con una línea marxista-leninista, el objetivo de estos Colectivos es constituirse en partido político para la toma del poder y su posterior destrucción, método a través del cual creen que pueden deshacerse 1a actuales relaciones sociales. Según ellas sólo una sociedad socialista puede sentar las bases materiales que permitan la revolución feminista, la liberación de esta última clase explotada que es la mujer. De ahí que admitan que en la etapa actual son necesarias las alianzas con otras clases grupos oprimidos. Así pues, conciben sus organizaciones feministas como partidos políticos que plantean la alternativa política global desde una perspectiva feminista, y de acuerdo con unos presupuestos marxistas-leninistas. A la vez admiten la validez histórica de otros partidos y organizaciones políticas, aunque creen que las mujeres no deben militar en ellos dados sus intereses machistas.

A raíz del debate que se produjo en aquellos Seminarios Colectivos Feministas surgidos de las 1 Jornadas por la Liberación de la Mujer sobre estos temas, y especialmente como consecuencia de la decisión concreta de que se aliasen con la Unión de Republicanos, un grupo de mujeres se escindió del de Barcelona, constituyendo el grupo LA MAR (Lucha Antiautoritaria de Mujeres Antipatriarcales Revolucionarias). En Madrid, las que no estuvieron de acuerdo con aquella política de alianzas, decidieron que el Seminario Colectivo Feminista de aquella localidad no aceptaba las decisiones adoptadas por el de Barcelona, por lo que las que aceptaron la política de alianzas abandonaron el grupo constituyéndose en Colectivo Feminista. A continuación, el de Barcelona y los restantes que iban surgiendo en otras zonas de acuerdo con estos postulados, adoptaron el mismo nombre: Colectivos Feministas Homologados (17).

El grupo LA MAR inició un amplio debate sobre las cuestiones que ya habían sido aceptadas en el grupo del que provenían, llegando a la conclusión de que necesitaban revisar todos los presupuestos anteriores fruto de una cultura claramente machista. En el Documento n.° 17 exponen ellas mismas su postura actual. También el Seminario Colectivo Feminista de Madrid se ha replanteado no sólo las cuestiones que suscitaron las escisiones sino toda la perspectiva de lo que debe ser el feminismo y la necesidad de profundizar en la propia identidad de la mujer, de una nueva cultura feminista, y de las características de la lucha por la liberación de la mujer. La evolución interna de estos dos grupos les distancia cada día más de los Colectivos Feministas Homologados que en setiembre de 1976 celebraron una cumbre, de la que surgió un programa común (Documento n.° 15). Por su parte, el Seminario Colectivo Feminista de Madrid mantiene actualmente el programa que adoptó en mayo de 1976 (Documento n.° 16). Grupos con planteamientos similares han surgido en otros puntos del Estado, como el Grupo Feminista Autónomo de Guipúzcoa o el Colectivo Feminista Pelvis de Mallorca, cuya tarea principal es fomentar la investigación de la sexualidad de la mujer desde una perspectiva feminista a través de los colectivos self-help (auto-ayuda). (Documento n.° 18.)

En medio de estas dos concepciones claras acerca de lo que debe ser el Movimiento Feminista, un Movimiento que plantee las reivindicaciones específicas de las mujeres y deje en mano de los partidos políticos y organizaciones sindicales la alternativa política global, u organizaciones de mujeres que explicitan una política feminista o que ven la necesidad de revisar incluso la concepción de la lucha política y de profundizar en el feminismo, han surgido una serie de grupos que, en principio, se definen como autónomos e independientes de los partidos políticos y de los hombres, de las organizaciones sectoriales y del Estado, unitarios, y que admiten en su seno tanto militantes de distintos partidos políticos como diversas tendencias feministas. Cabría situar los en lo que en la primera clasificación denominábamos feminismo socialista o lucha de clases, si bien en la mayoría de ellos también participan feministas radicales.

El Frente de Liberación de la Mujer de Madrid (cuyos principios fundamentales ya hemos explicado en el capítulo anterior y aparecen en el Documento n.° 11), es sin duda el que más ha perfilado una tendencia de feminismo socialista.

De los restantes grupos unitarios del Estado español puede decirse que, hoy por hoy, entienden el movimiento feminista como meramente reivindicativo y aceptan que los partidos políticos son los instrumentos de transformación global de la sociedad (de ahí que admitan la doble militancia), pero están en contra de la creación de las secciones femeninas de los partidos políticos y ven la necesidad de profundizar en lo que deba ser el feminismo.

Precisamente una de las tareas principales en que se han centrado las distintas organizaciones feministas que han surgido en este último año y medio en todo el Estado español, además de campañas reivindicativas muy concretas, ha sido el debate sobre los problemas de fondo del feminismo que he señalado antes, y la disyuntiva entre movimiento feminista reivindicativo y movimiento feminista como alternativa global a la sociedad. Normal mente este debate no se ha planteado abiertamente, sino como consecuencia de problemas concretos (campañas, actos, enfoque de los mismos, posiciones a adoptar ante determinados acontecimientos políticos) que hacían intuir las contradicciones de fondo. Es lógico que esto haya sido así y que haya provocado tensiones y enfrentamientos entre dobles militantes, radicales e independientes, que pueden parecer superficiales o irresolubles, pero que son la consecuencia clara de la situación actual del feminismo. Durante estos años de dictadura, las mujeres hemos sufrido una especial represión ideológica y sólo desde hace muy poco tiempo se acepta en los medios progresistas la legitimidad revolucionaria del feminismo, y aún con todas las limitaciones que han aparecido en estas páginas. Muchas mujeres que han querido luchar contra el sistema, han pasado antes por la escuela política que por la escuela feminista, y por tanto parten de la convicción de que la clase obrera ha de dirigir el proceso revolucionario, idea que o bien la admiten sin más discusiones o bien la cuestionan con dificultad. Las discrepancias entre las distintas posturas feministas, unidas a las fricciones entre los diferentes partidos de las dobles militantes y a las reticencias mutuas que existen entre éstas, las independientes y las contrarias a la doble militancia, han enrarecido con frecuencia el ambiente impidiendo llevar las discusiones con serenidad hasta sus últimas consecuencias. Esto ha llegado a provocar crisis o escisiones en el seno de los diferentes grupos unitarios.

La evolución del grupo de mujeres de ANCHE de Barcelona, hasta su total liquidación en el primer trimestre de 1977, creo que es un claro exponente de esta dinámica. El Documento n.° 14 expone la versión de uno de los grupos: el que ha opta do por investigar sobre el feminismo como alternativa política global. Sin embargo, el lenguaje empleado en el documento -y lo que en él se dice de las propuestas que fueron rechazadas- y la procedencia política de algunas de las integrantes de este grupo (antiguas militantes de LC, OCBR, AC) que hoy se manifiestan partidarias de la militancia única de las mujeres en el Movimiento Feminista, hacen pensar en que, consciente o inconscientemente, las discrepancias que actualmente separan a algunas organizaciones trotskistas entre sí y con otras de la izquierda, han influido decisivamente en las distintas posturas feministas adoptadas.

Carecemos de datos para hacer una valoración del nacimiento, desarrollo y evolución teórica y práctica de otras organizaciones unitarias del Estado español, y de la incidencia que haya tenido en ellos la correlación de fuerzas políticas de cada zona, por lo que a partir de ahora nuestra exposición se quedará en el terreno descriptivo, procurando resumir también la situación general de otros grupos de mujeres en cada zona.


13. La obra que puede dar una visión más global de los planteamientos de las Asociaciones Democráticas de la Mujer y, más concretamente, de la Associació Catalana de la Dona, es El resurgir del feminismo en España, obra de Anna Mercad presidenta de esta A.C.D. (Bilbao, 1977).

14. Extraído del «Proyecto de plataforma de la Unión Popular de Mujeres (UPM)», octubre, 1976.

15. Es interesante comparar los planteamientos actuales de Mujeres Libres con los que Mary Nash recoge de este grupo en su obra Mujeres Libres, España 1936-1939, Tusquets, Barcelona, 1975.

16. Extraído de una hoja hecha pública por la Agrupación de Mujeres Libres de Barcelona, bajo el título «Qué es "Mujeres Libres"» (Barcelona, noviembre 1976).

17. Los planteamientos de los Colectivos Feministas Homologados quedaron reflejados en una mesa redonda que apareció en el n.° 3 de Vindicación Feminista. Precisamente la disconformidad con ellos provocó las discrepancias en el Seminario Colectivo Feminista de Madrid. En el momento de cerrar la edición de este libro, se ha producido una escisión en el Colectivo Feminista de Barcelona. Tal como se recoge en la Cronología, tres de sus miembros han sido expulsadas y éstas, considerando que los Colectivos han sufrido una desviación en su línea política feminista original se han constituido, junto con otras, en Organización Feminista Revolucionaria para la formación del Partido Feminista.

Panorama general de las organizaciones feministas del Estado español

En Barcelona, después de las Jornades Catalanes de la Dona, el Moviment de Dones quedó dividido en dos grandes bloques: la Associació Catalana de la Dona (a la que nos hemos referido al hablar de las Asociaciones Democráticas de la Mujer) y los restantes grupos que se integraron en una «Coordinadora de grupos feministas y vocalías de mujeres» que a partir de enero de 1977 se denominó Coordinadora Feminista de Barcelona. La Coordinadora Feminista de Barcelona debe considerarse como una plataforma de coordinación de grupos diversos, que se define por ser unitaria pero no vinculante, independiente y autónoma de los partidos políticos y de los hombres, y sin programa común a no ser una cierta referencia a las conclusiones que se aprobaron en las Jornades Catalanes de la Dona. En esta Coordinadora están integrados desde grupos con planteamientos concretos como el Colectivo Feminista, LA MAR, Mujeres Libres, UPM, hasta otros con objetivos específicos como la Asociación de Mujeres Divorciadas, la recién creada Agrupación de Madres Solteras, y otros grupos de mujeres organizados por zonas (Vocalías de Mujeres de las Asociaciones de Vecinos) o por sectores (Moviment de Dones de Banca, mujeres de Comisiones Obreras, mujeres asalariadas de distintas empresas), además de los grupos a que ha dado lugar ANCHE. Todo ello supone un amplio espectro político y feminista dentro de la Coordinadora. En los grupos de mujeres organizados por zonas o sectores es donde se esboza lo que llamamos feminismo socialista, si bien no puede decirse que constituyan una tendencia delimitada dentro de la Coordinadora ya que en ellos trabajan unitariamente mujeres con distintos planteamientos feministas. ANCHE fue una posibilidad de configurar esta línea de feminismo socialista o feminismo lucha de clases. Pero desde octubre de 1976 entró en la crisis que hemos expuesto y cuyo resultado queda reflejado en el Documento n.° 14.

En otras zonas de Catalunya, a raíz de las Jornades Catalanes de la Dona, surgieron o se fortalecieron grupos de mujeres, reproduciéndose en ocasiones el dilema Associació Catalana de la Dona-Coordinadora Unitaria. La primera va abriendo delegaciones, mientras que los grupos que no están de acuerdo con sus planteamientos funcionan a través de coordinadoras similares a la de Barcelona, siendo la más importante la de Tarragona, en la que están integradas organizaciones de mujeres que han surgido en las distintas comarcas, entre ellas el Bloc Feminista de Tarragona.

De características semejantes a la Coordinadora Feminista de Barcelona, es la Coordinadora de Organizaciones de Mujeres del País Valencià constituida en diciembre de 1976 y que integra actualmente unos setenta grupos diversos: desde los Colectivos Feministas de Castellón y Valencia hasta el Moviment Feminista Universitari y el Movimiento Democrático de Mujeres que engloba diversos grupos de mujeres en barrios y empresas. Reciente mente se ha creado la Asociación Democrática de la Mujer del País Valencia.

Esta Asociación tiene su versión mallorquina en la Associació de Dones de Mallorca. Funciona aquí también el Colectivo Feminista Pelvis, y un pequeño grupo que publica un boletín titulado Las Cotorras Alegres. En octubre de 1976 surgió en Eivissa un grupo de mujeres con planteamientos unitarios.

El Movimiento Feminista de Euzkadi empezó a configurarse, como en Catalunya, sin la rémora de la existencia del Movimiento Democrático de Mujeres (ni la voluntad de implantarlo por parte de las militantes del PCE). Ya hemos explicado cómo desde octubre de 1975 empezaron a reunirse en Bilbao unas cuantas mujeres, no militantes de partidos políticos; este grupo fue ampliándose progresivamente, integrándose mujeres militantes de distintos partidos de izquierdas. Durante la primera etapa de crecimiento, las discusiones se centraron en cómo concebir un movimiento feminista y ampliar el grupo a partir de un llamamiento a mujeres trabajadoras de empresas, universitarias, amas de casa, etcétera. Esto se concretó a finales de febrero de 1976 en una primera Asamblea general a la que acudieron casi un centenar de mujeres y en la que se debatió la necesidad o no de iniciar un proceso de legalización. Problema similar se había planteado a un grupo de mujeres que desde marzo de 1976 se reunían en Guipúzcoa, con la diferencia de que mientras la Asamblea de Mujeres de Vizcaya optó por la no legalización, la de Guipúzcoa consideró más conveniente convertirse en Asociación para la Liberación de la Mujer de Guipúzcoa. Las partidarias de legalizar la Asamblea de Mujeres de Vizcaya acabarían escindiéndose y creando la Asociación Democrática de la Mujer de Euzkadi, sin tener en cuenta los planteamientos unitarios ni de aquella Asamblea ni de la de Guipúzcoa. La Asamblea de Mujeres de Vizcaya está organizada en comisiones de estudio (sobre trabajo, sexualidad, educación, familia, legislación) y en grupos de trabajo por zonas o sectores, funcionando a través de una Coordinadora que prepara la celebración periódica de asambleas generales en las que se tratan problemas específicos que sugieren los distintos grupos o problemas generales, como la elaboración de un pro grama unitario que fue aprobado en octubre de 1976 como plataforma de lanzamiento a la opinión pública (Documento n.° 13). Al igual que la Coordinadora Feminista de Barcelona- y otros grupos similares- en la Asamblea de Mujeres de Vizcaya coexisten diversas tendencias feministas y políticas (desde feministas sexistas a militantes de partidos como LC, LCR-Eta VI, PCE, MCE, independientes, etc.). En Guipúzcoa la organización es semejante, con la diferencia de que han centrado mucho su trabajo en conseguir su legalización. Y las feministas sexistas o radicales constituyen el Grupo Feminista Autónomo de Guipúzcoa. Estos dos grupos, junto con la ADM de Euzkadi, organizaron el 18 de enero de 1977 una manifestación que recorrió el centro de San Sebastián protestando por la muerte de una joven en el hospital de la Seguridad Social, como consecuencia de haberse provocado un aborto.

A Navarra se extiende también la influencia de la ADM de Euzkadi que junto con otros grupos vinculados a ella, constituyen el Secretariado de Asociaciones Legales de la Mujer de Navarra. Pero además, existe un grupo unitario semejante a los de Vizcaya y Guipúzcoa.

En Galicia el Movimiento Democrático de Mujeres está implantado desde 1968, principalmente en Vigo, Ferrol, Orense y La Coruña, y ha llevado a cabo importantes trabajos tanto entre mujeres trabajadoras de empresas o marisqueras, como en tareas de solidaridad con obreros en lucha (apoyo a la huelga de Bazán, en 1972) (18). En el curso de 1976 se constituye en Santiago de Compostela una organización de AUPEPM, mixta y unitaria (es decir, no vinculada a la coordinadora estatal de AUPEPM). Y, por esas mismas fechas, un grupo de mujeres de Vigo inicia una serie de reuniones que se configurarían, a partir de mayo, en el proyecto de crear la Asociación Galega da Muller que se presentó a la opinión pública a finales de setiembre de 1976 con un programa provisional (Documento n.° 12). Esta Asociación se define como feminista, autónoma e independiente de los partidos políticos y de los hombres, y unitaria. Actualmente la presencia de esta Asociación radica fundamentalmente en La Coruña, Santiago, Pontevedra y Vigo, con núcleos iniciales en Orense, Ferrol, Lalín, Vilagarcía y Lugo. Funciona a través de asambleas, tertulias y comisiones de trabajo en cada localidad, coexistiendo en su seno corrientes feministas y políticas diversas. Problemas tales como si la mujer constituye o no una clase social, la doble militancia, los pros y contras de la organización en un partido político feminista y la asistencia o no de hombres a los actos públicos organizados, han sido los más debatidos entre las integrantes de la Asociación Galega da Muller. Además de estos grupos, en julio de 1976 se presentó en Santiago de Compostela una Coordinadora Galega de Asociacions Legais da Muller como intento de aglutinar a nivel de Galicia todas las agrupaciones legales de mujeres trabajadoras (Asociaciones de Mujeres Trabajadoras y Amas de Hogar de La Coruña, Asociación de Mujeres del Ferrol y comarca, Asociaciones de Amas de Hogar de Vigo, Asociaciones de Mujeres de Orense y Asociación Galega de Consumidoras). Esta Coordinadora, de la que los únicos datos que hemos conseguido se deben a su aparición pública ante los medios de comunicación, presenta una cierta semejanza con el Secretariado de Asociaciones Legales de la Mujer de Navarra y con otras asociaciones de mujeres trabajadoras o amas de casa que ha fomenta do el PTE.

En Castilla-León, además del MDM (implantado en Ciudad Real, Salamanca, Guadalajara...) y de la ADM de Castilla y León (con sede central en Burgos y delegaciones en Valladolid, Palencia, Salamanca, León, Soria y Segovia), con sus secuelas de organizaciones de amas de casa, han surgido también grupos unitarios importantes como el Movimiento de Liberación de la Mujer (MLM) de Valladolid, la Asociación para la Liberación de la Mujer Abulense (ALMA) o la Asociación Segoviana pata la Emancipación de la Mujer (ASEM); y, en el sector universitario, frente a AUPEPM integrado en la coordinadora estatal, el Movimiento Universitario para la Liberación de la Mujer (MULM). De todos estos grupos, el más importante parece ser el Movimiento de Liberación de la Mujer de Valladolid, que edita un boletín titulado Pata Quebrada. El MLM empezó a funcionar hace ya casi dos años como grupo feminista con un núcleo estable de mujeres y abierto a otras muchas que no asisten constantemente a las reuniones; en su seno coexisten distintas posturas políticas y feministas de mujeres militantes de partidos o no (MCE, PCE, LCR, LC...). A pesar de su nombre, señalan que no se consideran el Movimiento de Liberación de la Mujer, sino que pretenden ofrecer un marco organizativo para que las mujeres puedan integrarse en la lucha feminista. La cuestión organizativa les ha planteado la necesidad de legalizarse, para poder llegar mejor a las mujeres, y de establecer relaciones de coordinación con los otros grupos unitarios castellanos (ALMA, ASEM, MULM). Si bien, como otros grupos elaboraron en su día una plataforma reivindicativa, mantienen discusiones sobre cuestiones fundamentales del feminismo (origen de la opresión de la mujer, cómo organizar la lucha feminista, relaciones entre movimiento feminista y organizaciones políticas, últimamente posición a adoptar como grupo frente a las elecciones, etc.) a partir de asambleas generales, profundizando en aspectos específicos sobre la problemática de la mujer en comisiones de trabajo y organizaciones sectoriales de mujeres vinculadas al MLM.

Lógicamente, en esta región el peso más importante está en Madrid, donde, además de la Asociación Democrática de la Mujer de Madrid, existe una Plataforma de Organizaciones de Mujeres -similar en su funcionamiento a la Coordinadora Feminista de Barcelona y a la del País Valencià- en la que participan tanto las Asociaciones de Amas de Casa vinculadas al MDM, como el MDM como tal y otros grupos diversos: la Asociación Española de Mujeres Universitarias, Asociación de Mujeres Separadas, AUPEPM (no vinculada a la Coordinadora Estatal de AUPEPM), Asociación pro Derechos Humanos, Colectivo Feminista (Homologado), Comisión de la Mujer del Club de Amigos de la UNESCO, Frente de Liberación de la Mujer, HOACF Diocesana, Movimiento Apostólico Seglar, Seminario Colectivo Feminista, las Vocalías de Mujeres de las Asociaciones de Vecinos que empezaron a crearse a finales de 1976 y que tienen además su propia Coordinadora, y últimamente se ha integrado también la Unión para la Liberación de la Mujer (ULM), grupo escindido de la ADM y vinculado a la ORT. Esta Plataforma se presentó a la prensa en octubre de 1976 -aunque surgió para preparar el Año Internacional de la Mujer- como organismo coordinador de acciones y campañas y cuyos objetivos se resumen en dos puntos básicos: «Luchar para acabar con la discriminación de la mujer en todos los órdenes sociales, y concienciar a la sociedad española para conseguir la transformación de las relaciones hombre-mujer, tanto en la familia como en la Sociedad». Desde marzo de 1977, la Plataforma de Madrid está llevando a cabo una amplia campaña englobada bajo el slogan «por una sexualidad libre».

Con planteamientos similares a los de estos grupos unitarios, funcionan la Asociación Feminista Democrática de Asturias (con sede en Gijón) y la Asociación Democrática de la Mujer Aragonesa (que desarrolló su campaña principal con motivo de un juicio por adulterio celebrado en Zaragoza en noviembre de 1976, y actualmente atraviesa una importante crisis), asociaciones que, a pesar de su nombre, no deben confundirse con las restantes Asociaciones Democráticas de la Mujer. En Zaragoza y Oviedo funcionan también las respectivas AUPEPM (unitarias, es decir, no vinculadas a la Coordinadora Estatal de AUPEPM) y sendos grupos de tendencia sexista, como el Colectivo Feminista Homologado de Oviedo y el Grupo Feminista Independiente de Zaragoza.

En Andalucía, el panorama se nos presenta algo más complejo y diversificado. El MDM está implantado en numerosas localidades (Almería. Málaga y Jaén) pero en otras no ha sido revitaliza do por las militantes del PCE. A nivel de Andalucía funciona también la ADM Andaluza Mariana Pineda, que fue de las primeras ADM en organizarse (marzo de 1976, cuyo ámbito era la provincia de Sevilla, pasando posteriormente a ser de ámbito regional). En Sevilla y en Granada existen delegaciones de la Asociación de Mujeres Universitarias. Y en las distintas Universidades, grupos de AUPEPM, unos unitarios (Granada, Sevilla...) y otros vinculados a la Coordinadora estatal de AUPEPM (Cádiz, Málaga, ATJM de Sevilla...). Siguiendo los planteamientos sexistas funciona en Sevilla un Colectivo Feminista homologado a los del resto del Estado. Y en Córdoba, un grupo de mujeres inició una serie de reuniones con el fin de constituir un grupo en la línea del feminismo radical, pero al participar en él algunas mujeres militantes de partidos políticos, han centrado sus discusiones sobre los problemas de la doble militancia que, en el momento de escribir estas páginas, no parecen haber resuelto; este grupo se denomina Grupo Independiente Feminista de Córdoba.

También en Canarias el panorama resulta complejo. Están asentados tanto el MDM (a través de la Asociación de Mujeres Canarias, en Las Palmas y Tenerife) como las ADM (que aquí se denomina Organización Democrática de Mujeres Canarias). Existe también un grupo de Mujeres Libres. Y, en torno a la Universidad de La Laguna, surgió un grupo de mujeres con planteamientos más unitarios que inició una serie de reuniones durante el curso 1976. En mayo celebraron una primera asamblea a fin de plantear la necesidad de organizar un grupo unitario y en la segunda asamblea, celebrada en noviembre, debían decidirse dos aspectos fundamentales: un programa común y la forma organizativa; el programa común que se adoptó era unitario, pero al plantearse la forma organizativa ganaron la votación las partidarias de transformarse en ADM, por lo que las que no estaban 4e acuerdo se han marginado de esta Organización, cuestión que se agravó cuando la Organización de Mujeres Canarias decidió federarse con las restantes Asociaciones Democráticas de la Mujer a nivel de Estado, en enero de 1977.


18. Sara Iribarren, op. cit., p. 130 y ss,

Un proceso irreversible

A pesar de todas las dificultades que ha encontrado y de todos los problemas todavía no resueltos, el Movimiento Feminista ha conseguido implantarse en todo el Estado español, en los dos últimos años, avanzando día a día tanto cuantitativa como cualitativamente. Los signos más evidentes de que el proceso que se ha iniciado parece irreversible son, principalmente, la incorporación de las mujeres asalariadas al movimiento feminista, el declive de las organizaciones de amas de casa para reivindicaciones tradicionales y la respuesta que la derecha está dando al feminismo.

La incorporación de las mujeres asalariadas

Uno de los signos más claros de este avance es la incorporación, especialmente desde 1976, de mujeres asalariadas en tanto que tales, es decir, luchando contra las discriminaciones que sufren en sus puestos de trabajo, desde salarios inferiores hasta abusos sexuales por parte de los patronos. Aunque la mayoría de las mujeres que integran el Movimiento Feminista desde el principio son mujeres que trabajan fuera de casa (fuera y dentro, por supuesto) en distintos sectores productivos, fundamentalmente en el sector servicios o en profesiones liberales, el nuevo paso adelante se ha dado con la incorporación de mujeres trabajadoras de fábricas, al empezar a oponerse éstas a las discriminaciones laborales que sufren, con lo que se van superando así las ideas asumidas hasta ahora por muchas mujeres asalariadas de que el trabajo de la mujer es subsidiario e interino (hasta que una se casa o para colaborar con las necesidades familiares), que es normal que la mujer cobre menos que el hombre y tenga menos posibilidades de promoción dentro de las empresas. Es decir, se está presentando batalla contra los tópicos que la ideología dominante ha creado en torno al trabajo productivo de la mujer -y que las organizaciones obreras hasta hace poco habían asumido total mente- y se está reivindicando ya con fuerza el derecho de la mujer a trabajar y a hacerlo en igualdad de condiciones con el hombre, lo cual supone partir de una igualdad de posibilidades en la instrucción para que pueda ser realidad lo de «a igual trabajo, igual salario».

Uno de estos grupos de trabajadoras más sólidamente constituido es el Moviment de Dones de Banca de Barcelona, que empezó a trabajar a comienzos de 1976 y se consolidó durante el verano posterior a las I Jornades Catalanes de la Dona, con siguiendo intervenir con sus reivindicaciones feministas en las negociaciones del convenio colectivo e impedir, en enero de 1977, que el Banco Central celebrase un concurso oposición para Auxiliares Administrativos del que quedaban excluidas las mujeres y los jóvenes que no hubieran cumplido el servicio militar. También la experiencia de las Jornades Catalanes de la Dona sirvió para que las mujeres de CCOO empezaran a organizarse para plantear sus reivindicaciones, celebrando la primera asamblea general en enero de 1977. Ambos grupos están integrados en la Coordinadora Feminista de Barcelona.

En Catalunya, las reclamaciones contra las discriminaciones laborales de mujeres de las empresas Deslite, Afa, Magsa e Indo, las demandas contra despidos arbitrarios de tres educadoras de la guardería Big-Ben, o de una maestra de una escuela de la empresa papelera Torras Hostench (acusada de iniciar a los niños en educación sexual), y la de la puericultora de la Policlínica Barcelona con motivo de su parto; en Madrid, la lucha de las mujeres de la fábrica de caramelos Fiesta y las más recientes de Simago, Induyco (filial de El Corte Inglés) y de Confecciones Puente; y la réplica de las feministas gallegas en febrero de 1977 ante el despido de una dependienta de El Corte Inglés de Vigo, de 17 años, de la que el encargado no consiguió los servicios sexuales que le requería y a la que despidió acusándola de «hurto de 20 pesetas», son hitos importantes -por citar algunos- de estos inicios de la lucha feminista de las mujeres asalariadas.

Las I Jornadas de la Mujer Trabajadora de Madrid, celebra das los días 12 y 13 de febrero de 1977 y promovidas por el Movimiento Democrático de Mujeres, supusieron también un avance notable en la reflexión sobre la problemática laboral de la mujer (19).

Ante la fuerza de las exigencias de las mujeres, las centrales sindicales han empezado a reaccionar: Comisiones Obreras, USO, CNT, han hecho públicos comunicados en contra de la discriminación laboral de la mujer y los días 26 y 27 de febrero de 1977 se celebraron en Madrid unas Jornadas sobre la Mujer Trabaja dora promovidas por la UGT.

Durante mucho tiempo la solidaridad de la clase obrera ha pasado por la exclusiva solidaridad de las mujeres (como trabajadoras y sobre todo como esposas o compañeras de los trabajadores) con los obreros. Las luchas feministas de las obreras están desvelando que esta solidaridad de clase es más difícil conseguirla cuando las mujeres buscan el apoyo de los hombres en sus luchas específicas. Si el movimiento obrero es capaz de analizar y asumir que esta falta de solidaridad es fruto de que la ideología dominante impera también entre los luchadores de izquierda, ambos movimientos (el obrero y el feminista) habrán dado un importante paso revolucionario.


19. Está en curso de publicación en Akal, un libro en el que se re cogen las ponencias y conclusiones de estas Jornadas de la Mujer Trabajadora de Madrid.

Se derrumba el mito del ama de casa

Ya hemos explicado, en páginas anteriores, que durante es tos cuarenta años los partidos políticos de izquierda adoptaron dos posturas ante la cuestión de la mujer: dejarla de lado olímpicamente, partiendo de la base de que las discriminaciones contra la mujer sólo podrían resolverse en un sistema socialista, por lo que la tarea de las mujeres era incorporarse sin más a la lucha por la revolución social; o bien abordarla desde una perspectiva tradicional y reaccionaria, incorporando a las mujeres a la lucha política general a partir de tareas y acciones subalternas o de reivindicaciones vinculadas al papel que la sociedad les impone como esposas y madres, como amas de casa (cesta de la compra, guarderías, zonas verdes, semáforos, etc.), argumentando que éstos son los problemas que realmente preocupan al ama de casa. Este mito de que dichas cuestiones son las que realmente afectan a la mujer y de que sólo hablándoles de precios, merca dos, niños, incluso de organizar cursillos de cocina y corte y confección, se las puede atraer a reuniones, se ha mantenido durante mucho tiempo. Y cuando los planteamientos feministas empezaron a hacerse un lugar en la problemática social general, se argumentaba a las feministas que las mujeres de la clase obrera, las mujeres de los barrios suburbiales de las ciudades industriales, no se sentían atraídas por los problemas específicos de la mujer, sino por estas cuestiones tradicionales.

Luego, la práctica del movimiento feminista ha demostrado la falsedad del aserto de que al ama de casa no se le puede hablar de sexualidad porque se asusta. Cuando se han hecho charlas sobre estos problemas -y otros específicos de la condición de la mujer- las mujeres de las clases populares se han interesado, han participado en las discusiones, han expuesto cómo sufrían ellas en su vida cotidiana estas limitaciones. Y, así, el mito del ama de casa se ha ido derrumbando.

Un hecho reciente ha venido a confirmar la realidad de que las mujeres sufrimos unos problemas específicos que, cuando podemos ponerlos en común, nos interesan a todas (aunque pueda haber divergencias de planteamientos): durante los días 5 y 6 de marzo de 1977 se celebraron en Madrid las 1 Jornadas sobre el Ama de Casa, cuyos temas de debate fueron: 1. Problemas actuales en los barrios de Madrid: carestía de la vida, educación, transportes, sanidad, vivienda y urbanización, y consumo; 2. Las discriminaciones de la mujer y cómo éstas afectan específicamente a las amas de casa: enseñanza, trabajo, leyes, el ama de casa y la publicidad, relaciones en la familia, y participación en la vida social y gestión pública. A continuación se lanzó una jornada de boicot a los mercados para protestar por la carestía de la vida.

Las organizaciones de amas de casa de Madrid, que demostraron su arraigo popular en febrero de 1975 (el boicot a los mercados tuvo entonces tal resonancia que 24 asociaciones fueron suspendidas legalmente) e incluso en noviembre de 1976, tuvieron que reconocer públicamente que su consigna no había sido recogida. También la Coordinadora de Amas de Casa de Barcelona, que se pasó más de un mes propugnando un boicot a la subida del precio del café, fracasó en su intento de atraer así a las mujeres.

El mito de los problemas que preocupan a las amas de casa se está derrumbando y con él los planteamientos políticos acerca de cómo incorporar a las mujeres a la lucha política general. El feminismo se ha ido extendiendo y la práctica está demostrando que a las mujeres sí les preocupan sus problemas específicos, sí les atrae discutir sobre su explotación y opresión como mujeres y organizarse para luchar por su liberación.

El éxito del día 8 de marzo de 1977, como Día de Lucha Feminista a nivel de Estado, ratifica lo que decimos: mítines en Sevilla, Santiago de Compostela, San Sebastián, Madrid; actos de denuncia de las agresiones contra la mujer como los de la Coordinadora Feminista de Barcelona, la Asamblea de Mujeres de Vizcaya o el de la Asociación Galega da Muller, Semanas de información sobre la problemática de la mujer como la organizada por el Movimiento de Liberación de la Mujer de Valladolid o grupos de mujeres de los barrios de Barcelona y Madrid, manifestaciones de mujeres en distintos lugares exigiendo «amnistía para los actos considerados delictivos por una legislación que discrimina a la mujer», demuestran que el Movimiento Feminista va arraigando entre las masas femeninas.


20. Recientemente, el Gobierno Suárez ha manifestado sus posturas reformistas respecto a la mujer transformando la decrépita Sección Femenina en Dirección General de la Mujer y la Familia.

La derecha reacciona

Ante esta rebelión feminista, la derecha --que en lo que respecta a la cuestión de la mujer siempre ha sido mucho más clarividente que la izquierda y tremendamente consecuente con sus intereses de clase- ha empezado a reaccionar. La Iglesia empieza a prepararse ante los inminentes debates sobre las leyes de1 divorcio y del aborto. Y los partidos políticos burgueses hablan de las reformas que están dispuestos a conceder, porque ven de lo contrario la rebelión feminista les resultará excesivamente incontrolable.

La réplica más coherente a la rebelión feminista ha sido la creación de la Organización de Mujeres Independientes, vinculada a Alianza Popular y presidida por Carmen Llorca, ex presiden del Ateneo de Madrid y actual Delegada de Cultura del Ministerio de Información y Turismo. Los objetivos de esta Organización son, según sus dirigentes, luchar contra las discriminaciones a sociales y legales que sufren las mujeres. Afirman tener ya unas dos mil afiliadas que pagan una cuota simbólica de 100 pesetas anuales, para que las mujeres no se inhiban de formar parte en la organización por motivos económicos. Se proponen crear asesorías en centros urbanos y rurales y prestar todo tipo de ayuda a las mujeres. Y aseguran que son independientes y no están financiadas por ningún grupo u organización política, cosa bastante dudosa con la cuota anual que proponen. Es evidente que desaparecida la Sección Femenina, el neofranquismo necesita re crear «la nueva mujer de España» (20).

Más diáfanamente partidarias de fomentar esta «nueva mujer» se presentan las Jóvenes Nacional-Revolucionarias, vinculadas a la organización fascista CEDADE, que el día 10 de abril ha celebrado su I Congreso bajo el clarificador slogan «Por la feminidad, contra el feminismo».

Estas reacciones de la derecha, junto con los frecuentes artículos en la prensa en contra de las feministas -artículos firmados por gentes de orden y también por progresistas reconocidos a los que nosotras preferimos calificar de progre-fascistas-- son, sin duda, una prueba evidente de que se empieza a entender el papel que puede jugar el Movimiento Feminista en un proceso revolucionario social. Es posible que este Movimiento sufra altibajos, crisis de crecimiento y problemas muy diversos que lo pongan en peligro. No ha hecho nada más que salir a la luz pública y reclamar el derecho a la existencia y a la palabra. Pero las mujeres, hasta ahora encarceladas entre las cuatro paredes de su hogar, van descubriendo que su problema son nuestros problemas y que sólo la lucha colectiva puede hacer avanzar la liberación de todas las mujeres.

Epílogo

Cuenta Lola Iturbe que, cuando Morón de la Frontera fue «liberada por las fuerzas republicanas, se encontró a varias mujeres a las que les habían sido cortados los pechos y en una tapia la siguiente inscripción: "Nosotros moriremos, pero vuestras mujeres parirán fascistas"» (21).

Ciertamente, a las mujeres hoy por hoy todavía se nos puede violar y forzar a engendrar hijos, obligarnos a silenciar nuestra opresión y a camuflar nuestra identidad. Pero la rebelión de las mujeres tiene ya su historia. Y la verdad es que el franquismo no consiguió que nos resignásemos a parir hijos fascistas.


21. Lola Iturbe, La mujer en la lucha social y en la guerra civil española, Editores Mexicanos Unidos, México, 1974.

Segunda Parte: Documentos fundamentales de la historia del Movimiento Feminista

En esta II Parte he recopilado una serie de Documentos que considero fundamentales para entender la evolución y la situación actual del Movimiento Feminista en el Estado español. No los he ordenado de acuerdo con la cita que hago de ellos en la I Parte, ni tampoco siguiendo una estricta cronología, sino de forma que ley seguidos pueda obtenerse un panorama del desarrollo del Movimiento de Liberación de la Mujer en estos años y de las distintas tendencias que han surgido. Es evidente que podrían haberse añadido muchos documentos más, pero creo que la se lección es suficientemente representativa.

Los documentos 1 al 6 pertenecen a grupos impulsados por partidos políticos. Los dos primeros sirven para ver la evolución del Movimiento Democrático de Mujeres; se recoge la declaración de principios del intento de crear Mujeres Democráticas en Barcelona en 1974 y la hoja que hicieron pública el 8 de marzo de 1975 por considerarla histórica; y, de las Asociaciones Democráticas de la Mujer, incluyo la declaración de principios de la Associació Catalana de la Dona -que sirve para entender su enfrentamiento con la Coordinadora Feminista de Barcelona- y el programa de la Plataforma de la Federación de Organizaciones Feministas del Estado español, aprobado por todas las ADM en enero de 1977.

Los documentos 7, 8, 9 y 10 representan la prehistoria del actual movimiento feminista: el documento n.° 7 recoge la Plata forma que las Organizaciones de Mujeres de Madrid hicieron pública con motivo del Año Internacional de la Mujer; el n.° 8, el primer llamamiento a la opinión pública del Moviment de Dones de Barcelona. Y, a continuación, las resoluciones y conclusiones surgidas de las 1 Jornadas por la Liberación de la Mujer, y las de las Jornades Catalanes de la Dona: las diferencias cualitativas entre ambas conclusiones son importantes.

A continuación, una serie de documentos que se pueden relacionar de alguna manera con lo que en las 1 Jornadas por la Liberación de la Mujer dio en llamarse tercera vía o línea Barcelona: el de la constitución del Frente de Liberación de la Mujer de Madrid, que plantea una alternativa muy concreta de feminismo socialista; el programa provisional de la Asociacion Galega da Muller y el Manifiesto de la Asamblea de Mujeres de Vizcaya (Bízkaiko Emakumeen Bilizarra), que demuestran el surgimiento de grupos unitarios similares en distintos puntos del Estado, sin haber existido una conexión clara entre ellos; y una declaración sobre el nacimiento, trayectoria y discusión del grupo de mujeres de ANCHE, de Barcelona, elaborada por las partidarias de plantearse el feminismo como alternativa política global y que consideramos de interés para conocer cómo se ha llevado a cabo un debate sobre algunos de los problemas fundamentales del movimiento feminista y las consecuencias que tuvo en un lugar y unas circunstancias determinadas.

Finalmente se recogen los manifiestos y programas de distintos grupos que ya han adoptado postulados concretos respecto a algunos problemas básicos del feminismo: el programa común de los Colectivos Feministas Homologados del Estado español; la declaración política del Seminario Colectivo Feminista de Madrid; un documento de LA MAR, de Barcelona, redactado para ser publicado en este libro; y otro del Colectivo Feminista Pelvis, de Mallorca, sobre una alternativa concreta a la problemática de la sexualidad femenina: el self-help.

Documento nº 1: PROGRAMA DEL MOVIMIENTO DEMOCRATICO DE MUJERES

extraído del Documento General de la III Reunión de Movimientos Democráticos de Mujeres (octubre, 1971)

Plataforma reivindicativa:

a) Equipos sociales: creación de una red de guarderías y casas cuna, con la obligación de las empresas de establecer las suyas propias.

b) Educación: enseñanza estatal, gratuita y obligatoria para ambos sexos desde la escuela primaria a la Universidad, incluida la formación profesional; creación de las escuelas e instituciones mediopensionistas consiguientes; becas suficientes destinadas principalmente a los hijos de los trabajadores y los campesinos.

e) Trabajo: acceso de la mujer a todos los puestos de trabajo; salario igual por trabajo igual; eliminación de las normas proteccionistas y coercitivas de la Ley de Derechos Políticos, Profesionales y del Trabajo; derecho al máximo respeto en el trabajo; creación de cantinas controladas por los trabajadores; pago del 100 % del salario en caso de enfermedad o de accidente de trabajo; protección de la maternidad con permisos de cuarenta días antes del partido y cuarenta y cinco días después de éste, con el 100 % del salario, así como la prohibición del despido de la mujer gestante.

d) Seguridad Social: control sanitario obligatorio de la mujer gestante, subsidio a la madre durante los seis primeros meses para cubrir gastos de alimentación del niño; libertad para escoger la plantilla médica, el sanatorio, etc.; reconocimiento anual obligatorio y gratuito para todos; creación por parte del Estado de centros especializados para niños subnormales; reforma de la legislación de la Seguridad Social con la participación de los trabajadores y el control de su aplicación por ellos mismos.

e) Familia: libertad para el matrimonio de decidir el número de hijos que desee; ninguna coacción por parte de las autoridades civiles o eclesiásticas ni de los médicos; orientación por parte de éstos sobre el control de la natalidad.

f) Derechos civiles: abrogación de la licencia marital; supresión de la legislación relativa a los derechos del marido a proteger a su esposa; patria potestad conjunta; protección social igual para los hijos legítimos e ilegítimos; mayoría de edad a los 21 años.

g) Separación de la Iglesia y el Estado, para eliminar las trabas que representa la confesionalidad de este último, como las reflejadas en la instrucción pública, para el desarrollo completo de la persona.

«En su lucha por los derechos de la mujer, el Movimiento Democrático de Mujeres se apoya en el movimiento obrero y los demás sectores de la oposición en lucha. Al contrario que otros movimientos femeninos de América y de Europa, el Movimiento Democrático de Mujeres no propugna una forma de lucha específica reservada a las mujeres sino una acción ligada a los demás sectores democráticos del país que luchan contra la dictadura.»

«El crear una diferencia entre hombre y mujer, el intentar anular a la mujer e ignorarla en su papel de ser social, no es más que otra forma de opresión. Por ello, en nuestro Movimiento, no se plantea la lucha contra el hombre. Lo que es una lucha social no puede transformarse en una "lucha de sexos". El ir ganando terreno para favorecer la situación de la mujer, el luchar por con seguirlo, no va en absoluto dirigido a robarle terreno al hombre, sino a los que intentar dirigirnos, a los que explotan a hombres y mujeres. Por eso nosotras no nos limitamos a nuestro terreno de lucha, vamos aún más lejos cuando nos unimos a todos los sectores oprimidos, cuando hacemos nuestra la lucha y las reivindicaciones de todos los sectores de la oposición en lucha, de todos los movimientos de masas que persiguen nuestros mismos fines: la anulación de la explotación, la democracia, la igualdad de todos los españoles.»

(Extraído del libro de Sara Iribarren, La liberación de la mujer, Ebro, París, 1973, pp. 126 y ss.)

Documento nº 2: PROGRAMA DEL MOVIMIENTO DEMOCRATICO DE MUJERES - MOVIMIENTO DE LIBERACION DE LA MUJER

Madrid, octubre 1976

Causas históricas de la discriminación de la mujer

Hasta el momento actual y en todo el mundo, la mujer desempeña un papel inferior al del hombre. Se la ha situado en puestos secundarios que coartan su desarrollo personal y se la ha mantenido aislada de los procesos que determinan la evolución social.

Esta situación discriminatoria obedece a unas claras causas históricas, que son el eje fundamental de la actual opresión de la mujer.

El asegurar la procreación que permita la perpetuación de la especie, ha posibilitado configurar un modelo de mujer ligado sólo a aquellos procesos y actitudes que garanticen su papel re productor. La evolución de la sociedad y la transformación del proceso económico permiten la superación progresiva de la dependencia de la mujer a su biología, limitando el período de maternidad a etapas cada vez más cortas de su vida. Por todo ello, se hace cada vez más insostenible el argumento tradicional con el que se pretende justificar el papel secundario de la mujer y su confinamiento exclusivo al hogar.

En la actual discriminación de la mujer ha jugado un papel decisivo la necesidad de asegurar la continuidad de la propiedad y de garantizar su transmisión legítima a través de los hijos; para l1o se ha sometido a la mujer, eliminando su capacidad de decisión y aislándola de cualquier transformación social.

Es necesario, al mismo tiempo, que la mujer asuma su papel y para hacerlo posible se va construyendo un aparato ideológico que dé argumentos y justifique la realización de la mujer como persona a través de los hijos y el mantenimiento del hogar. Esta concepción de la relación hombre-mujer en el marco social, es la única capaz de garantizar que la ideología y el poder político dominante en cada momento histórico puedan afianzarse y asegurar su continuidad.

La forma de perpetuar esta opresión específica de la mujer se asegura con la elaboración de unos moldes de educación y de unas leyes que lleven a la práctica estos conceptos, y se concreta en el mantenimiento de unas costumbres y una moral que le vienen dadas desde su nacimiento, se detienen y se degrada su desarrollo psicológico e intelectual y se la mantiene apartada del trabajo asalariado. Se asegura así su dependencia económica y su aislamiento de la sociedad en que vive.

Situación de la mujer en España

En el Estado español esta situación refleja un considerable atraso con respecto a otros países desarrollados, debido al carácter represivo de nuestro régimen político. Durante cuarenta años el franquismo ha negado, sistemáticamente, la libertad y los derechos fundamentales del individuo, en un esfuerzo constante por despolitizar la sociedad, única solución para mantenerse como lo ha hecho. Ha reducido los intereses del ciudadano a los más bajos niveles, e incluso éstos ha sido incapaz de satisfacerlos adecuada mente. Su permanencia en el poder ha sido posible por el cotidiano ejercicio de la violencia y de la represión.

Si estas circunstancias afectan a ambos sexos, repercute más profunda y negativamente sobre la mujer por su situación marginal en los aspectos social, político y económico.

A la mujer se la supedita a la autoridad del varón y se la convierte en instrumento conservador del sistema establecido.

A través del sistema educativo se imponen asignaturas «femeninas», un «servicio social» obligatorio, una formación profesional discriminatoria, etc., que tienen como objetivo fundamental no permitir que la mujer en nuestro país se aparte de la única profesión que el régimen le ha asignado: esposa, madre y «celoso guardián» de su hogar.

Pero ni siquiera la función de madre le es reconocida por la ley con igualdad al varón, ya que las leyes le conceden a éste la patria potestad. Ante la ley, la mujer es tratada como ser inferior, situación que se agrava cuando está casada.

En contradicción cada vez mayor con estos condicionamientos, el desarrollo económico va introduciendo nuevas necesidades que modifican la situación de la mujer al determinar su paulatina in corporación al trabajo. Sin embargo, la mujer, y especialmente la casada, no se incorpora como paso previo y fundamental para su liberación, sino forzada por los escasos recursos económicos., con los que cuenta en su familia y como consecuencia de ello, se 1 ve sometida a una doble jornada de trabajo: dentro y fuera del hogar. El trabajo de la mujer sigue siendo subsidiario y temporal, lo que hace que la mano de obra femenina se distribuya en sectores y ramas de la producción, como textil, químicas, conserveras, secretaria, etc., con salarios y condiciones generales de trabajo muy inferiores al resto. Y sobre todo, la mujer es el gran ejército de reserva que asegura una mano de obra barata a utilizar en un momento de auge económico y a relegar de nuevo al hogar cuando el país atraviesa un período de crisis econ6mica. Todos estos factores traen, como consecuencia, un índice de paro en la mujer, muy superior al del hombre.

¿Cómo surge el Movimiento Democrático de Mujeres?

La creciente incorporación de la mujer al trabajo, a pesar de todo lo que la dificulta, y el resurgir en nuestro país de los movimientos de masas, han hecho posible la toma de conciencia de la mujer que c0mien a sentir la necesidad de defender sus intereses.

Surge así en 1965 el M. D. M., como hilo conductor de las aspiraciones de las masas femeninas y en respuesta a la política femenina del franquismo, corriendo los riesgos de la ilegalidad a que se le somete.

El Movimiento Democrático de Mujeres - Movimiento de Liberación de la Mujer es un Movimiento Feminista, puesto que su objetivo es luchar contra la discriminación de la mujer. Entiende que la lucha feminista exige una respuesta de masas, ya que sólo la asunción por parte de la gran mayoría de mujeres de su situación de oprimidas, va a hacer posible eliminar, de hecho, las discriminaciones que pesan hoy sobre ellas. Es necesario, como en todo problema colectivo, una respuesta de masas, no de minorías.

Nuestro Movimiento es también socio-político, ya que entendemos que la liberación de la mujer exige, para su concreción práctica en la lucha reivindicativa, unas condiciones políticas, eco nómicas y sociales que posibiliten avanzar en el camino hacia su liberación. Esto no supone posponer la lucha y dejar las reivindicaciones femeninas postergadas ni diluidas en la lucha política, sino saber que feminismo y situación política debe aunarse en nuestra lucha.

El M.D.M. - M.L.M. se define, también, como unitario y pluralista, ya que en él tienen cabida mujeres de diferentes ideologías y creencias. Este carácter, junto con su definición de movimiento de masas, supone una composición interclasista para nuestra organización, porque sabemos que el problema de la mujer afecta hoy a mujeres de distintas clases sociales y diferentes sectores: amas de casa, trabajadoras, estudiantes, profesionales...

Nuestra organización es independiente económica e ideológicamente de los partidos políticos, de las organizaciones sectoriales y del Estado. Tiene una línea de acción propia, decidida a través de la discusión abierta y colectiva.

El Movimiento Democrático de Mujeres hacia el futuro

En los momentos actuales en los que está en juego la conquista de la democracia en el Estado español, la mujer tiene que estar presente desde su problemática y su lucha concreta.

Para el Movimiento de Liberación de la Mujer es requisito inaplazable la implantación de las libertades democráticas; por ello, pensamos que la democracia es hoy una reivindicación política, objetivamente feminista, por la que deben luchar las masas femeninas, y somos conscientes de que solamente con la transformación de las actuales estructuras sociales, políticas, económicas e ideológicas se darán las condiciones objetivas necesarias para construir una nueva sociedad en la que ningún ser pueda realizarse a costa de otro.

Nuestro Movimiento impulsa la unidad de todos los grupos feministas, ya que las diferentes opciones no deben ser un obstáculo para que todas las organizaciones de mujeres participen en la lucha colectiva.

Consideramos fundamental el ir al mismo tiempo profundizando en un trabajo ideológico, que permita la transformación de las relaciones hombre-mujer, para que éstas se establezcan sobre una bases de auténtica igualdad.

Junto a todas aquellas reivindicaciones que, de una manera u otra, permitan la movilización masiva de mujeres, nuestro Movimiento propugna:

- Enseñanza obligatoria y gratuita.

- Supresión de la educación diferencial y de la doble moral que marcan unas pautas de comportamiento distintas para el hombre y la mujer desde su nacimiento. Eliminación de todo aquello que limite las posibilidades de acceso de la mujer a la cultura.

- Creación de guarderías y centros de enseñanza preescolar gratuitos.

- Formación profesional, sin especialidades en función del sexo.

- Reivindicamos la incorporación de la mujer al trabajo remunerado, como premisa previa para su liberación. Para ello es necesario eliminar las discriminaciones económicas e ideológicas que impiden su incorporación al mundo del trabajo.

- Trabajo igual, salario igual, igual responsabilidad.

- Acabar con la división del trabajo en función del sexo.

- Eliminar, tanto en la ley como en la práctica, las discriminaciones que la mujer sufre en el trabajo.

- Reconocimiento, para la mujer que trabaja en el servicio doméstico, mientras éste no desaparezca, de los mismos derechos que el resto de los trabajadores.

- Mientras exista el trabajo a domicilio, reivindicamos la regulación laboral del mismo. Pensamos que este tipo de trabajo debe tender a desaparecer, por cuanto supone de explotación de mano de obra barata.

- Centros de formación profesional acelerada, para impulsar la incorporación y calificación de la mujer en el trabajo.

- Guarderías con horarios flexibles, que se adapten a las necesidades de la mujer.

- Servicio colectivo (lavanderías, comedores...) que disminuyan la doble jornada de trabajo de la mujer.

- Que puesto que la mujer trabajadora cotiza en la Seguridad Social en las mismas condiciones que el hombre, se le reconozcan las mismas prestaciones (pensión de viudedad...) y los mismos derechos.

- Establecimiento de unas leyes en las que quede suprimida toda la legislación discriminatoria y humillante para la mujer, que hoy en día la relega a un puesto secundario en la sociedad:

- Supresión del delito de adulterio

- patria potestad conjunta del hombre y la mujer sobre los hijos

- posibilidad de elección de domicilio para la mujer casada...

- Desaparición de las diferencias existentes entre hijos legítimos e ilegítimos.

- Aceptación y protección social y legal a la madre soltera.

- En caso de que la pareja opte por el matrimonio, que éste quede únicamente regulado por unas leyes civiles establecidas para el caso, dejando el matrimonio religioso a la libre decisión de los creyentes.

- Una ley sobre el divorcio que no resulte discriminatoria para la mujer. Para ello es necesario facilitar la incorporación de la mujer casada al trabajo asalariado para que ésta pueda elegir el divorcio en igualdad de condiciones que el hombre.

- Creación de centros de planificación familiar a cargo de la Seguridad Social.

- Anticonceptivos libres y gratuitos a cargo de la Seguridad Social con atención médica permanente. Supresión del artículo 416 que en el Código Penal penaliza su difusión y propaganda.

- Que el aborto deje de ser considerado como un delito. Legalización del mismo a cargo de la Seguridad Social, que se daría en casos muy aislados si se generalizaran racionalmente los métodos anticonceptivos.

- Que desaparezca la utilización que se hace de la mujer como objeto sexual y su manipulación en los medios de comunicación social.

- Amnistía para las conductas consideradas delictivas en razón del sexo por la legislación española.

- El mejorar la calidad de vida en los barrios (carestía, sanidad, vivienda, centros de formación...) que facilite la promoción y la incorporación al desarrollo social de las amas de casa.

- Afirmamos que para conseguir estos objetivos es fundamental y previo el establecimiento real de las libertades democráticas (reunión, expresión, asociación, huelga, manifestación...). Amnistía total. Que se arbitren las formas de gobierno que garanticen el libre ejercicio de todos los derechos democráticos.

(Folleto publicado por el MDM - MLM, octubre de 1976)

Documento nº 3: MANIFIESTO DE MUJERES DEMOCRATICAS DE BARCELONA

Compañeras: Las condiciones de vida de nuestro pueblo son cada día peores. Los artículos de primera necesidad sufren continuas subidas de precios: alimentación, vivienda, colegios, ropa, etcétera.

Nuestras viviendas son pequeñas, la comida adulterada, los colegios caros y los centros sanitarios escasos, porque las necesidades más elementales del pueblo son el mayor negocio para un puñado de capitalistas.

Solamente echando una ojeada a nuestros barrios nos damos cuenta de que sólo se construye lo que es negocio: bloques y más bloques de viviendas (vulgarmente llamadas barraquismo vertical), lo otro, las escuelas, ambulatorios, transportes, etc., tenemos que conseguirlo a base de salir a la calle una y otra vez como en Santa Coloma, Vallbona, Buen Pastor, Cornellá, Besós, etc.

Por otro lado, nuestra situación es cada día peor: pocos pues tos de trabajo en general y ninguno para las mujeres casadas que se ven privadas de su derecho al trabajo, porque van a resultar un «estorbo» en el momento de traer hijos al mundo. Nuestros salarios en relación con los del hombre son un 30 % inferior, y nuestras condiciones laborales son mucho peores. Por el solo hecho de ser mujer se nos niegan muchos puestos de trabajo. Las mujeres profesionales se encuentran muchas puertas cerradas pues siempre prefieren a los hombres en los puestos de responsabilidad.

La escasez de trabajos, el que en principio sean para los hombres y las pocas facilidades que se nos dan para poder trabajar (inexistencia de guarderías, lavanderías, etc.) hace que la única salida sea hacer faenas, sin ningún derecho como trabajadoras.

Además de la explotación en el trabajo llevamos toda la carga de todos los quehaceres domésticos. Sufrimos una gran discriminación además de la explotación general que padece todo el pueblo en su conjunto.

Sólo se nos permite la parcela de nuestro hogar pero sin poder decidir ni opinar sobre la educación de nuestros hijos, ni el control de la calidad de los alimentos, ni el de los precios, etc.

Ante esta situación de explotación, cuando el pueblo se reúne para discutir estos problemas y cuando en asambleas se intenta buscar una solución a ellos, es represaliado brutalmente por la policía y encarcelado. Recordemos los recientes sucesos: 226 personas detenidas en Madrid, 67 en Sabadell, 47 en Sant Cugat, etc.

Cuando el pueblo lucha por sus justas reivindicaciones, el gobierno «aperturista» responde con la violencia y el terror, con los despidos, la cárcel y hasta la muerte. Es así como actuaron en Carmona.

Compañeras: esto es el fascismo, una dictadura feroz, el terror abierto contra todo el pueblo y el principal enemigo de la mujer en estos momentos.

Los fascistas dicen que teniendo a la mujer sometida se tiene a todo un pueblo. Es por ello que nos mantienen en la más cruel vejación, decantándonos toda posibilidad de desarrollarnos intelectual, social y políticamente. Es el fascismo quien decreta que la finalidad de la mujer es la procreación (¡como si sólo sirviéramos para eso!), sin embargo condena irremisiblemente a la mujer que llega a la maternidad de soltera.

Compañeras: es el fascismo quien explota, oprime y margina a la mujer, es por tanto nuestro principal enemigo en estos momentos. Unirnos a todo el pueblo para derrocar al fascismo y conquistar las libertades democráticas es nuestro objetivo político más inmediato en el camino hacia nuestra total emancipación.

Nuestra lucha es la de todo el pueblo. Por ello debemos estar unidas a todos los órganos unitarios: Asambleas Democráticas de nuestros barrios, Asamblea Democrática de Barcelona, Asamblea de Catalunya, que han asumido la tarea de Conquistar las liberta des democráticas.

Las Mujeres Democráticas de Barcelona se proclaman defensoras de todos los derechos que como personas tenemos las mujeres y asume la tarea de unir a todas las mujeres demócratas de Barcelona para luchar contra el fascismo.

Las Mujeres Democráticas llaman a todas las mujeres, amas de casa, trabajadoras, empleadas, profesionales y estudiantes a que se unan y luchen por un programa basado en los siguientes puntos:

- A trabajo igual salario igual, sin discriminación de sexo o edad.

- Reconocimiento de todos los derechos como trabajadores para las empleadas domésticas.

- Derecho al trabajo para todas las mujeres. Igualdad de oportunidades en todos los campos (profesional, técnico, político etc.).

- Facilidades para la madre trabajadora: guarderías gratuitas con asistencia sanitaria en todas las fábricas y barrios, escuelas suficientes y gratuitas, comedores, lavanderías, etc.

- Legalización de las madres solieras, sin ninguna discriminación. Conservación del puesto de trabajo al dar a luz; menos horas de trabajo durante la crianza, con derecho a un trabajo menos pesado, cobrando el mismo sueldo.

- Seis meses de paga complementaria para la alimentación del niño.

- Igualdad total de mujer y hombre ante el Código Civil.

- Aumento general de salarios y disminución del coste de la vida.

- Educación laica, gratuita e igual para todos los niños.

- Derecho al divorcio.

- Libertad de expresión, asociación, prensa, asamblea, manifestación, etc. Derecho de voto, de elegir y ser elegida. Derecho las nacionalidades oprimidas a la autodeterminación.

-Amnistía para todos los presos y exiliados políticos antifascistas.

Disolución de la Guardia Civil, Policía Armada y Brigada Político Social, así como de todos los tribunales e instituciones represivas y burocráticas fascistas.

- La celebración de unas elecciones libres en las cuales el pueblo decida la futura forma de Estado.

Mujeres Democráticas de Barcelona

Octubre 1974

Documento nº 4: OCTAVILLA DE MUJERES DEMOCRATICAS DE BARCELONA

A TODAS LAS MUJERES

Ante el día INTERNACIONAL DE TRABAJADORA

LA MUJER

En todos los países socialistas se viene celebrando el día 8 de marzo como el día internacional de la mujer trabajadora. Esta fecha ha sido elegida en memoria de la gloriosa lucha que las obreras de Petrogrado llevaron a cabo, parando las fábricas y saliendo a la calle para exigir la igualdad económica y social de la mujer y la libertad para todo el pueblo, el día 8 de marzo de 1917. Al día siguiente, los hombres, ante el ejemplo de las obreras, fueron a la huelga dando comienzo la gran lucha que culminaría en la Gloriosa Revolución rusa que acabó con la tiranía del zar y mediante la cual el pueblo conquistó la libertad.

En España el fascismo nos ha ocultado siempre esta fecha y en su lugar ha creado otras (día de la Madre, etc.) que resaltan el papel pasivo y discriminado de la mujer, el único que se nos Permite cumplir en esta sociedad.

Cada día somos más conscientes de la discriminación de que somos objeto y cada vez es mayor el número de mujeres que se incorporan a la lucha. Las más combativas son detenidas y encerradas en cárceles donde esta discriminación es todavía nás dura (les prohíben fumar, recibir libros, etc.).

Ante la generalización de las luchas el Gobierno no duda aplicar las medidas más graves (piden pena de muerte para Eva Forest, Garmendia y Durán).

En estos momentos amplios sectores populares están desarrollando una amplia campaña en pro de la AMNISTÍA y contra la PENA BE MUERTE.

Unámonos decididamente en esta lucha.

Denunciemos masivamente la situación de nuestras compañeras represaliadas.

Las mujeres democráticas debemos hacer nuestra esta campaña.

¡POR LA AMNISTIA!

¡CONTRA LA PENA DE MUERTE!

Mujeres democráticas

Barcelona 8-111-75

Documento nº 5: PRIMER MANIFIESTO A LA OPINION PUBLICA DE LA ASSOCIACIO CATALANA DE LA DONA (ASOCIACION CATALANA DE LA MUJER)

La Associació Catalana de la Dona es una organización amplia y unitaria surgida de las I Jornades Catalanes de la Dona, constituida por mujeres de diferentes tendencias políticas e ideológicas, de diferentes sectores y clases sociales, pero con dos objetivos claros:

Luchar por nuestra igualdad con el hombre.

Luchar por una sociedad democrática que posibilite la concreción de esta igualdad.

De esta manera lo señalamos en al artículo 3° de nuestros Estatutos: «La Associació tendrá como objetivos:

- El estudio de los problemas políticos, económicos, sociales, educativos, culturales y deportivos que plantea la situación actual de Catalunya a todas las mujeres que residen aquí.

- La investigación y difusión de soluciones democráticas para los problemas mencionados.

- La comunicación a las autoridades por parte de la Associació de propuestas y opiniones relacionadas con intereses legítimos de ésta y, en general, la realización de toda actividad lícita tendente a la defensa de los derechos humanos de la mujer y a la conquista de la igualdad absoluta de la mujer con el hombre en todos los niveles de actividad social, y tanto en calidad de ejecutante como de dirigente.

- La promoción y la organización de cursos, seminarios, conferencias, congresos, exhibiciones, manifestaciones y cualquier actividad lícita de formación que vaya orientada a crear en sociedad conciencia de los problemas que constituyen el objetivo asociativo, así como la búsqueda y la aplicación de soluciones democráticas a estos problemas.

- La edición de boletines, revistas y otros órganos de comunicación social, periódica o eventual, de carácter informativo y opinión.»

Nuestra Associació pretende ser un amplio movimiento mujeres que extienda su radio de acción a toda Catalunya, abriendo tantas delegaciones como sea necesario en barrios, coma ciudades, etc.

Hay diversas comisiones de trabajo para estudiar los diferentes aspectos de nuestra problemática. Organizaremos cursos y seminarios para la comprensión y la orientación de nuestros  problemas.

Hacemos una llamada a todas las mujeres de Catalunya a participar activamente en la construcción de esta Associació para conseguir entre todas una sociedad más justa y democrática en que la mujer ocupe el lugar que le corresponde.

Associació Catalana de la Dona

(Asociación Catalana de la Mujer)

Documento nº 6: DECLARACIÓN PROGRAMATICA DE LA FEDERACION DE ORGANIZACIONES FEMINISTAS DEL ESTADO ESPAÑOL

Con fecha 23 de enero de 1977, las siguientes organizaciones feministas del Estado español:

Associació Catalana de la Dona

Asociación Democrática de la Mujer de Euskadi Organización Democrática de la Mujer Canaria

Asociación Democrática de la Mujer de Castilla-León Asociación Democrática de la Mujer Andaluza

Asociación Democrática de la Mujer de Santander Asociación Democrática de la Mujer de Madrid

pasan a constituir en su conjunto la Federación de Organizaciones Feministas del Estado español, adoptándose por mayoría los siguientes acuerdos:

Tomar una posición concreta frente a la actual situación política, demandando de todas las fuerzas y partidos populares y democráticos la formación de una alianza electoral unitaria, sobre la base de un programa de transformaciones sociales, económicas Y políticas para el país, y que incluyese las reivindicaciones feministas más candentes. Entendemos que desde nuestra perspectiva de organizaciones interclasistas, hoy no podemos tomar una opción partidista concreta y sí apoyar decididamente una alianza democrática UNITARIA que se proponga evitar el triunfo electoral de la derecha más recalcitrante, y favorezca los intereses pueblo en general, y de la mujer en particular.

Nuestro programa mínimo electoral se resume del siguiente modo:

Igualdad plena de la mujer ante la Ley y desaparición de las discriminaciones legales de los Códigos Civil, Penal, Laboral, etc., haciendo especial hincapié en los siguientes aspectos:

- Patria potestad compartida.

- Administración compartida de los bienes gananciales.

- Igualdad ante la ley de toda clase de hijos (legítimos, i1egítimos...).

- Desaparición de toda la discriminación legal que sufre la madre soltera.

- Desaparición del delito de adulterio.

- Derecho al divorcio.

- Legalización del uso de anticonceptivos de todo tipo a de la Seguridad Social.

- Legalización del aborto.

- Revisión esencial de los actuales programas educativos con el fin de eliminar la enseñanza discriminatoria en función del sexo.

- Coeducación en todos los niveles de enseñanza.

- Derogación de las Leyes Proteccionistas.

- Derogación del Servicio Social.

- Respecto a la Ley de Peligrosidad Social, la rechazamos en su conjunto, pero en particular entendemos que el Estado no debe inmiscuirse en la intimidad de las personas y por tanto no le incumbe juzgar en materia de comportamiento sexual. Con respecto a la prostitución, ha de reconocerse la existencia de unos derechos mínimos, así como una revisión médica periódica asumida por la Seguridad Social.

- Amnistía para todas las mujeres condenadas por delitos injustos y discriminatorios.

Bajo el lema «NO QUEREMOS SER SÓLO UN VOTO», la Federación decide llevar adelante su propaganda electoral, sobre bases del programa mínimo feminista antes citado, instando a todos los movimientos feministas y partidos políticos a apoyar dichas reivindicaciones esenciales en la lucha contra la discriminación de la mujer. A su vez, la Federación llama desde este mismo momento a todas las mujeres del Estado español para que se incorporen activamente en la defensa de este programa.

2) La Federación resuelve gestionar la inmediata legalización de las organizaciones que la componen, para lo cual solicitará de la Comisión Negociadora de los Nueve que incluya expresamente la legalización de las mismas como un punto más a negociar con el gobierno.

3) La Federación acuerda llevar a cabo una amplia campaña en favor del Derecho al Divorcio, planteando unas bases con cretas de Ley de Divorcio y decidiendo impulsar las movilizaciones más resueltas por la consecución de este derecho democrático.

4) La Federación de Organizaciones Feministas del Estado Español invita a todos los movimientos y organizaciones feministas que aún no forman parte de ella, a que se incorporen sobre las bases del programa mínimo hoy exigible, en aras de favorecer la unidad del movimiento feminista ante la actual situación política.

5) Por último, la Federación expresa su más enérgica protesta ante los hechos ocurridos ayer en Madrid y en concreto, ante el asesinato del joven Arturo Ruiz García. Exige la más firme actuación por parte del Gobierno contra los asesinos, el inmediato cese del Gobernador Civil, así como la desarticulación de las bandas fascistas y la AMNISTÍA TOTAL Y SIN RESERVAS, como respuesta al justo deseo expresado en innumerables ocasiones por amplísimos sectores de nuestro pueblo, deseo que ya ha costado demasiadas muertes, muertes a las que -de una vez- es preciso hacer justicia.

Federación de Organizaciones Feministas del

Estado español

Madrid, 23 de enero de 1977

Documento nº 7: PROGRAMA-MANIFIESTO DE LA PLATAFORMA DE ORGANIZACIONES DE MUJERES DE MADRID

CON MOTIVO DEL AÑO INTERNACIONAL DE LA MUJER

INTRODUCCIÓN

La Declaración Universal de los Derechos Humanos, en el Artículo 2.0, apartado 1 dice: «Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración sin distinción ninguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.»

Sin embargo, el mero hecho de nacer mujer arrastra consigo una serie de discriminaciones en todos los niveles de nuestra sociedad, tanto en el ámbito familiar, como en el de la comunidad o nación. Muchas mujeres han tomado conciencia de su situación y luchan por que se cumpla la igualdad de Derechos Humanos en su totalidad. Otras muchas ignoran todavía los derechos que tienen como personas humanas.

La Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobó el 7-XI-67 la Declaración contra la Discriminación de la Mujer, la cual establece en su artículo 1.0 que: «La discriminación contra la mujer, por cuanto niega o limita su igualdad de derechos con el hombre, es fundamentalmente injusta y constituye una ofensa a la dignidad humana»

«La Asamblea General de las Naciones Unidas igualmente reafirma su fe en los derechos fundamentales del Hombre, pro dama que todos los seres humanos nacen iguales en dignidad y en derechos, constata que, a pesar de los derechos alcanzados, las mujeres siguen siendo objeto de discriminaciones muy importantes, considera que la discriminación ejercida contra las mujeres es incompatible con la dignidad humana, el bienestar familiar y social e impide que las mujeres participen en igualdad con los hombres en la vida política, social, económica y cultural de sus países y solicita se adopten medidas necesarias para que la aplicación de los derechos humanos esté totalmente garantizada.»

En virtud de esta Declaración, teniendo en cuenta los escasos logros alcanzados en la lucha por la igualdad de la mujer en todos los campos de la vida y con el fin de remover la conciencia de todos los seres humanos para que redoblen esfuerzos y energías en la justa lucha de las mujeres por su igualdad y equiparación, la ONU ha proclamado 1975, Año Internacional de la Mujer.

Este Año deberá ser el momento de examinar y evaluar los progresos realizados en los 3 dominios siguientes:

a) La promoción de igualdad entre el hombre y la mujer.

b) La plena integración de las mujeres en el esfuerzo global de desarrollo.

c) El reconocimiento de la importancia de la contribución creciente de las mujeres en el refuerzo de la paz en el mundo.

El tema del Año promovido por la ONU está centrado en tres ejes principales: Igualdad, Desarrollo y Paz, pero este tema tendrá que adaptarse a las condiciones de cada país.

En España, la mujer en su lucha por la igualdad y liberación tropieza con serias dificultades: unas como consecuencias del tradicional e histórico predominio social del hombre y la consiguiente dependencia de la mujer y otras debido a las peculiares características del desarrollo político de España, que ha frenado el proceso de participación social y política de hombres y mujeres.

En rescatar el papel que les corresponde jugar en la sociedad, están empeñadas cientos de miles de mujeres a escala mundial, ya que no es éste un problema específicamente español. Si bien en algunos países las mujeres han conquistado bases de partida importantes hacia su equiparación (igualdad de oportunidades en la enseñanza, en el trabajo, derechos profesionales...), no es menos cierto que todavía persisten ámbitos de actuación donde la ausencia femenina es considerable. Es por lo que la liberación de la mujer pasa por múltiples frentes: pasa por la incorporación al trabajo, pasa por la transformación de normas, leyes, ordenanzas sociales que de una manera u otra frenan la integración a las tareas nacionales y pasa también por un cambio ideológico, de mentalidad, que modifique la relación hombre-mujer.

En España, pasa también por la necesidad de conseguir la democracia. La falta de normas jurídicas que garanticen el ejercicio de los derechos fundamentales del hombre, reconocidos en todos los países europeos, tales como el derecho de asociación, de reunión, de expresión, manifestación, huelga, si bien perjudica a cualquier movimiento reivindicativo, es doblemente gravoso para los sectores sociales más atrasados, como es el femenino por las limitaciones fundamentales que a lo largo de los siglos le ha venido imponiendo la sociedad.

No es casual que a la mujer española le sean negados todavía derechos que mujeres de otros países han conquistado hace tiempo. Aparte de las discriminaciones legisladas, existen unas normas de comportamiento que van desde las esferas gubernamentales hasta la vida familiar, pasando por la empresa, la escuela y los medios de comunicación, tendentes a mantener a la mujer lo más apartada posible de la vida nacional: en la enseñanza superior la presencia femenina es de un 27 %. En el trabajo, las mujeres representan un 24 % de la población activa total. La lenta incorporación de la mujer al mundo laboral se ve ahora dificultada por la crisis económica actual (empresas grandes han decidido no emplear mujeres casadas).

Estas características, entre otras, confirman que las elites dirigentes si bien hablan mucho de la promoción e igualdad de la mujer, en la realidad cotidiana actúan para perpetuar su sometimiento y dependencia. La mujer es para ellas no un ser humano promocionable, sino un instrumento del cual se valen para frenar toda posibilidad de cambio ideológico y asegurarse así su supremacía en el poder.

Por todo lo expuesto, y teniendo en cuenta que las Naciones Unidas invitan a las organizaciones no gubernamentales de cada país a que colaboren para el máximo aprovechamiento de los fines de este Año Internacional, las organizaciones que suscriben este programa se han unido para realizar un estudio, difusión y reivindicaciones sobre cada uno de los puntos que a continuación se detallan:

1.-Mujer y Educación

2.-Mujer y Legislación

3.-Mujer y Familia

4.-Mujer y Barrios

5.-Mujer y Trabajo

6.-Mujer y Sociedad<!--pagebreak-->

1. - LA MUJER EN LA EDUCACIÓN

La mujer tiene desde su nacimiento unas funciones asignadas, funciones todas ellas de subordinación y dependencia. Pero la naturaleza femenina, como la de cualquier ser humano, no está hecha para ser sometida. Por esta razón, la mujer, desde su crianza está sujeta a presiones de todo tipo con objeto de que, al llegar a la edad en que debe participar socialmente, tenga su papel tan asumido que, no sólo lo cumpla, sino que lo transmita a sus hijos, e hijas.

Familia y Educación

Antes de entrar en la escuela la niña está ya orientada por la familia para ser solamente futura madre y esposa:

- Mayor valor social para el niño que para la niña, incluso en la iniciación o continuación de estudios.

- Aplicación de una moral diferente para el niño y la niña.

- Fomento de la coquetería y del adorno físico de la niña, a fin de iniciarla en el comportamiento como futuro objeto.

- Aliento de la pasividad, la abnegaci6n, la inseguridad, la falta de iniciativa.

- Discriminación en juegos y juguetes. Utilización de la palabra «niña», «niñita» y «nena» como insulto entre varones.

- Asignación de tareas domésticas de las que se ha eximido a los niños.

Enseñanza

La escuela no hace sino corroborar el sistema que el entorno familiar ha fabricado: la inferiorización del papel de la mujer.

- Separación de sexos.

- Textos escolares en los que se repite, con palabras e imágenes, el papel exigido a la mujer por la sociedad.

- Orientación hacia distintos centros de interés.

- Diferenciación en los trabajos manuales: niñas costura, niños mecánica.

- Diferentes criterios para el desarrollo físico.

- Discriminación en la orientación profesional.

Véase el resultado de todo este proceso de aprendizaje en las estadísticas:

Curso 71-72                           Varones                                  Mujeres

Primaria                                  2.488.300                               2.474.000

Media                                     1.032.000                                  734.700

Superior                                     179.900                                    70.600

Si desglosamos la Enseñanza Media, vemos que 11.200 mujeres estudian Ayudante Técnico Sanitario (profesión típicamente femenina) frente a 2.400 varones. Por el contrario, 144.600 va rones se hallan en Formación Profesional y sólo 14.400 mujeres realizan estos estudios.

Exigimos:

- Que se cumpla el principio de igualdad de acceso a la educación reconocido por la Ley.

- Fomento de la coeducación en todos los niveles y grados.

- Profesorado mixto en la Enseñanza Primaria.

- Revisión de textos y juegos escolares en los que se reincida sobre la imagen tradicional de la mujer.

- Extensión de las asignaturas de formación doméstica a ambos sexos.

- Orientación profesional indiscriminada y libre acceso a la enseñanza laboral y técnica.

- Eliminación de toda propaganda que presenta a la mujer como mero objeto sexual y decorativo.<!--pagebreak-->

2. - MUJER Y LEGISLACIÓN

En el campo de las Leyes, España es uno de los países más atrasados de Europa. Se sigue rigiendo por el Código Napoleónico de 1809, sin que se hayan aportado cambios sustanciales a lo largo de casi un siglo, exceptuando la etapa de 1931 a 1936. A partir de la década de los sesenta, se introducen pequeñas reformas en la legislación, en lo que se refiere a los derechos profesionales de la mujer y en el Código Civil, no así en el Derecho Familiar que permanece intacto.

Pero estas modificaciones -que tienen mucho de simbólico- han servido más para desplegar desde las esferas gubernamentales una actividad propagandística, que para mejorar en la práctica la condición de la mujer. Estas reformas sobre el papel, no han tenido ninguna repercusión en la vida cotidiana y en lo fundamental las Leyes españolas siguen basándose en la minoría de edad de la mujer, en su sometimiento y dependencia con respecto al varón y su interioridad legal y social.

2. 1. - Código Civil

a) Regionalidad y Nacionalidad. - Seguimos pidiendo la supresión del párrafo 3 del Artículo 15: «En todo caso la mujer seguirá la condición de su marido.» Entendemos que el matrimonio no debe ser causa que nos obligue a cambiar nuestra regionalidad como tampoco la nacionalidad. Que los hijos puedan elegir libremente a la mayoría de edad su nacionalidad o regionalidad.

b) Residencia. - Los Artículos 58 y 64 deben cambiarse por: «La residencia será determinada por ambas cónyuges.» Posibilidad de tener residencias separadas en caso de desacuerdo.

c) Licencia marital y judicial. - Urgimos su supresión (Artículos 61, 62, 237, 893, 995, 1263, 1444, 1716).

d) Capacidad procesal. - Suprimir Artículo 50 para que la mujer no la pierda al contraer matrimonio.

e) Sobre el derecho a contraer matrimonio. - Que se le niega a la viuda durante un cierto tiempo (10 meses) dejándolo a voluntad de la misma (párrafo 2° Artículo 45). Suprimir el párrafo 7° del Artículo 8.

Sobre la edad núbil establecida en 12 y 14 años, creemos con fundamento que no recoge la madurez psicológica, tan necesaria como la biológica y con mayor motivo en este país donde el fracaso de un matrimonio es irreversible. Supresión de estas edades para contraer matrimonio.

f) Patria potestad y mayoría de edad. - Se nos atribuye la categoría mítica de «reinas del hogar», cuando la realidad es que las madres ni siquiera tenemos la patria potestad (Artículos 145 al 165). Pedimos que ésta corresponda a ambos padres. Consideramos que nuestros hijos deben alcanzar la mayoría de edad civil y penal a los 18 años.

g) Artículos en los que se da preferencia al varón. - Como en la representación del ausente, tutela de menores, locos, sordo mudos, pródigos; en la formación del Consejo de Familia (Artículos 184, 211, 225, 295) o el sexo sirva de excusa (Artículo 244, párrafo 7°). Dichas preferencias deben desaparecer.

h) Aspectos económicos del matrimonio. - Pedimos la su presión de todo el sistema dotal (Artículos 1336 a 1380).

Pedimos también la administración conjunta de los bienes gananciales con carácter de urgencia por las extorsiones que su carencia causa en la realidad (Artículos 59 y otros). Mientras ello se prepara, pedimos que al Artículo 1413 se extienda a toda clase de bienes.

Pedimos igualmente que el marido no pueda intervenir en los bienes parafernales (Artículo 1387 y 1388).

i) Paternidad y filiación. - (Artículos 108 al 141). Basándonos en los artículos 3 y 23 del Fuero de los Españoles, en la Constitución «Gaudium & Spes» y en la Carta de los Derechos del Niño, pedimos:

1) Que desaparezca toda discriminación y calificativo que desvirtúe el sustantivo Hijo.

2) Que todos los hijos tengan los mismos derechos ante la sociedad.

j) Honores. - Renunciamos a compartir los honores que por nuestro marido pudieran correspondernos (Artículo 64).

2. 2. - Ley de Enjuiciamiento Civil

Que la mujer pueda intervenir en la Junta de Acreedores cuando su marido sea el quebrado, de la misma forma que a él no se 1 niega la intervención en el caso contrario (Artículo 1141).

2. 3. - Leyes Fiscales y Sociales que repercuten negativamente en el trabajo de la Mujer

a) Ley Tributaria de 1967. - (Artículo 15). Cuando la desgravación fiscal sobre un mínimo en el Impuesto sobre el Trabajo Personal deja de hacerse a la mujer a partir del 4° hijo.

b) Ley de Asignaciones Familiares de 1954. - Asignación por matrimonio y bonificación por los hijos que se les niegan (con reducidas excepciones) a las mujeres funcionarios «para que retornen al hogar y haya un salario único».

c) Ley de Derechos Pasivos de Funcionarios de Administración Civil de 1966. - Artículo 40. La mujer no puede causar pensión de viudedad ni de orfandad (con pequeñas excepciones).

2. 4. - Código de Comercio

Es necesaria la supresión de la licencia marital, contenida en los artículos 6, 8 y 9 del Código del Comercio. También consideramos discriminatoria la reforma que se nos promete, pues si el marido puede comprometer todos los bienes gananciales, no vemos por qué las mujeres sólo puedan comprometer los bienes adquiridos por ellas mismas en el ejercicio de ese comercio.

2. 5. - Código Penal

a) Información Anticonceptivos. - Pedimos la supresión del artículo 416 que considera delito la información anticonceptiva, así como la venta de medicamentos, sustancias, medios o procedimientos capaces de evitar el embarazo. Sobre los restantes artículos del Capítulo III, Título 8°, Libro II referentes a lo que en España es delito de aborto, hacemos hincapié en que solamente el peso de la Ley recae sobre las mujeres que no pueden sufragarse un viaje al extranjero.

b) Adulterio y amancebamiento. - Pedimos la supresión de1 Artículo 449 por el cual sólo es delito el adulterio de la mujer y también de los Artículos 450, 451 y 452, por considerar que la vida privada debe quedar al margen del Código, aunque ta1es hechos puedan dar lugar a separación.

c) Palabras. - (Artículo 583). Si los maridos no cometen falta por maltratar de palabra a sus esposas, pedimos que a las esposas les ocurra lo propio.

d) Desprecio de sexo. - (Artículo 10). Suprimir el desprecio del sexo como circunstancia agravante.

2. 6. - Separación Iglesia-Estado

Pedimos que la sociedad se rija exclusivamente por las leyes civiles, dejando a la conciencia de cada persona el ejercicio de los postulados eclesiásticos.<!--pagebreak-->

3. LA MUJER EN LA FAMILIA

La familia no es una institución estática y por tanto es posible cambiarla. Lo mismo pasa con el papel de la mujer dentro de ella: su situación no ha sido siempre la misma. Hubo épocas en que la mujer era un ciudadano considerado socialmente igual al hombre. Esto nos lleva a pensar que las formas específicas de familia en nuestra sociedad no son precisamente las m favorables para la mujer.

Función y papel de la mujer en la familia

La función actual de la mujer en la familia es la que le ha asignado la sociedad:

Ser esposa (vivir y actuar en función del marido). Ser madre (tener y cuidar hijos).

- Ser responsable de la educación de los hijos en los detalles de la vida cotidiana, pero siempre bajo las directrices generales del marido que, en última instancia, decide sobre las cuestiones fundamentales.

Ser administradora (atender a la casa y administrar parte del dinero).

- Velar para que, a través de su actuación, transmita a hijos e hijas determinadas formas tradicionales de vida que chocan c las nuevas realidades sociales.

Este papel sin duda debe ser modificado, lo cual supone un reparto equitativo de deberes y derechos:

- Derecho al trabajo igual que el marido.

- Reparto de las tareas domésticas.

- Educación conjunta de los hijos.

- Las mismas posibilidades de estudio y realización para los dos miembros de la pareja.

- Iguales posibilidades de participación en las tareas ciudadanas. No habrá una modificación sustancial del papel de la mujer si no hay una auténtica planificación familiar, lo que requiere:

- Una formación total de la pareja en todos los aspectos de su quehacer familiar.

- Una formación sexual completa.

- Sólo la pareja puede y debe determinar el número de hijos a tener, así como los métodos a utilizar, sin condenas legales ni presiones ideológicas exteriores, poniendo a disposición de los cónyuges todos los medios necesarios de información, orientación, control médico y asistencia sanitaria asumida por la Seguridad Social, para que puedan ser utilizados en caso de decidirlo así mutua y libremente la pareja.

- Nos parece que con las modificaciones anteriormente expuestas, serían menos frecuentes las situaciones traumáticas a las que suele llegar tanto la mujer como el resto de la familia. No obstante las causas posibles de situaciones caóticas son múltiples, por consiguiente, cuando a pesar de todo una pareja llega a unos determinados límites de convivencia, es deseable un amplio debate sobre el divorcio, como posibilidad jurídica que permita a las personas rehacer su vida en la sociedad.<!--pagebreak-->

4. MUJER Y BARRIOS

Los temas que se proponen en este apartado no son, a nuestro entender, cuestiones específicamente femeninas. Las condiciones de vida en los barrios, la participación en la gestión municipal, la carestía o la enseñanza son problemas que afectan a todos los españoles, hombres y mujeres. El hecho de incluirlos como tema a tratar durante el Año Internacional de la Mujer es porque concebimos que la celebración de este acontecimiento debe ajustarse a las condiciones sociales y peculiares de cada país. En España hay aproximadamente 13.400.000 mujeres mayores de 14 años, de las cuales solamente 1.180.000 son trabajadoras y 8.599.000 amas de casa, es decir de profesión sus labores. Esta falta de participación de la mujer en el mundo laboral es consecuencia del claro reparto de funciones que el sistema político y social de España impone a la sociedad española: el hombre vive en y para el trabajo. La mujer vive en y para el hogar. Una gran mayoría de mujeres tiene pues sus horizontes, debido a esta división de funciones sociales, reducidos a la casa y al barrio, motivo por el cual los problemas enumerados en Mujer y Barrios, si bien son de todos, es la mujer la que los vive y la que principal y directamente se enfrenta con ellos.

4. 1. - Educación

- Situación y nivel cultural en los barrios (locales, actividades, posibilidades de promoción cultural, etc...).

- Situación de la Enseñanza (necesidades de puestos escolares de preescolar -de 0 a 6 años-, Educación General Básica, Bachiller Unificado y Polivalente, Centros de Formación Profesional, Centros Especiales de Subnormales, etc...).

- Gratuidad de la misma. Comedores colectivos.

- Repercusiones en el desarrollo humano de la mujer del sistema actual de enseñanza y planificación cultural en los barrios.

4. 2. - Carestía de la vida

- Subida de precios. Nivel salarial.

- Desabastecimiento en los barrios de mercados municipales.

- Postura de la mujer ante las subidas de los precios.

- Influencia de la publicidad a la hora de comprar.

- Relaciones amas de casa-minoristas.

4. 3. - Asistencia sanitaria

- Estado actual de la red de ambulatorios y Centros de Urgencia

- Formas y medios asistenciales (camas, materiales quirúrgicos, aparatos médicos, ambulancias, etc...).

- Comercialización y negocio de los medicamentos.

- Nuevos planteamientos para una mejor y m humana asistencia sanitaria.

4. 4.- Municipio

- Zonas verdes - Transportes públicos - Servicios (agua, calefacción, etc...).

- Infraestructura de los barrios (alcantarillado, urbanización de calles, alumbrado, etc...).

- Viviendas. Urbanismo.

- ¿Qué es gestión municipal? ¿Qué papel cumplen los Ayuntamientos?  

- Hacia una nueva gestión municipal, con auténtica participación ciudadana.<!--pagebreak-->

5. - LA MUJER EN EL TRABAJO

El trabajo es uno de los derechos fundamentales de la persona sin distinción de sexos, y por tanto, el trabajo para la mujer no puede ser una opción temporal y transitoria, sino un derecho. La integración de la mujer en el trabajo productivo es una premisa fundamental para su liberación.

Teniendo esto en cuenta, el Año Internacional de la Mujer, tiene que servirnos para ir eliminando las discriminaciones que sufre la mujer en este campo. Entre ellas destacamos:

Discriminaciones legislativas:

El principio «a trabajo igual salario igual», ha sido transformado en el Tercer Plan de Desarrollo por el de «a igual producción igual salario», lo que supone una discriminación ya que el Tercer Plan considera que la producción de la mujer es, en el mismo trabajo, un 20 % inferior a la del hombre.

Discriminaciones reales:

AUXILIARIDAD del trabajo femenino, que se manifiesta en:

- Rara vez la mujer ocupa puestos de responsabilidad.

- Las carreras o profesiones que se nutren fundamentalmente de mujeres son de naturaleza auxiliar (Asistente Social, Enfermera, Secretaria, etc.).

- Cuando la mujer trabaja, su salario se considera generalmente como ayuda del salario del marido.

TEMPORALIDAD del trabajo de la mujer:

- A la mujer se la orienta como meta final al matrimonio y su trabajo es sólo «temporal», por un corto período, hasta que se case.

- El trabajo de la mujer se considera como reserva de mano de obra que utiliza, según la situación económica que exista en cada momento; o bien animándola de nuevo al hogar si escasean los puestos del trabajo.

PREPARACIÓN PROFESIONAL

- La carencia general de escuelas profesionales es aún más acusada para la mujer.

- Orientación de la mujer a carreras o profesiones «femeninas» (peluquería, costura, decoración).

PROFESIONES LIBERALES

- Existen aún carreras que se consideran masculinas y carreras femeninas.

- Una vez terminada la carrera, la mujer tiene dificultades para encontrar trabajo, por su condición de mujer.

CARENCIA DE MEDIOS SOCIALES

- Falta de guarderías suficientes, gratuitas y bien equiparadas en los barrios, que permitan seguir trabajando a la mujer casada.

- Incompatibilidad entre los horarios de las empresas y los de las guarderías.

- Falta de servicios comunitarios en los barrios y de un reparto de las tareas del hogar, entre los miembros de la familia que evite a la mujer casada que trabaja una doble jornada.

- Existe aún rechazo de la mujer casada cuando solicita trabajo.

- La mujer casada tiene, en muchos casos, que renunciar a su profesión y dedicarse a trabajos subsidiarios no reglamentados, tales como:

- Empleadas de hogar.

- Asistenta por horas.

- Trabajos en casas de modas, etc.

Todos estos trabajos, aparte de no estar reglamentados, se hacen en condiciones de total eventualidad y con unos sueldos muy bajos.

EMIGRACIÓN

- La mujer emigrada y la mujer del emigrante se ven sometidas a unas condiciones de vida infrahumanas:

- Aceptar los peores trabajos por su inferioridad respecto a los nativos.

- Vivir en muchos casos separadas del marido.

- Ocupar todos los puestos subsidiarios y no reglamentados y en condiciones de eventualidad y falta de contrato.<!--pagebreak-->

6. - LA MUJER Y LA SOCIEDAD

La marginación que sufre la mujer en todos los campos culmina en su marginación dentro de la sociedad. La participación real de todos los ciudadanos en una sociedad como la nuestra está muy mutilada, y la mujer es una víctima acusada en esta situación. Se la invita constantemente, a través de los medios de comunicación, a permanecer encerrada en su hogar totalmente al margen del proceso social, y se crea una imagen negativa de la mujer que intenta salir de este aislamiento y participar activamente en todos los problemas que, de una forma u otra, la afectan. Al ciudadano español, y a la mujer especialmente, se les educa desde el nacimiento en un concepto individualista y competitivo que favorece el desinterés por los problemas sociales.

Cuando poco a poco se toma conciencia de la necesidad de trabajar colectivamente, se encuentra con que los cauces de participación son escasísimos y los que existen están constantemente sufriendo limitaciones, sanciones, cortapisas, que frenan cualquier tipo de participación activa.

Las manifestaciones de esta situación son múltiples y entre ellas destacamos:

ACTITUD DEL ESTADO

- El enfoque de las Leyes actuales del Estado y su desfase con algunos puntos de la Declaración de los Derechos Humanos y la Declaración contra la discriminación de la Mujer, principalmente en los puntos tocantes a su actividad social y pública.

- Las escasas medidas reales que ha tomado el Estado español para poner en práctica los puntos y pactos ratificados por él.

- La falta de participación de la mujer en los órganos de decisión política.

ACTITUD Y COMPORTAMIENTO DE LA SOCIEDAD

- Manipulación de que es objeto la mujer por la «Sociedad de consumo» a través de la publicidad en todos los medios de comunicación (prensa, televisión, radio, revistas femeninas).

- Influencia de la Iglesia Católica y análisis de las actuales corrientes postconciliares y su impacto.

- La participación de la mujer en diversas actividades (no analizadas en otros puntos), como la literatura, deportes, etc.

- La situación actual de la prostitución, sus causas y las formas de eliminarlas.

- Otras formas de prostitución (coacción de que es objeto la mujer en la sociedad en algunos aspectos).

REIVINDICACIONES

- Exigir la ratificación plena por parte del Estado de todos los puntos de la D.C.D. de la Mujer y Pactos internacionales y que se garantice esta ratificación.

- Que el gobierno español elimine toda clase de medidas y situaciones discriminatorias dentro de los propios organismos del Estado.

- Que los derechos de reunión, asociación, manifestación, recogidos en la Declaración de Derechos Humanos, a los cuales el gobierno español ha dado su adhesión, se pongan en práctica sin limitaciones, para todo ciudadano, independientemente de su ideología.

- Control mediante organismos especializados, del mercantilismo que utiliza a la mujer como agente de consumo con fines meramente lucrativos.

Este Documento fue suscrito por las siguientes entidades:

Seminario de Estudios Sociológicos Femeninos; Asociación Española de Mujeres Universitarias; Asociación de Amas de Casa de Tetuán y adyacentes, y Getafe; Asociación de Amas de Hogar de Moratalaz-La Estrella, Ventas, Chamartin y Aluche; Asociación Castellana de Amas de Casa y Consumidoras con sus delegaciones de Parla, Carabanchel Alto, Carabanchel Bajo, Legazpi, Usera, Torrejón, Alcorcón, Coslada, Vicálvaro, Vilda-Vallecas, Alcobendas, Leganés; Asociación de Cabezas de Familia de Alarcón; Comisión del Año Internacional de la Mujer del Club de Amigos de la UNESCO de Madrid; Asociación de Mujeres Separadas Legalmente; Movimiento Apostólico Seglar (MAS); Herman dad Obrera de Acción Católica (HOAC); Juventud Obrera Católica (JOC).

(Se presentó a la prensa el 20 de febrero de 1975.)

Posteriormente se adhirieron a este programa otras entidades de diversos puntos del Estado español.

Documento nº 8: MANIFIESTO A LA OPINION PUBLICA APROBADO POR LA II ASAMBLEA DE MUJERES DE BARCELONA

A PARTIR DE LA CUAL SE INICIO EL «MOVIMENT DE DONES»

Grupos de mujeres, de diversas procedencias y tendencias, y varias entidades no gubernamentales de Barcelona hacen pública la siguiente declaración:

A LA OPINIÓN PÚBLICA

La proclamación de 1975 como Año Internacional de la Mujer representa un acto paternalista, aunque sólo sea por su carácter protector, por lo cual confirma una vez más el papel pasivo y dependiente a que se ve sometida la mujer. El simple hecho de que se le dedique un año, como se haría con cualquier comunidad necesitada u oprimida, es una prueba evidente de su discriminación real.

Sin embargo, precisamente porque todo ello subraya la urgente e ineludible necesidad de denunciar, a todos los niveles y en todos los ámbitos, la injusta situación femenina, recogemos la propuesta de las Naciones Unidas para divulgar la problemática de la mujer y luchar contra su opresión.

Al margen de la delegación oficial, designada por Decreto, que es únicamente representativa de un sector muy concreto de la población, de acuerdo con la doble convocatoria de las Naciones Unidas (a organizaciones gubernamentales y no gubernamentales), decidimos empezar una serie de reuniones y trabajos para enfocar desde un prisma más realista los problemas actuales de las mujeres que integran las diversas nacionalidades del Estado español.

Considerando que la explotación específica de la mujer está profundamente interrelacionada con la problemática político-económica del Estado, particularmente grave en las clases proletarias, no es posible un cambio radical de la situación de la mujer desliga do de las estructuras sociales y políticas.

Si alguna eficacia ha de tener la proclamación de este Año Internacional de la Mujer, que consideramos únicamente como un primer paso para iniciar una acción continuada, es que la mujer, rompiendo su tradicional aislamiento, tome parte activa y masivamente en la sociedad.

Por todo lo cual, consideramos indispensable la consecución de los derechos de reunión, asociación, expresión y huelga.

Como primer paso, decidimos unificar nuestros esfuerzos y reclamar:

1. - Cambio total de la legislación que asigna a la mujer un papel de dependencia en la sociedad.

2. - Replanteamiento del sistema educativo que configura a la mujer como ser inferior y subordinado.

3. - Derecho al control de la natalidad.

4. - Eliminación de las situaciones discriminatorias en el campo laboral.

5. - Creación de los servicios comunitarios precisos para que la mujer, hasta ahora injustamente relegada a realizar las tareas domésticas, pueda liberarse y conseguir su realización personal, social y profesional.

Nos proponemos denunciar todas las manipulaciones de la imagen femenina que, con finalidades políticas y comerciales, se difunda a través de los medios de comunicación.

Queremos hacer constar además que, al margen de las reivindicaciones elementales y de la acusación de sexista a una sociedad injusta, nosotras, en tanto que personas, hacemos propias todas las reivindicaciones humanas y, por lo tanto, nos adherimos a las peticiones de amnistía general para todos los sancionados por hechos de intencionalidad política y social y de abolición de la pena de muerte, pedidos insistentemente por numerosos sectores de población.

Barcelona, marzo de 1975

(Presentado a la prensa el 18 de abril)

Documento nº 9: RESOLUCIONES Y CONCLUSIONES DE LAS I JORNADAS POR LA LIBERACION DE LA MUJER

I - Resolución política de las Primeras Jornadas Nacionales * por la Liberación de la Mujer

Después de un amplio y polémico debate, se ha aprobado la siguiente Resolución:

Los días 6, 7 y 8 de diciembre de 1975 se han celebrado en Madrid las Primeras Jornadas Nacionales por la Liberación de la Mujer. Han sido protagonizadas por 500 mujeres de distintos puntos del Estado español: Galicia, Santander, Logroño, Valladolid, Valencia, Madrid, Castellón, Cataluña, Alicante, Salamanca, Málaga, Sevilla, Albacete y Canarias. Se encontraban representadas las diversas tendencias feministas existentes en nuestro país.

Estas Jornadas adquieren singular importancia por ser la primera vez en 39 años que se celebra un Congreso feminista abierto y democrático a nivel de todo el Estado español, y por el momento político en que se han producido, caracterizado por el continuismo que el Gobierno pretende seguir imponiendo y por la ofensiva general del pueblo para instaurar un sistema democrático. La convergencia de esfuerzos diversos, ha posibilitado el intercambio de experiencias entre distintos movimientos y personas que se preocupan de la problemática de la mujer.

En unas circunstancias en que toda la población española s agrupa para definir la postura que mejor defienda sus intereses; las mujeres asumen la necesidad de definir los suyos y de participar activamente en la defensa de los mismos, para ser co-protagonistas en la importante tarea de configurar un cambio democrático en el país, conquistando una presencia real en esa alternativa que se presenta hoy a todos los ciudadanos del Estado español.

Se envían durante la celebración de estas Jornadas un telegrama y un Comunicado, refrendados mayoritariamente: el telegrama se dirige a Don Juan Carlos protestando por las detenciones efectuadas el domingo día 7 en Carabanchel, pidiendo amnistía general, derogación del Decreto-Ley antiterrorismo y rechazando toda política emanada de un Gobierno no elegido por el pueblo y que no garantice las libertades democráticas. En el Comunicado a las mujeres presas del Estado español se manifiesta la solidaridad de las participantes en estas Jornadas y el compromiso de lucha por su libertad.

Conscientes las mujeres del Estado español de que ningún tiene derecho a realizarse a costa de otro, y de que la falta libertades ha supuesto su marginación de la vida social en todos sus niveles, afirman que para que la mujer pueda mayoritariamente adquirir una conciencia clara de sus problemas específicos, y como ser humano, debe participar activamente en la consecución de 1as libertades democráticas, por la amnistía, por el derecho de de asociación y expresión y por la constitución de un Gobierno elegido democráticamente.

Asimismo se afirma la necesidad de un Movimiento Feminista, revolucionario y autónomo en nuestro país, que defienda las reivindicaciones específicas de la mujer en todo momento, a fin de evitar su discriminación en cualquier aspecto: legal, laboral, familiar o sexual, conscientes de que la poca envergadura política que reviste la situación de la mujer es la causa de la continua marginación de sus intereses en las esferas de decisión del país.

Ahora bien, pensamos, que, siendo indispensable la autonomía del feminismo como organización reivindicativa, es sólo mediante la presencia activa y teórica de la mujer en las estructuras y pro gramas encargados de encauzar las reivindicaciones sociales como podrán lograrse sus objetivos. Nuestra lucha como mujeres no debe ser una lucha contra el sexo masculino, sino contra la situación que hace posible que el hombre nos oprima, contra las estructuras que mantienen el poder de decisión, configuración y actuación en manos exclusivamente masculinas.

Firmado: Asociación de Amas de Casa Castellanas con sus 19 delegaciones; Asociaciones de Amas de Casa de los distritos de Ventas-Chamartín-Getaf e-Tetuán y adyacentes-Moratalaz; HOACF, MAS, Enlaces femeninos sindicales de Madrid; Asociación Española de Mujeres Universitarias de Madrid y Barcelona; Comisión femenina de Amigos de la UNESCO de Alicante; Subcomisión femenina Ateneo Mercantil de Valencia; Vocalías femeninas de Vecinos de El Cid y Dehesa de Valencia; Asociaciones de Mujeres de Hogar de Torrelavega; Vocalías de Mujeres de Asociaciones de Vecinos de Can Serra y Collblanch-Terrasa, de Hospitalet (Barcelona); Centro Social de la Florida de Hospitalet (Barcelona).

Madrid, 8 de diciembre de 1975


* Aunque en principio se denominó a estas Jornadas, «I Jornadas Nacionales por la Liberación de la Mujer», durante los debates, los grupos de distintas nacionalidades del Estado pusieron de manifiesto su disconformidad, aceptándolo la asamblea. Por ello, en el texto se habla de «Estado español» y en este libro las denominamos «I Jornadas por la Liberación de la Mujer».



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II. - DECLARACION A LA OPINION PÚBLICA DE UN GRUPO DE MUJERES PARTICIPANTES, QUE NO SUSCRIBIAN LA TOTALIDAD DE LA DECLARACION ANTERIOR

Conscientes de la necesidad de crear un Movimiento Feminista autónomo, revolucionario e independiente de los partidos políticos existentes en la actualidad y asumiendo que la lucha por la Liberación de la Mujer no acaba con el cambio de estructuras socio-políticas en nuestro país, creemos que nuestra lucha no concluirá con ese cambio.

La opresión de la Mujer no acaba con la instauración de un régimen democrático sino con un cambio revolucionario en todas las estructuras económicas y políticas que oprimen a la mujer.

Consideramos que la primera estructura económica que somete a la mujer es la familia como unidad de producción de bienes de uso que la relega a su papel de procreadora de hijos y realizadora de los trabajos domésticos. La estructura familiar interrelacionada con las restantes estructuras económicas y políticas de cualquier país elabora una ideología política, jurídica, cultural y religiosa que impone el principio de autoridad a favor del hombre.

En nuestro país se dan dos contradicciones fundamentales para la mujer:

1. - La opresión que el imperialismo y el capitalismo ejercen contra todas las clases populares.

2. - La opresión de la mujer por todos los hombres de todas las clases sociales y económicas.

Consideramos asimismo que para el avance de nuestra lucha es imprescindible un cambio primario de estructuras político-socia les que permitan a los ciudadanos ejercer los derechos de asociación, libre reunión, libre expresión y manifestación.

Sin embargo, somos conscientes de que en ese momento, nuestra lucha deberá continuar con más fuerza para alcanzar los objetivos últimos de la revolución feminista:

- Supresión de una sociedad dividida en clases.

- Supresión de la explotación de la mujer que es la última clase oprimida social y económicamente.

- Supresión de cualquier principio de poder en las relaciones económicas y laborales.

- Creación de una cultura feminista que implique las relaciones libres entre individuos en todas las esferas: culturales, amorosas, sexuales y educacionales.

Madrid, 8 de diciembre de 1975<!--pagebreak-->

III. - CONCLUSIONES DE LAS I JORNADAS POR LA LIBERACION DE LA MUJER

MUJER Y SOCIEDAD

En su lucha por la igualdad y la liberación, la mujer tropieza con serias dificultades. Unas son consecuencia del predominio social del hombre tanto legal como histórico y la consiguiente dependencia de la mujer, y otras se deben a las peculiaridades características del desarrollo político de nuestro país, que ha frenado el proceso de participación social y política de hombres y mujeres, por tanto:

Denunciamos:

- Las características sociales y políticas del Estado español que añaden factores alienantes a la situación de inferioridad histórica de las masas femeninas.

- La falta de los más elementales derechos democráticos como principal obstáculo con el que se encuentra la mujer española en el momento actual de la lucha por su liberación.

- La inexistencia de cauces que permitan la participación de la mujer en los organismos de gestión políticos, sindicales, municipales..., etc.

- La existencia de una legislación en flagrante contradicción con la Declaración de Derechos Humanos que la relega a un puesto secundario en la sociedad y en la familia.

- Los constantes obstáculos y trabas que impiden la incorporación de la mujer casada al trabajo productivo.

- La relegación de la mujer al hogar y a la maternidad como vías únicas de realización, manteniéndola así al margen del pro ceso social.

- La marginación de la mujer soltera.

- La falta de comprensión por parte de las fuerzas progresistas del país de la necesidad del frente femenino, así como su falta de asunción de la problemática de la mujer.

- La utilización que desde los medios de comunicación y en la publicidad se hace de la mujer como objeto sexual y consumista.

Exigimos:

- La restauración urgente de los derechos democráticos de asociación, reunión, expresión, huelga y manifestación como cauce esencial para la liberación de la mujer.

- Una radical transformación de la legislación vigente que sitúe a la mujer en un plano de igualdad en el Código Civil y Penal, así como la reforma de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social en cuanto a la tipificación de conductas consideradas como peligrosas que discriminan a la mujer en razón de su sexo.

- La creación de puestos de trabajo que permitan la incorporación masiva de las mujeres al trabajo productivo en condiciones de total igualdad salarial y profesional..., etc.

- La presencia de las mujeres en los órganos de gestión, en todos los niveles, para que la problemática femenina esté presente en la sociedad.

- La supresión de todos los conceptos, usos, hábitos y expresiones que, tanto en el lenguaje y la publicidad, como en los medios de comunicación denigran a la mujer.

- La eliminación de los dobles criterios de valoración moral.

- El reconocimiento de un amplio Movimiento de Liberación de la Mujer unitario e independiente de los partidos políticos, del Estado y de las organizaciones sectoriales, como portavoz de la problemática específica de las masas femeninas.

La promulgación de una amnistía general para todos los presos y exiliados políticos y sindicales, que incluya las conductas consideradas delictivas en razón del sexo en los cuerpos legales vigentes.

MUJER Y EDUCACIÓN

Uno de los sectores en los que más se ha dejado sentir la incapacidad del régimen para adecuarse a las necesidades de las realidades actuales, ha sido el de la educación.

Mientras el país necesita una mayor difusión de la enseñanza a todos los niveles (preescolar, EGB, BUP, profesional, técnica y superior) el Ministerio de Educación y Ciencia promulga una serie de nuevas medidas que reducen aún más las posibilidades de acceso a la enseñanza a gran parte de la población (Ley General de Educación, selectividad, subida de precios en los colegios, etc.). Ante esta situación,

Denunciamos:

- La Ley General de Educación de 1970 que contiene graves deficiencias, como consecuencia lógica de no haber participado en su elaboración enseñantes, padres y alumnos.

- El sistema educativo vigente que pretende para la mujer no su desarrollo como persona, sino modelarla para que asuma la función que se le ha asignado de esposa y madre, y como transmisora de la ideología dominante.

- La falsedad de los rasgos psicológicos que se atribuyen a la mujer como específicos de su naturaleza, sumisión, dependencia, pasividad, falta de creatividad e iniciativa, irracionalidad, que la abocan a un papel social determinado y exclusivo, y que no son más que producto de la educación discriminatoria que se imparte a la futura mujer en el seno de la familia y fuera de ella.

- La discriminación que la niña sufre a la hora de recibir enseñanza y que da como resultado un índice de analfabetismo entre las mujeres superior al de los hombres.

- Las asignaturas específicas para niñas que figuran en el pro grama de la EGB.

- Todo lo que condiciona la mentalidad de la niña para que asuma el papel que la sociedad le asigna: juguetes diferenciados en razón de su sexo, imágenes de los textos escolares que reafirman el papel tradicional de la mujer, la literatura infantil como instrumento ideológico que perpetúa una imagen «femenina».

- La ausencia de mujeres en los puestos decisorios en todos los niveles de la enseñanza.

- La discriminación de que son objeto las profesoras de EGB, al considerar el Departamento de Contratación del Ministerio de Educación y Ciencia el embarazo como causa de rescisión de contrato y dar preferencia al varón en la concesión de dichos  contratos.

Exigimos:

- La derogación de todos los artículos de la Ley General de Educación en los que se establecen diferencias en razón del sexo.

- La creación de guarderías u centros preescolares gratuitos, con adecuadas condiciones higiénicas y pedagógicas, así como horarios permanentes, compatibles con los laborales.

- Puestos escolares obligatorios y gratuitos, reales y no teóricos, hasta los dieciséis años, para lo cual consideramos imprescindible que las subvenciones a la enseñanza privada se dediquen a la creación de Centros Estatales.

- Coeducación a todos los niveles, lo cual implica, entre otras cosas: supresión de asignaturas diferentes en razón del sexo y eliminación de imágenes y ejemplos que, de algún modo, indican una inferiorización de la niña o del sexo femenino.

- Información sexual incluida en los planes de estudio.

- Que la educación sea impartida indistintamente por profesionales de ambos sexos en todos los niveles de la enseñanza.

- Suficientes centros de formación profesional en los que imparta una enseñanza única, sin especialidades femeninas.

- Acceso a la administración y gestión de los centros escolares de padres, profesores y alumnos.

- Planificación de centros de enseñanza por zonas y transportes gratuitos cuando sea necesario.

- Creación de colonias de verano en cantidad suficiente y debidamente organizadas, para facilitar la incorporación de la mujer al trabajo.

MUJER Y FAMILIA

La mujer está sometida a una estructura económica e ideológica básica que es la familia como unidad de producción y de bienes de uso. Gran parte de los condicionamientos de la mujer se dan por causa de esta estructura familiar, en la que cumple unas funciones y trabajos determinados. Por ello

Denunciamos:

- La utilización que se hace de la mujer como reproductora y mantenedora de la fuerza del trabajo del hombre para el sostenimiento del presente orden económico.

- El papel que cumple la mujer en la familia como transmisora de una ideología fundamentalmente conservadora que convierte a la célula familiar en el pilar básico de una sociedad clasista.

- La existencia de un trabajo doméstico no remunerado que el capitalismo utiliza en su beneficio, ahorrándose una serie de ser vicios que deberían ser colectivos (guarderías, centros para ancianos, lavanderías, comedores públicos, etc.).

- El papel reaccionario que desempeña la mujer, como lógica consecuencia de su aislamiento, que la hace actuar de freno en las luchas laborales y sociales.

- Los condicionamientos que impiden la realización de la mujer como persona al confinarla a los papeles de madre y esposa.

- La legislación vigente que se nos manifiesta en toda su crudeza como instrumento del Poder al servicio de unos determinados intereses.

- La utilización que se hace de la mujer a través de los medios clc comunicación, corno instrumento de consumo.

Exigimos:

- Un cambio total de la legislación vigente, basado en la igual dad de los sexos.

- La patria potestad compartida.

- La derogación de todos los artículos del Código Penal que coartan la libertad de la mujer para disponer de su propia persona al considerar delito la información sobre anticonceptivos y su adquisición.

- La despenalización -del aborto.

- La creación de centros de planificación familiar y así mismo la legalización de ios anticonceptivos y su extensión por la Seguridad Social.

- La supresión del delito de adulterio.

- La promulgación de una ley sobre el divorcio.

- La participación del hombre en todas las responsabilidades que tradicionalmente se asigna a la mujer dentro de la familia: trabajo doméstico, cuidado y educación de los hijos, etc.

- Una nueva estructura familiar que no asigne papeles diferentes al hombre y a la mujer por considerar que la división actual limita a la mujer, impidiendo su total desarrollo como persona.

MUJER Y TRABAJO

Una de las causas fundamentales que sitúa a la mujer al mar gen del proceso social, es su falta de participación en el trabajo productivo. Esta ausencia de la mujer en el proceso de producción no es gratuito, sino que está fomentado. El sistema político actual en nuestro país favorece la utilización de la mujer, que en su aislamiento, puede ser más vulnerable a los intereses de la ideología dominante.

Por ello creemos que la premisa previa para la liberación de la mujer es que ésta tenga acceso, sin restricciones, al trabajo productivo.

Además de las reivindicaciones que la mujer tiene en común con el hombre, por el mero hecho de ser asalariados, tiene otros condicionamientos específicos por su propio sexo. Por ello

Denunciamos:

- La existencia de trabajos que discriminan en razón del sexo, y el hecho de que las mujeres sean las que desempeñen mayoritariamente los trabajos peor remunerados, de menor responsabilidad y especialización y de menor prestigio.

- La utilización de la mujer como mano de obra de reserva, necesaria a todo sistema capitalista, incorporándola al trabajo o relegándola al hogar, siguiendo las necesidades económicas del momento.

- Los superiores ritmos de producción, la falta de seguridad e higiene en el trabajo, que se implantan en las ramas en que predomina la mano de obra femenina.

- La discriminación de que es objeto la mujer en la Seguridad Social al no causar pensión de viudedad ni orfandad a pesar de que cotiza exactamente igual que el hombre.

- La existencia de Convenios Colectivos en los que figuran discriminaciones contra la mujer, salariales y de categorías.

- La imposición ideológica que mentaliza a la mujer para que acepte su trabajo como transitorio.

- Las humillaciones a las que con frecuencia se somete a la mujer, en razón de su sexo, por parte de sus superiores laborales.

Exigimos:

- A trabajo igual, salario igual.

- Iguales posibilidades que los hombres en el acceso a toda clase de trabajos y a cualquier categoría laboral.

- La supresión, tanto en la ley como en la práctica, de cualquier discriminación respecto al trabajo de la mujer.

- La desaparición a largo plazo del trabajo a domicilio que aprovecha a la mujer como mano de obra barata, dejándola desamparada laboralmente e impidiéndola ejercer ningún derecho por su aislamiento. A corto plazo pedimos su inclusión en la Seguridad Social.

- La regulación del trabajo que realiza la mujer como asalariada en el servicio doméstico, que mientras no desaparezca deberán re conocérsele los mismos derechos sociales y legales que al resto de los trabajadores (contrato laboral, seguridad social obligatoria, vacaciones pagadas...).

- La creación de centros de formación profesional no discriminatorios y mixtos que posibiliten la incorporación de la mujer al trabajo y su capacitación para el desarrollo de un trabajo productivo.

- La instalación de guarderías en todas las empresas.

- La supresión de las Leyes proteccionistas que establecen una serie de aparentes privilegios para la mujer. Pero propugnamos que sean las propias mujeres las que estudien y decidan la forma en que esta desigualdad vaya desapareciendo, ya que muchas veces lo que aparece como protección no es más que una marginación del trabajo con ocasión del matrimonio o la maternidad.

- Que el movimiento obrero asuma la problemática específica de la mujer trabajadora, como parte integrante de su lucha reivindicativa.

MUJER Y BARRIOS

Los barrios son actualmente un foco de continua conflictividad que mutua seriamente las condiciones de vida de los ciudadanos. Los innumerables problemas que en ellos se dan y sus correspondientes reivindicaciones no podemos calificarlas, en ningún momento, como específicos de la mujer, ya que afectan por igual a hombres y mujeres. Sin embargo, la denuncia de estos problemas supone hoy un cauce de lucha y de movilización de una gran mayoría de mujeres que, debido a una política educativa laboral discriminatoria, ven reducidas sus posibilidades de participación social al exclusivo ámbito de los barrios. A partir de esta labor ciudadana debemos plantear la lucha por la propia liberación de la mujer.

Denunciamos:

- La falta de guarderías que impiden a la mujer la incorporación al trabajo productivo.

- La falta de centros sanitarios suficientes y adecuadamente dotados de todos los servicios necesarios: especialidades, urgencias, etc.

- La ausencia total de centros culturales y deportivos y de parques infantiles, donde los niños puedan jugar con el máximo de seguridad.

- La contaminación atmosférica que reviste signos gravísimos en los barrios enclavados en las zonas industriales.

- Las condiciones infrahumanas de las viviendas por su reducido espacio, ínfima construcción, carencia de servicios indispensables como agua, servicios sanitarios, calefacción, etc.

- La carestía de la vida.

- La situación, dentro de los barrios, de la mujer que emigra a las grandes ciudades.

Exigimos:

- Creación de guarderías y centros preescolares gratuitos y suficientes, en relación con las necesidades del barrio.

- Reforma de la Seguridad Social, con suficiente dotación de ambulatorios y dispensarios en los barrios, incluyendo centros de Planificación Familiar.

- Centros culturales que cubran las necesidades de la población (bibliotecas, centros juveniles, clubs de ancianos, etc.) y en especial centros de formación acelerada para la mujer que permitan su incorporación al trabajo en condiciones más favorables.

- Una política de viviendas no discriminatoria, que facilite a cualquier ciudadano un hábitat digno.

- Una red de transportes públicos que cubra las necesidades de los habitantes de los barrios.

- La presencia de la mujer en las gestiones municipales para que su problemática sea asumida por los ayuntamientos.

- La creación de asociaciones femeninas que integren a la mujer y potencien su participación igualitaria, Amas de Casa y todo tipo de asociaciones en los barrios.

MUJER RURAL

En principio, las mujeres campesinas tienen mayores dificultades que el resto de las mujeres para luchar por sus propias reivindicaciones, debido a su aislamiento y a sus condiciones específicas.

El total desconocimiento de su realidad concreta nos impide deducir ningún tipo de conclusiones, por lo que vemos imprescindible la realización de unas Jornadas dedicadas especialmente al estudio de su problemática. Necesidad que se evidencia, si tenemos en cuenta que un importante número de mujeres pertenece a este sector y que por ello el Movimiento de Liberación de la Mujer debe asumir sus reivindicaciones.

MOVIMIENTOS FEMINISTAS

En las I Jornadas Nacionales por la Liberación de la Mujer, se manifestaron diversas tendencias que a lo largo de los tres días de debate tuvieron ocasión de expresarse.

La celebración de estas I Jornadas ha evidenciado la existencia en nuestro país de movimientos de mujeres que, a pesar de las enormes dificultades impuestas por un régimen carente de libertades, se han ido abriendo paso de múltiples formas en la lucha por su liberación.

Las varias tendencias representadas, tras una polémica discusión, llegaron a los siguientes puntos de acuerdo:

- La necesidad de un Movimiento Feminista de masas, pluralista, independiente de los partidos políticos, del Estado, y de las organizaciones sectoriales.

La necesidad de lograr las libertades democráticas para que dicho movimiento pueda desarrollarse y cumplir el papel que está llamado a jugar.

- La liberación de la mujer sólo será posible con un cambio total de las estructuras jurídicas, ideológicas, políticas y económicas la oprimen y discriminan.

Asociaciones firmantes: Comisión femenina de Amigos de la UNESCO de Alicante; Madrid: Movimiento Apostólico Seglar, HOAC Diocesana, Asociación Española de Mujeres Universitarias, Enlaces Sindicales femeninos, Asociaciones de Amas de Casa de Tetuán, Getafe, Moratalaz-La Estrella, Ventas, Chamartín y Aluche, Asociación Castellana de Amas de Casa y Consumidoras con sus delegaciones en Parla. Carabanchel Alto, Carabanchel Bajo, Legazpi, Usera, Torrejón, Alcorcón, Coslada, Vicálvaro, Vilda-Vallecas, Alcobendas, Leganés, San Fermín, San Cristóbal, Móstoles, Entrevís-Pozo, Hortaleza-Villa Rosa, y Villaverde, Asociación de Amas de Hogar de Torrelavega y Comarca (Santander); Valencia: Subcomisión femenina del Ateneo Mercantil, Asociaciones de Vecinos de Cid y Dehesa; Asociación de Amas de Casa de Valladolid. Algunas de las Asociaciones participantes: Asociación de Mujeres Universitarias de Barcelona, Asociaciones de Can Serra, Collblanc-Terrasa, Centro Social de La Florida de Hospitalet, no suscriben las conclusiones anteriores y concretamente la Asociación de Amas de Casa de Valladolid introduce unas matizaciones que a continuación reproducimos:

«Valladolid, que presenta en estas Jornadas la ponencia MUJER Y EDUCACIÓN, suscribe estas conclusiones pero no su matización feminista. Preconiza no la creación de un Movimiento Feminista sino una previa concienciación de la mujer a través de amplios movimientos de masas -no necesariamente femeninos- que recojan los específicos problemas sociales que la mantienen en un estado de marginación; este primer paso meramente reivindicativo, la llevará, lógicamente, a integrarse en la lucha general por un cambio de estructuras políticas y sociales.»

 

Estas conclusiones fueron aprobadas definitivamente en la reunión de la Coordinadora Estatal celebrada en 14 de febrero de 1976.

Documento nº 10: CONCLUSIONES DE LAS I JORNADES CATALANES DE LA DONA

REIVINDICAMOS:

1. - Derecho a un lugar de trabajo sin discriminaciones en la formación profesional, la ocupación, la remuneración y la pro moción y desaparición del trabajo domiciliario.

2. - Abolición de todas las discriminaciones en el trabajo por razón del sexo, el estado civil y la maternidad.

3. - Reconocimiento de todos los derechos laborales, sindicales y Seguridad Social para las empleadas de hogar.

4. - Socialización del trabajo doméstico a través de servicios colectivos financiados con fondos públicos y gestionados democráticamente desde la base:

a) Servicios domésticos propiamente dichos.

b) Ocupaciones consideradas hasta ahora como propias de la mujer: cuidado de los hijos, de los ancianos, de los enfermos.

Ordenación urbana y construcción de viviendas que permitan un planteamiento colectivo de todos los extremos antes mencionados.

5. - Enseñanza obligatoria, pública, laica y gratuita» antiautoritaria y no discriminatoria contra la mujer, es decir:

a) Implantación efectiva de la coeducación.  

b) Revisión de los textos escolares.

c) Lucha ideológica dirigida a la desaparición de los roles tradicionales masculino y femenino.

d) Derecho a la igualdad en el ocio.

e) Supresión de la discriminación en el deporte, arte, cultura, etc.

6. - Abolición del Servicio Social monopolizado por la Sección Femenina.

7. - Amnistía general, especialmente para los actos considera dos delictivos por una legislación que discrimina a la mujer.

8. - Abolición de todas aquellas leyes que discriminan a la mujer.

9. - Revisión de la célula familiar:

a) Ley del divorcio.

b) Conseguir que la patria potestad no sea exclusiva del hombre.

c) Reconocimiento de todos los derechos a las madres solteras e igualdad de derechos para todos los hijos («legítimos» e «ilegítimos»).

d) Abolición de los delitos de adulterio y amancebamiento.

10. - Derecho a la libre disposición del propio cuerpo y como medio principal para conseguirlo:

a) Educación sexual.

b) Anticonceptivos para hombres y mujeres a cargo de la Seguridad Social.

c) Legalización del aborto y su inclusión en la Seguridad Social.

d) Abolición de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social que persigue conductas como la homosexualidad, la prostitución, etc.

DENUNCIAMOS

La actual familia patriarcal como célula base del actual Estado por sus funciones represivas, políticas y autoritarias.

DENUNCIAMOS la doble moral burguesa que establece un canon para los hombres y otro para las mujeres, de tal manera que divide a las mujeres en castas y honestas, cerradas en la célula familiar, y en prostitutas al servicio del hombre.

DENUNCIAMOS, como consecuencia del poder paternalista, el mito de la virginidad que apoya la legitimidad de los hijos; el mito de la maternidad como esencia de la condición femenina, y todos los demás mitos que han sido elaborados alrededor de la mujer.

DENUNCIAMOS la cosificación de la mujer a través de los medios de comunicación (sex-symbol, objeto publicitario).

DENUNCIAMOS la alienación que la sociedad de consumo obtiene de la mujer convirtiéndola en una consumidora no productora.

DENUNCIAMOS la especial marginación que sufre la mujer del campo.

DENUNCIAMOS la discriminación que sufren las mujeres en las cárceles y exigimos la desaparición de las «Cruzadas».

Las mujeres participantes en las I Jornades Catalanes de la Dona, tanto las que militamos en los partidos políticos y en los organismos unitarios como las que no, DENUNCIAMOS la falta de interés por parte de estas organizaciones hacia los problemas específicos de la mujer. Y esperamos que las últimas tomas de postura pública sobre el tema sean algo más que fruto de un interés táctico y oportunista.

Estas conclusiones fueron aprobadas unánimemente por las cuatro mil personas que asistieron a estas Jornades. El día anterior a su aprobación, la UMOCF se había retirado de las Jornadas, dando a conocer el siguiente comunicado:

II. - COMUNICADO DE LA UMOCF (UNION MUNDIAL DE ORGANIZACIONES CATOLICAS FEMENINAS)

Las Organizaciones que han participado en estas JORNADES y que están adheridas a la UMOCF, como mujeres y catalanas, creemos que tenemos el deber de hacer constar los siguientes puntos:

- Lamentamos profundamente que en estas sesiones no se haya respetado la democracia que reivindicamos, a pesar de que la organización haya tratado de que todas las opiniones fueran escuchadas.

- No aprobamos en conjunto todas las conclusiones porque, aunque en algunas podemos estar de acuerdo y sus expresiones han sido suavizadas, sabemos que engloban una serie de conceptos y reivindicaciones que no podemos aceptar de ninguna manera ni como mujeres ni como cristianas. Salvando la mayor parte de las ponencias y bastantes comunicados, especialmente los que hacen referencia a «la mujer y la educación» «la mujer y la familia» y «la mujer y la sexualidad», están basadas sólo en la superficialidad, el placer, el egoísmo y la materialidad de los hechos, sin tener en cuenta o que es esencial en la persona humana (mujer y hombre), o sea, el Amor, la entrega al otro, toda la riqueza espiritual que la hace más persona. Y en muchos casos además ha habido una tristísima agresividad y desprecio por el sexo masculino y unos ataques muy poco objetivos a la Iglesia.

- Por todo esto, no nos podemos adherir a las conclusiones de estas JORNADES.

Barcelona, 31 de mayo de 1976

Documento nº 11: MANIFIESTO DEL FRENTE DE LIBERACION DE LA MUJER, DE MADRID

En Madrid, a 25 de enero de 1976, un grupo de mujeres feministas se constituye en Frente de Liberación de la Mujer.

El FLM es una agrupación autónoma, constituida sólo por mujeres e independiente de los partidos políticos, del Estado español y de las organizaciones sectoriales. Somos autónomas por que las mujeres, en tanto que grupo específicamente oprimido, debemos tomar las riendas de nuestro combate, porque no se ha dado el caso en la historia de que ningún grupo oprimido se haya emancipado sin haber llevado a cabo su propia lucha. Esta autonomía no implica la división de las fuerzas de la izquierda. La división proviene, en cambio, del constante olvido en la acción de la defensa de nuestros objetivos reales y de la exclusiva aceptación de todos los programas reivindicativos femeninos que no tienden más que a mejorar en parte nuestra situación, manteniéndonos como un grupo al margen. Por tanto, no queremos arrancar a las mujeres de sus puestos de combate, queremos, muy al contrario, reconocernos y ser reconocidas como ciudadanas de pleno derecho y unir nuestra lucha propia al conjunto de las luchas de los explotados.

Si bien en todas las sociedades ha habido opresión de la mujer, el capitalismo genera unas formas específicas de explotación por que necesita de la existencia de sectores sociales marginados de la producción a los que no puede absorber a la vez que precisa de un sector de la sociedad, las mujeres, que le asegure el mantenimiento y la reproducción de la fuerza de trabajo. Por todo ello, afirmamos que la lucha feminista se dirige contra el capitalismo y la sociedad dividida en clases y aspira a la consecución de una sociedad socialista. Creemos también que esta sociedad sólo será auténticamente socialista si en ella se han cumplido los siguientes objetivos:

- Desaparición de todas las estructuras de dominación: económicas, jurídicas e ideológicas.

- Supresión de la familia tradicional y de las relaciones económicas e ideológicas que ella implica:

- Eliminación de la división sexista del trabajo.

- Desaparición de la institución matrimonial a la que oponemos la libre elección de la relación de los sexos a partir de la igualdad.

- Consecución de una maternidad consciente y voluntaria.

- Incorporación de todas las mujeres a las tareas sociales productivas, políticas y creativas.

- Socialización del trabajo doméstico, de la educación de los hijos y control de su ejecución por el conjunto de la sociedad.

Caracterizamos el momento político actual como una continuación de la dictadura franquista. En esta situación, la lucha feminista se vincula a la acción conjunta de todos los sectores oprimidos en pro de la consecución de las libertades democráticas:

- Libertad de reunión, expresión, asociación, huelga y manifestación.

- Amnistía general y regreso de los exiliados.

- Derogación de toda la legislación vigente que discrimina y penaliza a la mujer.

- Derogación del decreto-ley antiterrorista, jurisdicciones especiales, pena de muerte y en general de toda la legislación represiva.

- Autodeterminación de las nacionalidades del Estado español. Nuestra lucha, cuyo objetivo final es la destrucción de la sociedad capitalista y patriarcal, se concreta en el momento presente en la siguiente plataforma reivindicativa:

- A trabajo igual, salario igual.

- No al paro femenino.

- Acceso a todos los puestos de trabajo con igual capacidad de decisión.

- Igualdad de educación y preparación profesional en sistema de coeducación para todos los grados de la enseñanza.

- Derecho de la mujer a disponer de su cuerpo, concretado en:

- Anticonceptivos libres y gratuitos y amplia divulgación sobre los mismos.

- Información sexual.

- Despenalización del aborto.

- Guarderías gratuitas que funcionen las 24 horas del día con personal especializado y responsable.

- Comedores públicos en las empresas y barrios.

- Igualdad de responsabilidades en las tareas domésticas entre hombres y mujeres.

- Eliminación de los dobles criterios de valoración moral.

- Desaparición en los medios de comunicación de los papeles sexistas y de la imagen de la mujer como consumidora y como reclamo de consumo.

- Supresión del tratamiento discriminatorio que recibe la mujer en función de su estado civil.

El FLM convoca a formar parte de él a todas las mujeres conscientes de su problemática.

El FLM desea, además, unirse en la acción concreta a todos los grupos de mujeres feministas que luchan por su liberación.

¡MUJER, LUCHA POR TU LIBERACION, UNETE!!

Frente de Liberación de la Mujer

Madrid, a 25 de enero de 1976

 

Documento nº 12: PROGRAMA PROVISIONAL DE LA ASOCIACION GALEGA DA MULLER

En la sociedad actual es un hecho indiscutible que la mujer se encuentra en una situación de discriminación que se puede concretar en muchos aspectos. Ya desde niña recibe una educación que la limita a ser buena esposa y buena madre, y a hacerla conformista con el papel pasivo que la sociedad le asigna. A lo largo de sus estudios, esta discriminación continúa con las asignaturas y profesiones consideradas propias de la mujer.

Toda esta educación convierte a la mujer en una ciudadana de segunda categoría, relegada a las tareas del hogar y a la familia y sin incorporación de pleno derecho al mundo laboral, profesional, intelectual o político.

Hoy la mujer empieza a incorporarse al trabajo pero lo hace en inferioridad de condiciones que el hombre. Los suyos siempre serán trabajos poco cualificados, eventuales, siempre peor pagados que los del hombre. Nos encontramos también con la discriminación de la mujer casada, con dificultades para encontrar un empleo, y además, cuando lo encuentra, tiene que trabajar también en las tareas de la casa.

Estos problemas que tenemos como mujeres en el trabajo se agravan aún más en Galicia por la falta de industrias (pocos pues tos de trabajo), tipos de industria (eventualidad), por la emigración, la situación de la mujer campesina y de la mujer del mar. A todos estos problemas se suman los típicos de la maternidad. En la actual situación la mujer ni siquiera puede controlar el número de hijos que desearía tener, debido a la falta de información sexual y a la falta de planificación familiar.

En base a toda esta problemática real surge la Asociación Galega da Muller. El objetivo principal de esta asociación es la denuncia contra cualquier discriminación hecha a la mujer en general.

Con esta asociación queremos ofrecer a todas las mujeres un cauce para unirse, discutir y plantear a la sociedad cuáles son nuestros problemas.

Esto no es más que una introducción muy general a nuestro trabajo. Concretar cada día nuestra actuación en la realidad que nos rodea es tarea de todas. Queremos llamar desde aquí a las mujeres trabajadoras, a las estudiantes, amas de casa, campesinas, trabajadoras del mar... A todas las mujeres gallegas a unirse a nosotras en la Asociación Galega da Muller, en la defensa de la conquista de la plataforma reivindicativa que a continuación ofrecemos, y que es el resultado de las primeras discusiones habidas entre nosotras.

PLATAFORMA REIVINDICATIVA

1.- Libre acceso de la mujer al trabajo en condiciones de igualdad con el hombre, sin trabas discriminatorias por concepto de maternidad, estado civil o sexo.

- A igual trabajo igual salario.

- Creación de condiciones materiales suficientes (guarderías escolares, comedores, lavanderías públicas, etc.) a cargo del Estado, para que la mujer pueda tener continuidad en el trabajo productivo y no se vea obligada a sustituirlo por la realización de las tareas domésticas o el cuidado de los hijos, como viene sucediendo y es norma en nuestra sociedad.

2. - Educación igual para el hombre y la mujer en todos los grados y niveles de la enseñanza. Coeducación. Eliminación de las asignaturas que discriminan a la mujer. 

3. - Abolición de todas las leyes discriminatorias para la mujer en todos los ámbitos de la vida social, familiar, privada o pública. No a los criterios de doble moral.

4. - Amplia información sobre la sexualidad y métodos anticonceptivos de modo que las mujeres que así lo quieran puedan controlar el número de hijos que desean tener. Revisiones médicas a cargo de la Seguridad Social.

5. - No a la utilización de la mujer como reclamo publicitario en los medios de comunicación de masas.

Documento nº 13: MANIFIESTO INICIAL DE LA ASAMBLEA DE MUJERES DE VIZCAYA

Las mujeres somos un grupo social específicamente oprimido y nuestra historia es la historia de nuestra opresión. Pensamos que en todas las épocas históricas, la mujer ha sido relegada a un segundo plano. Estudiar los orígenes de nuestra opresión y cómo se concreta en el momento actual es un problema planteado al Movimiento Feminista y que éste debe asumir para plantear alternativas de lucha.

Es necesario descubrir nuestros propios intereses y objetivos. Pensamos que para estos fines hemos de dotamos de una organización propia, ya que ningún grupo oprimido ha llevado adelante su lucha sin una organización.

Creemos que la estructura básica de opresión de la mujer es la familia patriarcal donde al hombre se le posibilita el vender su fuerza de trabajo en el exterior a costa de que la mujer se haga cargo de la prole, reponga su fuerza de trabajo, al mismo tiempo que le facilita la recuperación de su equilibrio emocional.

Por otra parte, la familia es el lugar de reproducción de los esquemas de poder que condicionará la mente de los niños desde el principio de su evolución hacia una mentalidad machista y jerárquica que aplicará durante toda su vida.

El sistema capitalista, en su fase actual, confina a la mujer al papel de consumidora al mismo tiempo que le impide incorporarse de forma masiva a la producción por su necesidad de mantener a sectores marginados que hagan presión sobre el nivel de salarios.

El sistema por otra parte la utiliza para la realización del trabajo doméstico y la procreación que es un trabajo necesario pero no valorado y cuando está introducida en la producción directa mente como proletaria la explota doblemente, siendo su explotación mayor que la del proletariado masculino ya que sufre discriminación por razón de su sexo en cuanto a la percepción de un salario menor, el acceso a puestos de trabajo y las posibilidades de promoción dentro de éste.

Esta situación provoca una alienación total en la mujer, impidiendo su desarrollo.

Evidentemente, este sistema nunca ofrecerá un cambio cualitativo en la situación de opresión de la mujer. Un sistema económico en que se dé la socialización de los medios de producción mejorará sin duda la situación de la mujer en general ya que le asegurará un puesto en la producción que le permitirá una independencia económica del hombre.

Este es un objetivo fundamental de cara a nuestra liberación, ya que mientras no nos hagamos autosuficientes económicamente, la dependencia será total a todos los niveles.

El Movimiento hacia el socialismo, para que suponga una auténtica liberalización para todos los grupos oprimidos, deberá integrar necesariamente nuestros objetivos.

Como mujeres conscientes de nuestra opresión, denunciamos la falta de libertades que vivimos en Euzkadi y que son indispensables para nuestra organización así como también la que se ejerce sobre nuestro pueblo por el Estado francés y español.

Es necesario, pues:

1. - La organización de todas las mujeres para la concienciación de nuestra situación de marginación y una lucha contra ella, por la defensa de nuestros objetivos e intereses.

2. - Descubrir las verdaderas causas de la explotación de la mujer por medio de la lucha y el estudio.

Como objetivos a conseguir a largo plazo tenemos:

1. - Nuevo planteamiento de las relaciones entre los sexos, lo que implica necesariamente la desaparición de la familia patriarcal, institución de opresión de mujeres y niños, la cual, interrelacionada con las restantes estructuras económicas y políticas de cualquier país, elabora una ideología política, jurídica, cultural, religiosa y sexual que impone el principio de autoridad en favor del hombre.

2. - Supresión de cualquier principio de poder que no permita el pleno ejercicio de la libertad de los individuos y de los pueblos.

3. - Supresión de una sociedad dividida en clases.

4. - Desaparición de todas aquellas estructuras económicas, políticas, sociales o ideológicas que impidan la participación de las mujeres en la sociedad. (Desaparición del Machismo.)

Como reivindicaciones inmediatas creemos necesarias las siguientes:

EDUCACIÓN

Exigimos una enseñanza euskaldun, gratuita, laica así como obligatoria desde los cero hasta los 18 años como principio general. En lo que atañe a nuestra opresión específica:

a) Educación igual e igualdad de posibilidades desde la infancia para acceder a una cultura no sexista. Esto implica una coeducación a todos los niveles así como un profesorado mixto desde los jardines de infancia hasta la Universidad. Revisión de textos escolares que reproducen el comportamiento machista.

b) Que se enseñe por igual a ambos sexos, desde los juegos, los trabajos manuales y asignaturas de formación doméstica, física y política hasta las conductas y actitudes sociales.

c) Libre acceso a todo tipo de enseñanza laboral, técnica y universitaria. Posibilidad de acceder a cualquier tipo de profesión y oficio.

d) Educación y ejercicio de la sexualidad no reprimida desde la infancia.

e) Lucha ideológica y creación de una nueva cultura que aporta al mundo una visión de la realidad, que pasa por la destrucción de los papeles masculinos y femeninos impuestos a todos los niveles.

POLÍTICA

Denunciamos la falta de representación a nivel de todas las instancias superiores de los organismos de lucha existentes a pesar de la participación masiva de las mujeres en todas las luchas.

Proponemos el estudio de la forma de impulsar la representatividad de las mujeres dentro de las Asociaciones de Barrios, Asambleas de Fábricas, Sindicatos, partidos políticos, etc.

Exigimos el derecho a participar como mujeres feministas en todos los organismos de lucha cuando así lo consideremos necesario.

TRABAJO

a) Trabajo doméstico

1. - Estudio, racionalización y socialización del trabajo doméstico, lo que supone:

- Creación de comedores populares, servicios de limpieza, guarderías, lavanderías como mejoras sociales inmediatas, que tanto implican al hombre como a la mujer. Las guarderías han de ser gratuitas, funcionando las 24 horas del día con personal mixto especializado en barrios y centros de trabajo, euskaldunes, controladas por la comunidad y cuya educación no reproduzca los es quemas sexistas.

Hasta que esto no sea una realidad reivindicamos:

- Que los hombres compartan en igualdad de condiciones el trabajo doméstico y el cuidado de los niños.

b) Trabajo

- Derecho a un puesto de trabajo fuera del hogar. Derecho a ejercer cualquier profesión y a promocionarse dentro de ella.

- Igualdad de acceso a todos los puestos de trabajo. A trabajo igual salario igual.

- Abolición de todas las discriminaciones en el trabajo por razón del sexo, del estado civil y de la maternidad.

- Racionalización y eliminación mediante la técnica de los trabajos duros.

- Para evitar la no incorporación de la mujer al trabajo o su expulsión en épocas de crisis proponemos que la relación de la jornada de trabajo esté en relación con el número total de mujeres y hombres en edad de trabajar.

- Denunciamos la existencia del aborto blanco, aborto provocado por las condiciones de trabajo y exigimos el control por parte de una comisión de mujeres, a crear en cada fábrica, de los casos de mujeres embarazadas.

- Consideramos a las empleadas de hogar como trabajadoras de pleno derecho. Seguridad Social igual que el resto de los trabajadores. Contrato de Trabajo. Jornada de 42 horas. Sueldo mínimo de 15.000 pesetas con revisiones periódicas. Derecho a vacaciones. No al despido libre. Derecho a un Sindicato que represente sus auténticos intereses como mujeres trabajadoras.

LEGISLACIÓN

Derogación de toda la legislación vigente que discrimina y penaliza a la mujer tanto en sus artículos como de hecho: patria potestad, fijación de residencia, abandono de domicilio, administración y enajenación de bienes, discriminación a la hora de causar pensiones de orfandad y viudedad, así como, toda la legislación sobre información y uso de anticonceptivos, aborto, etc.

Reconocimiento de iguales derechos a la madre soltera y la supresión de la calificación de hijo ilegítimo.

CONTROL DE NATALIDAD

Anticonceptivos libres, gratuitos y amplia divulgación sobre los mismos con derecho a revisión periódica por el uso de los mismos. Investigación seria sobre sus efectos reales y problemas secundarios. Producción de anticonceptivos para hombres.

Legalización del aborto; que sea libre y gratuito y pagado por la Seguridad Social, como primer paso en la consecución de un objetivo final: que existan los medios anticonceptivos para que ninguna mujer se vea en la necesidad de abortar.

SEXUALIDAD

Amplia información sobre la sexualidad femenina y denuncia de todas las falsedades y tergiversaciones que sobre ella se han elaborado a nivel cultural, religioso, científico, etc. (Mitos de la virginidad, menstruación, maternidad, menopausia...).

Despenalización de la homosexualidad y legalización a quien lo solicite de estas relaciones entre individuos del mismo sexo, reconociéndola como un hecho natural.

Aunque consideramos que el divorcio contribuye al mantenimiento de la institución familiar, es una solución eventual a la grave situación que viven muchas mujeres y niños. Reivindicamos la legalización del divorcio sin trámites difamatorios y con asistencia de los hijos por parte de la Seguridad Social.

Consideramos que las violaciones son un atentado físico y psíquico contra la mujer.

Denunciamos así mismo la utilización del cuerpo de la mujer como objeto sexual en la pornografía, medios de comunicación social, publicidad, etc., degradándola y reforzando los esquemas machistas existentes.

Ante la situación tan injusta que padecemos las mujeres por culpa de hechos tipificados como delitos, que sabemos no lo son, y calificándolos como políticos, exigimos una amnistía total para los delitos que se basan en la condición femenina: adulterio, aborto, prostitución, abandono de familia, etc.

Creemos que estos hechos pueden ser calificados como políticos por dos razones:

1. - Porque enmarcándolos dentro de un contexto de falta de libertades de todo tipo, vemos que estos hechos constituyen un ataque a una libertad fundamental de las mujeres que es el derecho a disponer de su propio cuerpo.

2. - Porque creemos que la tipificación de estos hechos como delitos depende del régimen político que elabore esas leyes, así por ejemplo en caso toda Europa estos hechos no estén penalizados.

Nos unimos a las luchas que actualmente lleva nuestro pueblo y exigimos una AMNISTIA TOTAL, para todas las presas y presos políticos que actualmente estén en la cárcel por su lucha contra el sistema económico, político y social que padecemos. Hacemos mención especial en este punto a las condiciones especialmente denigrantes y duras que sufren nuestras compañeras tanto en comisarías como en las cárceles.

BIZKAIKO EMAKUMEEN BILITZARRA

(Asamblea de Mujeres de Vizcaya)

Octubre de 1976

Documento nº 14: NACIMIENTO, TRAYECTORIA Y DISOLUCION DEL GRUPO DE MUJERES DE ANCHE (BARCELONA)

Bajo la legalidad del Colegio de Ingenieros Industriales está la Comisión ANCHE (Asociación de Comunicación Humana y Ecología) que tuvo especial interés en dar cabida al grupo feminista que se formó el 21-11-75, bajo la denominación de sus siglas.

Un más amplio conocimiento de ANCHE como grupo feminista surge a partir de enero de 1976 con la publicación del folleto sobre «Contracepción y aborto» así como con el posterior sobre «Las leyes que discriminan a la mujer» y su participación en la preparación de las Jornades Catalanes de la Dona. ANCHE presentó la ponencia «La mujer en los medios de comunicación» así como sus «Aportaciones» sobre cómo debería organizarse el Movimiento para la Liberación de la Mujer en Cataluña.

Antes de la celebración de las Jornades se produce una entrada masiva en el grupo dada su definición como grupo feminista no radical ni reformista. Lo anterior hace que esté situado en un centro no definido claramente, lo que pasado algún tiempo produce surjan tensiones entre las componentes del mismo que parecen tienen muy claro qué es ANCHE y las que no lo ven. Lo anterior lleva también a que ANCHE no pueda dar una respuesta clara y válida a la demanda de ingreso o información de muchas mujeres que se interesaban por el funcionamiento de ANCHE durante el desarrollo de las Jornades.

Pasado el verano se convoca una asamblea interna de cara a realizar un balance sobre las Jornades, la participación de AN CHE en las mismas así como su incapacidad a dar respuestas claras como grupo, a nivel organizativo y de planteamientos, así como la diferenciación con el resto de grupos feministas.

Es a partir de estos momentos que se plantean tres cuestiones claves:

a) ¿Qué es ANCHE?

b) ¿Qué funciones debe cumplir dentro del Movimiento por la Liberación de la Mujer?

c) ¿Qué estructura organizativa necesita para conseguir lo anterior?

La discusión sobre estos tres puntos lleva a la manifestación de las diversas concepciones que dentro de ANCHE existían:

1. - Las que ven que ANCHE como grupo feminista ha de impulsar el nacimiento de un Movimiento de Mujeres (que se concreta en esos momentos en potenciar la Coordinadora de Grupos Feministas) Autónomo, Democrático y abierto a todas las mujeres o grupos y con una opción «lucha de clases».

Su objetivo es buscar la forma de compaginar la lucha de clases con la lucha específica de la mujer por su liberación. De ahí la necesidad de llevar una práctica feminista en los grupos de base, coordinados en la Coordinadora Feminista salida de las Jornades, como esencial para que se masifique la movilización de las mujeres en la lucha por su liberación.

Se admite sin ningún tipo de contradicción la doble militancia de sus componentes, dado que las mujeres como tales han de profundizar en el análisis de sus problemas específicos. La práctica feminista ha de realizarse en el lugar donde se trabaja junto con otros sectores. O sea, que cada sector (Enseñanza, Barrios, Sanidad, Trabajadores de Banca, etc.) se organizarán como grupo e impondrán en las distintas plataformas reivindicativas las reivindicaciones feministas.

La organización interna de ANCHE a partir de lo anterior será por sectores de intervención que promoverán la creación de grupos allí donde estén. Se reunirán las mujeres de ANCHE por sectores para analizar a nivel teórico las cuestiones sobre la opresión/explotación de la mujer que posteriormente aportarán al respectivo sector.

Cada X tiempo se realizarán asambleas generales de los distintos sectores y asambleas por sectores específicos para intercambiar experiencias en la forma de trabajar y enriquecerse de las discusiones de los distintos sectores.

2. - Frente a esta postura organizativa únicamente por sectores, otras mujeres de ANCHE, aun reconociendo la importancia y necesidad de un trabajo en este sentido, propugnaban paralelamente la creación de «grupos de afinidad», que permitieran avanzar en el análisis y discusión de la problemática feminista.

Las mujeres que apoyaban los «grupos de afinidad» consideraban que dichos grupos permitían intercambiar y poner en común su práctica como mujeres a todos los niveles, constituyendo ello la base indispensable para profundizar en el feminismo.

A nivel organizativo proponían lo siguiente:

a) Que cada mujer se incorpore al Sector de intervención correspondiente (Barrios, Enseñanza, Sanidad, Empresas, etc.) sector que lógicamente estaría compuesto por mujeres tanto de ANCHE, como de otros grupos (Mujeres por Sectores).

b) Que cada mujer se reuniese en grupos de afinidad reducidos, en los que se trabajaría en el sentido de profundizar y discutir toda la problemática feminista global.

Dichos grupos, compuestos por mujeres de ANCHE, se reunirían periódicamente (Coordinadora de ANCHE) para intercambiar experiencias y discusiones, así como para proponer e impulsar trabajos en común entre los diferentes grupos.

Finalmente se proponía la realización de asambleas generales de ANCHE, de una forma regular, para un mayor contacto entre todos los grupos, así como para tomar decisiones que afectaran al conjunto de mujeres de ANCHE.

A partir de estas dos posturas y en una asamblea celebrada en noviembre de 1976, la mayoría de las mujeres presentes decidieron impulsar la segunda postura (grupos de afinidad y sectores), aunque otro grupo de mujeres continuaba defendiendo la primera postura (únicamente sectores).

A partir de este momento se forman dos grupos de afinidad, al que hay que sumar otro grupo que ya venía funcionando hasta entonces de la misma manera. Posteriormente este grupo se ha subdividido en dos.

En una nueva asamblea celebrada en diciembre de 1976, y a raíz de la campaña iniciada en favor de Mª Ángeles Muñoz, los diferentes grupos decidieron comenzar un trabajo en común sobre la problemática de la Familia y su relación con la explotación/ opresión de la mujer. Este trabajo, en el cual continuamos actual mente, comenzó a elaborarse en los diferentes grupos.

Pero, a pesar de la aparente puesta en marcha de estos grupos, en enero de 1977 y en una nueva asamblea, reapareció la problemática que había quedado pendiente en la asamblea celebrada en noviembre del año anterior, aunque esta vez bajo un nuevo aspecto. Nuevo en cuanto a su formulación, ya que creemos que siempre se había hallado implícito en las discusiones habidas sobre los diferentes tipos de organización, así como en todos los papeles de ANCHE anteriores a esta polémica.

La problemática en este momento se centró en un punto: la necesidad o no de un análisis de tipo global. Surgen tres posturas:

1) Un grupo de mujeres de ANCHE planteaba la necesidad de que fuésemos las propias mujeres como grupo oprimido o explotado las que analizásemos a todos los niveles el porqué de nuestra marginación, así como las alternativas necesarias para la destrucción del sistema capitalista, patriarcal y autoritario. Estas mujeres, que en su mayoría coincidían con las que defendían anterior mente los grupos de afinidad, consideraban que no es válido analizar únicamente los problemas considerados como específicos de la mujer (contracepción, aborto, leyes, etc.) sino que el análisis feminista debía englobar todos los aspectos en que se halla inserta la mujer, no dejando para otros grupos este tipo de análisis.

2) Un segundo grupo de mujeres consideraban que la función de las mujeres de ANCHE era organizar una tendencia feminista dentro del Movimiento que tuviera como objetivo la discusión de problemas específicos que atañen a la mujer en el momento actual. Sin embargo consideraban que otro tipo de problemas más globales relacionados con la mujer (políticos, ideológicos, etc.) debían ser analizados por formas organizativas diferentes: partidos, vanguardia, etc.

3) Finalmente, otro grupo de mujeres estaban en principio de acuerdo con empezar un análisis de tipo global, como habían expuesto las mujeres del primer grupo. Sin embargo, se hallaba supeditado a que el desarrollo de este análisis no entrase en contradicción con sus posturas políticas.

A partir de este punto el segundo grupo de mujeres, contrarias a la elaboración de una alternativa global, abandonó el grupo de mujeres de ANCHE. El tercer grupo de mujeres, después de un período de indecisión acabó también abandonando ANCHE, aunque sin plantear ningún tipo de discusión.

Tras este último abandono tácito, quedaron únicamente las mujeres que componían el primer grupo, partidarias de profundizar en una alternativa global feminista.

Este grupo decidió abandonar ANCHE y la cobertura legal que esto suponía. En estos momentos el grupo ha centrado su discusión sobre cuatro puntos, en vistas a una nueva definición:

  • ALTERNATIVA GLOBAL
  • AUTONOMIA Y AUTOORGANIZACIÓN
  • FEMINISMO Y LUCHA GENERAL
  • DOBLE MILITANCIA

(Continuaremos)

Saludos feministas

(Documentos repartidos en la Coordinadora Feminista de Barcelona, el 15 de abril de 1977)

Documento nº 15: PRINCIPALES PUNTOS DE ACUERDO DE LOS COLECTIVOS FEMINISTAS HOMOLOGADOS DEL ESTADO ESPAÑOL

A lo largo de 1976 se fueron construyendo, en diversas nacionalidades del Estado español, los Colectivos Feministas con planteamientos coincidentes en lo fundamental. La línea general de estos Colectivos quedó reflejada en una rueda de prensa celebrada en Barcelona y que apareció en el nº 3 de la revista Vindicación, cuyos principales puntos son:

- La mujer constituye una clase. Ninguna opresión existe porque si, sino que viene siempre determinada por una causa económica; en el caso de la mujer, el papel que se le asigna en la unidad económica familiar constituye la primera causa de su explotación.  Esto diferencia a la mujer del hombre.

- Para llevar a cabo las transformaciones necesarias para abolir el modo de producción familiar, es preciso una toma del Poder por parte de las mujeres estableciendo, para ello, las alianzas oportunas.

- Entendemos que, en el momento actual, para que los objetivos de las mujeres se cumplan con mayor rapidez, la forma de gobierno óptima es la República, sin que esto implique que con ella vayamos a conseguir nuestros objetivos a largo plazo.

- Practicamos el Feminismo como única militancia política, aspirando consecuentemente a la formación, en su momento, de un Partido Feminista.  

De Vindicación Feminista nº 5, 1-XI-1976

Documento nº 16: PUNTOS BASICOS DE LA POSTURA POLITICA DEL SEMINARIO COLECTIVO FEMINISTA DE MADRID

En mayo de 1976 el Seminario Colectivo Feminista define los puntos básicos de su postura política.

Considera el Feminismo como una ideología que lleva implícita en sí misma la transformación de la sociedad.

El Seminario Colectivo Feminista de Madrid se declara antiautoritario, interclasista, anticapitalista, e internacionalista, y pretende a partir de un análisis de las causas de la opresión de las mujeres:

1. - Terminar con la familia patriarcal como unidad de producción y de consumo, y a partir de ello y por ello con el sistema de producción general capitalista en cuanto pretende terminar con todo tipo de opresión económica e ideológica.

2. - Terminar con la explotación de la capacidad reproductora de la mujer de la que deriva su específica opresión sexual.

3. - Terminar con todas las manifestaciones morales, socia les y jurídicas que mantienen a través de sus normas el sometimiento y dominación de la mujer.

Proponemos:

1. - La organización política de las mujeres en colectivos o grupos, únicamente integrados por mujeres, que a través del Movimiento de Liberación de la Mujer consigan sus objetivos.

2 - Militancia única en el feminismo de las mujeres que pasen a formar parte activa de esos colectivos o grupos integrados en el Movimiento de Liberación de la Mujer.

Y por último para terminar con la opresión y dominación de todos los seres humanos aceptamos desde las bases propuestas las alianzas con todos los grupos oprimidos de la sociedad.

Madrid, mayo de 1976

Documento nº 17: DECLARACION DE LA MAR, ELABORADA PARA SER PUBLICADA EN ESTE LIBRO, EN MARZO DE 1977

El grupo LA MAR (Lucha Antiautoritaria de Mujeres Antipatriarcales Revolucionarias), surgió a raíz de una escisión en el Colectivo Feminista después de las Jornades Catalanes de la Dona.

En principio escogimos estas siglas porque más o menos resumían unos puntos de afinidad mínimos entre las mujeres que formábamos entonces el grupo, sin embargo queremos olvidarnos un poco de las siglas y que nuestro nombre quiera decir simple mente La MAR: fuente de vida y naturaleza.

Somos un grupo de mujeres que nos hemos planteado seria mente el problema de nuestra liberación y que vamos trabajando y luchando todas juntas, no sólo a nivel ideológico, sino también en nuestra práctica de cada día, en la familia, en el trabajo, en la calle... Creemos que el hecho de delatar y denunciar en cada momento nuestra opresión es ya una lucha revolucionaria.

Como grupo, hemos decidido partir de nosotras mismas y poner en cuestión todo lo que se ha hecho al margen de las mujeres. En la medida en que vamos avanzando, nuestra teoría va cambiando, es por eso que no tenemos un programa definido, ni hemos elaborado una teoría completa, sobre la práctica y estrategia a seguir para una revolución feminista. Vamos trabajando y dando una respuesta a todo lo que como mujeres nos discrimina en cada situación concreta. Partimos pues de la base de la continua revisión de lo que escribimos y decimos. Queremos ir haciendo continuamente una teoría de la práctica y no al revés. Es por esto, porque partimos de nuestra conciencia como mujeres y de nosotras mismas por lo que actualmente nos estamos cuestionando incluso el marxismo como método de análisis y buscamos en la Auto-Conciencia de cada mujer una puesta en común por parte del grupo. Consideramos el marxismo como un método que parcela de hecho la realidad, al no analizar ni tener en cuenta la opresión de la mujer por el hombre.

Nos llamamos antipatriarcales porque en el patriarcado es donde se han dado las condiciones objetivas de la explotación de la mujer: a través de la función biológica que ésta cumple, se ha realizado una división del trabajo según el sexo, que hace de la mujer un ser dominado desde que nace, todo hombre tendrá derechos de propiedad sobre ella: padre, hermano, marido...

Nuestra lucha es por tanto una lucha directa contra el sistema patriarcal, que mantiene y perpetúa nuestra explotación como mujeres, independientemente del modo de producción dominante que se dé en cada momento histórico concreto, que a través de su aparato ideológico mantenido por los hombres que tienen el poder y reproducido por los de todas las clases sociales, mantiene y perpetúa la situación de la mujer.

Entendemos el Feminismo como una actitud crítica frente a la sociedad, creemos que éste en sí mismo ya plantea una revolución total, a todos los niveles: económico, político, cultural, etc., que implica el destruir desde ahora todas las relaciones de dominio, de poder y de propiedad existente y establecer nuevas fórmulas de convivencia y solidaridad entre las mujeres, eliminar todo aquello que los hombres han fomentado para mantenerse en su poder dominador: la competitividad, la agresión... la cultura machista en definitiva.

El antiautoritarismo lo entendemos como una forma de organización sin dirección ni centralismos, funcionando por pequeños grupos de mujeres coordinados, donde cada una desarrolla su potencial y su autonomía.

Nuestra propia organización y nuestra lucha serán nuestro poder y nuestras fuerzas. No queremos dirigir ni ser «la vanguardia» de la lucha, pensamos que todas somos capaces de hacerlo si nos unimos contra nuestra explotación. El impulsar una con ciencia crítica y revolucionaria en cada mujer, es nuestro objetivo fundamental, el que cada mujer utilice al máximo su potencial crítico y creativo.

La lucha antiautoritaria está íntimamente ligada con:

1) La búsqueda de nuestra identidad y nuestra cultura; hasta ahora las feministas hemos formado exclusivamente a teóricos crea dores de la cultura patriarcal. En consecuencia, para la elaboración de una nueva cultura tenemos que partir de la búsqueda y recopilación de los restos de ella, escondida y negada por los hombres.

2) Con la lucha contra la familia como institución y lugar de explotación patriarcal donde la mujer ha de ser propiedad del marido, para garantizar la de los hijos. Dándose la paradoja de que el hombre es el propietario cuando ella es la que los pare.

3) Con el control directo de la reproducción a cargo de las mujeres, fundamentalmente porque eliminan la explotación de la mujer en la familia. No estamos por la integración en el actual poder patriarcal y capitalista. En nuestro enfrentamiento diario contra este sistema iremos desarrollando nuestros propios grupos y organismos, para destruir desde fuera el actual sistema: no queremos concesiones ni integración. Pensamos que cualquier mujer que individualmente accede al poder masculino es un intento de éste de utilizarla haciéndonos creer que defienden nuestros intereses, cuando el poder y el control lo siguen teniendo ellos.

La lucha de la mujer debe ser autónoma de hombres y partidos políticos, ya que los hombres como opresores y por tanto con intereses antagónicos, nunca pueden asumir ni defender los intereses de las mujeres y somos nosotras las que hemos de elaborar nuestra ideología y métodos de lucha propios independientes de los hombres.

Dado que ningún partido político ni de derechas ni de izquierdas tiene en cuenta la contradicción hombre-mujer (por ejemplo los de izquierda son defensores únicamente de las clases más oprimidas entre los hombres), ni se plantean teórica ni práctica mente una lucha en contra del sistema patriarcal -del que ellos mismos son defensores y ostentadores de los privilegios que en él tienen-, nuestras alianzas con estos partidos se harían en el momento que ellos se comprometieran en una lucha antipatriarcal.

Mientras tanto las alianzas se establecen únicamente con otros grupos de mujeres de cara a campañas que estamos de acuerdo n impulsar.

Estos son los puntos ideológicos mínimos sobre los que estamos trabajando, que son absolutamente revisables y susceptibles de modificación en la medida en que nuestra práctica nos haga cambiar.

Documento nº 18: DOCUMENTO DEL COLECTIVO FEMINISTA PELVIS (MALLORCA) SOBRE SELF-HELP

«EL SELF-HELP O LAS MUJERES RECUPERAN SU CUERPO»

El self/-help es un movimiento que se inicia cuando las mujeres comienzan a tratar de autodefinirse, una vez que comprenden su opresión específica. Es entonces cuando surge la necesidad de tratar de comprender cómo somos realmente detrás de lo que nos han obligado a ser durante tantos siglos.

Una de las primeras evidencias que saltan ante este plantea miento es que la idea básica en la que se apoyan para definir nuestra inferioridad y, por lo tanto, el papel que nos toca desempeñar en la sociedad, parte de nuestra diferencia biológica con los hombres, de nuestra capacidad de reproducción. Somos capaces de reproducir la especie humana, lo que significa que tenemos que pasarnos la vida pagando el pecado original: cuidando lo reproducido y el padre de lo reproducido, desarrollando solamente ese aspecto dulce y nutritivo de la maternidad, manteniendo la célula económica en la que se basa esta sociedad para su sobrevivencia a costa de nuestro trabajo no reconocido, a cambio de la limosna mensual o semanal que nos permite comer y cubrir las necesidades o los objetos superfluos que nos venden como necesidades para que sigamos encerradas y perpetuando la ideología dominante.

Pero la servidumbre no acaba allí. También tenemos que pagar un tributo sexual, y un tributo psíquico. La casa es la cárcel más pobre o más rica del mundo, pero cárcel al fin, que nos incomunica del mundo exterior, que pasa así enfrente, al lado o por encima de nuestras posibilidades: nunca compromete nuestra vida misma. Toda creatividad nos queda vedada. Toda participación en la construcción y el destino de la cosa pública queda cerrada porque las instituciones parten de la base de que el sitio de la mujer está por encima de todo en la casa, en la familia. Y aunque haya mujeres que trabajan -cuando a los intereses del Estado le conviene-, estudian, o aparentemente se proyectan hacia el exterior, ninguna de ellas podrá dejar de ser juzgada en función de su relación específica con las tareas que se le atribuyen como propias. Será una mujer «de verdad» si cumple ante todo con el rol de ser antes que nada «madre» en el peor sentido de la palabra, limitando sus posibilidades a transmitir la ideología dominante, y será culpable si intenta cualquier trasgresión a esta regla. Esto explica porqué tantas mujeres abandonan su trabajo o su carrera una vez que se casan y tienen hijos.

De vuelta a casa, todas sufrimos la consecuencia lógica: nuestra mentalidad no sólo no avanza, sino que más bien retrocede a un estado de brutalidad que nos hace reaccionarias, sumisas y temerosas, por terror a los cambios en los que no participamos. Y si no volvemos, ocupamos los puestos peor pagados, peor tratados y menos creativos.

Así es cómo surgió el self/-help (auto-ayuda). Como necesidad de manejar los instrumentos que nos permitan controlar nuestra vida reproductiva, en definitiva, nuestro cuerpo. Y al analizar los mecanismos montados para preservar nuestra sumisión, nos toparnos con la medicina, elemento fundamental en el juego miserable de nuestra marginación.

El control de nuestro aparato reproductivo (métodos anticonceptivos, aborto) y la definición de nuestra sexualidad, tienen que estar en nuestras manos. No puede ser patrimonio ni de los intereses del Estado, que decide cuándo liberalizar o penalizar las leyes de acuerdo con las necesidades de controlar la población que tienen los que quieren mantener la hegemonía de los que lo controlan todo, ni de los intereses de la sociedad machista en general, con sus instituciones, como la medicina en este caso, que no sólo controla y determina la idea de salud y enfermedad y conserva con todas sus fuerzas el conocimiento para que dependamos de los médicos alimentando sus bolsillos y privilegios de clase, sino que a través de los tiempos han demostrado que las mujeres en su camino eran un obstáculo que salvaron arrebatándoles el ejercicio de la medicina que antiguamente practicaban ellas para solucionar sus problemas específicos, y relegándolas de todas las tareas de responsabilidad y decisión como lo hicieron con las comadronas o con las enfermeras, y llegando al punto de erigirse en expertos de nuestra sexualidad, definidores de nuestras sensaciones en la menstruación, al parto, la menopausia o la cama.

La propuesta revolucionaria del self/-help es que las mujeres tomen, como grupo, ese control. Y así se viene haciendo desde el año 1971, en que un grupo de mujeres de Los Ángeles comenzaron a enseñarse mutuamente cómo auto-examinarse, compartiendo su conocimiento e información, mientras buscaban una técnica sencilla de auto-aborto -que encontraron- puesto que el aborto aún no estaba legalizado en los Estados Unidos.

Los grupos de self/-help estudian los métodos anticonceptivos existentes e investigan otros posibles, los problemas de la menstruación o la menopausia, remedios caseros para las veginitis-hongos, tricomonas, etc., las enfermedades venéreas, y fundamentalmente las mujeres se auto-examinan con un espéculo, aprendiendo a reconocer lo que es normal o anormal en ellas antes de que la anormalidad se exteriorice, y aprenden la autopalpación de mamas como métodos para detectar un cáncer en su primerísima fase, cuando aún no es un problema grave.

A veces estos grupos acaban montando clínicas.

Las razones médicas para esta práctica tal vez no sean tan importantes como el hecho de que las mujeres, como grupo, tomen control sobre un área fundamental de sus vidas. Porque manteniéndonos ignorantes nos mantenían también separadas, serviles, seguras y dependientes. E informadas somos m fuertes para enfrentarnos a muchas más cosas.

Por eso nosotras, en nuestro Colectivo, planteamos el self-help como alternativa para las mujeres.

Esto no significa que neguemos a la medicina lo que tiene de positivo en un momento de crisis, pero sí sostenemos que teniendo la información correcta (que ellos no nos darán para no perder su control ni su poder) podemos evitar los momentos de crisis y vivir en salud, y cuando tengamos que recurrir a ellos sabremos cómo defendernos de sus prácticas y conceptos. En todo caso, se trata de aceptar sólo tecnología y rechazar ideología.

Colectivo Feminista Pelvis, Mallorca, abril 1977

Cronología

1948

María de Campo Alange publica La secreta guerra de los sexos.

1953

Se crea primero en Oviedo y después en Madrid la Asociación de Mujeres Universitarias. Posteriormente se crearon de en Barcelona (1970), Granada, Valencia, Santander, La Coruña y Valladolid (1974-75).

1960

Se constituye en Madrid el Seminario de Estudios Sociológicos sobre la Mujer, equipo de trabajo constituido por María de Campo Alange, Lilí Alvarez, Concepción Borreguero Sierra, Elena Catena de Vindel, Consuelo de la Gándara, María Jiménez de

Obispo del Valle, Mary Salas y Pura Salas.

1961

Lidia Falcón publica Los derechos civiles de la mujer.        

María de Campo Alange, La mujer como mito y como ser  humano.

1962

Los derechos laborales de la mujer, de Lidia Falcón.

1963

La mujer en España: cien años de su historia (1860-1960), de María de Campo Alange.

1963-69. - Movimiento Democrático de Mujeres en Catalunya. En 1965 se celebra la I Reunión General de Movimientos Democráticos, a la que asisten representantes de organizaciones similares del Estado, constituyéndose el Movimiento Democrático de Mujeres. En Catalunya desaparece en 1969. Se mantiene en Madrid, Galicia y Valencia principalmente.

1967-69.-Creación de la Sección de Derechos de la Mujer, dentro del Departamento de Derechos Humanos, de la Asociación de Amigos de la ONU (Barcelona).

1964

Reaparece en el exilio la publicación de Mujeres Libres.

1965

Movimiento Democrático de Mujeres de Madrid. A partir de 1975 se denominará Movimiento Democrático de Mujeres  / Movimiento de Liberación de la Mujer. Su órgano de expresión es La mujer y la lucha.

DICIEMBRE. - Número extraordinario de Cuadernos para el Diálogo, La mujer.

1966

Traducción al catalán de La mística de la feminidad, de Betty Friedan, y El segundo sexo, de Simone de Beauvoir.

ABRIL. - Mª Aurèlia Capmany publica La dona a Catalunya.

1967

El Seminario de Estudios Sociológicos sobre la Mujer de Madrid publica Habla la mujer: resultados de un sondeo en la juventud actual, trabajo dirigido por María de Campo Alange.

«Lluisa Vives» publica en Nous horitzons (revista teórica del PSUC) un artículo titulado «Per un plantejament democràtic de la lluita de les dones», en el que expone los problemas del Movimiento Democrático de Mujeres en Catalunya.

NOVIEMBRE. - Aparece el libro La mujer en España, realizado por un colectivo de mujeres feministas de Barcelona: Mireia BofilI, Mª Luisa Fabra, Anna Sallés, Elisa Vallés, Pilar Villarazo.

1968

Movimiento Democrático de Mujeres de Galicia. En 1976 publicarán su programa propio.

1968-74. - Funcionan en Barcelona y Madrid colectivos de mujeres feministas, de autoconciencia y profundización teórica en la problemática feminista; en general, tropiezan con dificultades para trascender a grupos más amplios de mujeres.

1969

SETIEMBRE. - Se celebra en Madrid el Congreso de la Federation Internationale des Femmes des Carrières Juridiques. De sus organizadoras (especialmente María Telo) surgirá la Asociación de Mujeres Juristas.

OCTUBRE. - Lidia Falcón publica Mujer y sociedad.

Movimiento Democrático de Mujeres de Valencia. En marzo de 1975 aparecerá su órgano de expresión, Avanzando.<!--pagebreak-->

1970

ABRIL. - Primera Reunión General de Mujeres Demócratas de España.

MAYO. - Trabajos duros de la mujer, de Eliseo Bayo.

De profesión mujer, de Mª Aurèlia Capmany.

1971

24-1V. - Secuestro del número extraordinario de Triunfo sobre el matrimonio. La revista es suspendida durante tres meses.

Se crea en Madrid la Asociación de Mujeres Juristas. Participará en la Comisión de Codificación para la reforma del Derecho de Familia.

El feminismo ibérico, de Mª Aurèlia Capmany y Carmen Alcalde.

1972

Hablan las women's lib, selección de textos feministas norteamericanos y epílogo de Mª José Ragué Arias.

1973

El feminisme a Catalunya, de Mª Aurèlia Capmany.

Movimiento Democrático de Mujeres de Salamanca.

1974

Cartas a una idiota española, de Lidia Falcón. Su libro aparece en las librerías cuando está detenida por estar acusada de haber participado en el atentando de la calle del Correo. En el verano de 1975 será puesta en libertad.

FINALES 1974. - Se constituye la Plataforma de Organizaciones y Grupos de Mujeres de Madrid, con un programa común para el Año Internacional de la Mujer. Participan el Seminario de Estudios Sociológicos sobre la Mujer; Asociación Española de Mujeres Universitarias; Asociaciones de Amas de Casa de Tetuán y adyacentes, y Getafe; Asociaciones de Amas de Hogar de Moratalaz-La Estrella, Ventas, Chamartín, Aluche; Asociación Castellana de Amas de Casa y Consumidoras con sus Delegaciones de Parla, Carabanchel Alto, Carabanchel Bajo, Legazpi, Usera, Leganés; Asociación de Cabezas de Familia de Alcorcón; Comisión del Año Internacional de la Mujer del Club de Amigos de la UNESCO; Asociación de Mujeres Separadas Legalmente; Movimiento Apostólico Seglar (MAS); Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC); Juventud Obrera Católica (JOC); Comisión de la Mujer del Colegio de Doctores y Licenciados.

Se crea en Madrid la Asociación Nacional de Mujeres Separa das Legalmente. Posteriormente aparecerán delegaciones en Zara goza y Almería.

FINALES 1974-75. - Se crea en Madrid la Asociación Universitaria para el Estudio de los Problemas de la Mujer (AUPEPM).

OCTUBRE. - Aparece en Barcelona un grupo denominado Mujeres Democráticas.<!--pagebreak-->

1975

ENERO. - Se constituye en Barcelona el Departamento de la Mujer de la Asociación de Amigos de las Naciones Unidas. Se inician asambleas de mujeres que darán lugar al Moviment de Dones de Barcelona.

20-II. - Inauguración Oficial del Año Internacional de la Mujer, en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid.

La Plataforma de Organizaciones de Mujeres de Madrid presenta su programa común en el Club Internacional de Prensa.

Varias Asociaciones de Vecinos, Amas de Casa y Consumidoras de Madrid realizan un boicot a los mercados, como protesta por la subida de los precios, por lo que son sancionadas con la sus pensión de tres meses.

8-III - Para conmemorar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, Mujeres Democráticas de Barcelona distribuye una octavilla en algunos barrios.

FEBRERO Y MARZO. - En Barcelona se celebran asambleas de mujeres con el fin de dar una réplica a la organización oficial del Año Internacional de la Mujer controlada por la Sección Femenina. Se elabora un documento (que será presentado a la prensa el 18 de abril) que sirve de punto de partida al Moviment de Dones de Barcelona.

ABRIL. - Betty Friedan y Esther Vilar visitan Madrid y Barcelona y centran una polémica sobre feminismo y antifeminismo en los medios de comunicación de masas.

MAYO. - Convocadas por el Departamento de la Mujer de la Asociación de Amigos de las Naciones Unidas de Barcelona, se reúnen en Barcelona representantes de Organizaciones no gubernamentales de distintos puntos del Estado español, con el fin de crear un Secretariado de Organizaciones no Gubernamentales que prepare unas Jornadas por la Liberación de la Mujer.

En agosto se celebrará una segunda reunión en Madrid y se decidirá que estas Jornadas tendrán lugar en esa capital durante el último trimestre del año.

19-VI a 2-VII. - Congreso de Organizaciones Gubernamentales de la Mujer celebrado en México bajo el patrocinio de las Naciones Unidas. Asiste como representante del Estado español la Sección Femenina.

SETIEMBRE. - Se crea en Madrid el Seminario Colectivo Feminista.

OCTUBRE. - Se celebra en Berlín el Congreso Internacional de Mujeres Demócratas, al que asisten doce mujeres de Madrid y Barcelona.

NOVIEMBRE. - Se crea en Barcelona el grupo de mujeres de ANCHE.

6, 7 y 8-XII. - I Jornadas por la Liberación de la Mujer ce lebradas en Madrid, en la ilegalidad, con asistencia de medio millar de mujeres de Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante, Valladolid, Sevilla, Málaga y Santander. Surgen tres líneas fundamentales respecto al feminismo.

DICIEMBRE. - Se constituye en Barcelona el Colectivo Feminista. Junto con el Seminario Colectivo Feminista de Madrid, se estructura la línea radical del feminismo.<!--pagebreak-->

1976

25-I. - Constitución en Madrid del Frente de Liberación de la Mujer.

FEBRERO. - Creación de la Asociación Democrática de la Mujer de Madrid.

FEBRERO. - Primera Asamblea de Mujeres de Vizcaya.

MARZO. - Creación de la Asociación Democrática de la Mujer, Mariana Pineda. Surge en Sevilla y posteriormente se amplía a toda Andalucía.

MARZO. - Empiezan a celebrarse asambleas de mujeres en Guipúzcoa de cara a prefigurar una asociación legal de mujeres, unitaria.

MARZO. - Se presentan públicamente los Movimientos Democráticos de la Mujer de Málaga, Almería, Valencia, Guadalajara...

4-8-III. - Se reúne en Bruselas el Tribunal de Crímenes contra la Mujer, al que asisten feministas de Barcelona y Madrid.

MARZO-MAYO. - Aparecen nuevos grupos de mujeres en distintos puntos del Estado español:

- Coordinadora de Asociaciones Legales de la Mujer de la Provincia de Sevilla: Amas de Casa, Amas de Hogar, Asociación Universitaria de Mujeres (AUM), Asociación de Mujeres Universitarias (todas en fase de legalización). Pretenden organizar unas Jornadas sobre la Mujer Andaluza, en Sevilla.

Coordinadora Provincial de las Asociaciones Legales de Mujeres de la Región Castellano-Leonesa: Amas de Casa de Vallado lid, Mujeres del Barrio de Santa Clara y San Pedro Apóstol, Mujeres Trabajadoras de Valladolid, AUPEPM de Valladolid, Comisión de Mujeres del Instituto Castellano-Leonés, Salas-Pombo de Salamanca, Mujeres Palentinas y Coordinadora Provincial de Asociaciones Legales de Burgos.

- Centre d'Estudis i d'Acció María Cambrils, del País Valencià.

- Secretariado de Asociaciones de la Mujer de Navarra, al que, según ellas, pertenecen «la mayoría de las asociaciones» que en aquel momento trabajaban en la problemática de la mujer.

- Asociaciones de Mujeres del País Gallego: Asociación de Amas de Hogar (Zona Centro, de Vigo); Asociación de Amas de Hogar (Las Paviesas, de Vigo); Asociaciones de Mujeres del Barrio de Bonhome-Mansilla, de Orense; Asociación de Mujeres de Barrio (Ciudad Vieja-Berbés, de Vigo); Asociación de Promoción Cultural de la Mujer (Pontevedra); Asociación de Mujeres Trabajadoras de La Coruña.

Estos grupos enviaron salutaciones a las I Jornades Catalanes de la Dona.

27-30-V. - I Jornades Catalanes de la Dona, celebradas en el Paraninfo de la Universidad de Barcelona, con asistencia de unas cinco mil personas (la mayoría mujeres): participaron grupos diversos de mujeres de distintos puntos de los Països Catalans y asistieron representantes de grupos de mujeres del resto del Estado. Las ponencias, comunicados y conclusiones de estas Jornades aparecieron en un libro en febrero de 1977.

En estas Jornades se presentaron por primera vez públicamente la Unión Popular de Mujeres (UPM, vinculada al FRAP) y Mujeres Libres (anarquistas, que se mantenían en el exilio desde la guerra).

JUNIO. - Se constituye la Asociación Galega da Muller, que se presentará a la opinión pública a finales de setiembre.

JUNIO. - Se inicia el Moviment de Dones de Banca, en Barcelona.

JULIO. - Se crea el Colectivo Feminista de Sevilla.

JULIO. - Aparece en Barcelona la revista Vindicación Feminista.

JULIO. - Coordinadora Gallega de Asociaciones Legales de la Mujer.

AGOSTO. - Se crea en Barcelona la Associació Catalana de la Dona.

AGOSTO. - Como escisión del Colectivo Feminista de Barcelona, surge en Barcelona el grupo LA MAR (Lucha Antiautoritaria de Mujeres Antipatriarcales y Revolucionarias). En enero de 1977 aparece su órgano de expresión Mujeres de LA MAR.

SETIEMBRE. - Asociación Democrática de la Mujer Aragonesa.

SETIEMBRE. - Asociación Feminista Democrática de Asturias.

SETIEMBRE. - Asociación Democrática de la Mujer del País Vasco.

SETIEMBRE. - Asamblea General del Movimiento Democrático de Mujeres - Movimiento de Liberación de la Mujer, en el que se aprueba un nuevo programa. Señalan que en ese momento el Movimiento está implantado en el País Valencià, Albacete, Málaga, Almería, Jaén, Galicia, Asturias, Salamanca, Logroño, Santander y Madrid y que está en formación en Granada, Córdoba y Badajoz.

SETIEMBRE. - II Asamblea del Movimiento Canario para la Liberación de la Mujer.

3-IX. - Presentación de la Coordinadora Provincial de Amas de Casa de Madrid, que dice reunir 17 asociaciones sin legalizar.

FINALES SETIEMBRE. - Como escisión del Seminario Colectivo Feminista de Madrid, surge el Colectivo Feminista de Madrid, homologado a los restantes Colectivos Feministas.

1, 2 y 3 OCTUBRE. - Jornadas feministas en Ibiza. Surge un grupo de mujeres.

10-X. - Se reúne en Málaga la Coordinadora Estatal de AUPEPM (a la que asisten parte de estos grupos: Málaga, Granada, Cádiz, Barcelona, Valladolid, Burgos, Salamanca, Santander, Navarra y AUM de Sevilla), que decide llevar adelante una campaña sobre los «Derechos democráticos de la mujer».

20-X. - Presentación pública de la Plataforma de Organizaciones y Grupos de Mujeres de Madrid, en la que están integra das las Asociaciones de Amas de Casa de Tetuán, Getafe, Ventas, Chamartín y Aluche; la Asociación Castellana de Amas de Casa y Consumidoras; la Asociación Española de Mujeres Universitarias; Asociación de Mujeres Separadas Legalmente; AUPEPM;

Asociación pro Derechos Humanos; Colectivo Feminista de Madrid; Comisión de la Mujer del Club de Amigos de la UNESCO de Madrid, Frente de Liberación de la Mujer; HOAC Diocesana;        Movimiento Apostólico Seglar; Movimiento Democrático de Mujeres - Movimiento de Liberación de la Mujer; Seminario Colectivo Feminista de Madrid.

29-X. - Convocado por AUPEPM y en colaboración con el Frente de Liberación de la Mujer y el Colectivo Feminista, se celebra en la Universidad de Madrid el día de la mujer universitaria.

OCTUBRE. - Mujeres de Comisiones Obreras de Barcelona inician reuniones para organizarse como asalariadas.

OCTUBRE. - Se crea la Asociación Catalana de Mujeres Divorciadas (Barcelona).

OCTUBRE. - Se constituye en Mallorca la Associació de Dones de Mallorca, que se presentará en público en diciembre.

OCTUBRE. - Coordinadora de Asociaciones Legales de la Mujer de Andalucía, en la que participan 45 asociaciones: 18 de Sevilla, 8 de Málaga, 6 de Granada, 4 de Córdoba, 4 de Cádiz, 4 de Huelva y 1 de Almería.

X-XI. - Diversas manifestaciones y actos de protesta de grupos feministas, por casos de adulterio, en Zaragoza, Barcelona, Madrid y Valencia.

NOVIEMBRE. - Asociación Democrática de la Mujer de Castilla y León, con delegaciones en Burgos, Valladolid, Palencia, Salamanca, León, Soria y Segovia. La sede central se encuentra en Burgos.

NOVIEMBRE. - Aparece públicamente una hoja explicando la nueva etapa de Mujeres Libres. Se dice que «este movimiento existe en Madrid, Valencia, Andalucía y otras regiones de la Península, estructurándose poco a poco en Federaciones de Agrupaciones locales hasta lograr una coordinación total a nivel nacional».

4-XII - En el Palau Blau Grana 2 de Barcelona, la Associació Catalana de la Dona celebra un «Miting feminista en defensa de los derechos de la mujer, por la libertad y la igualdad».

11 y 12-XII. - Cumbre de Colectivos Feministas del Estado español. Participan los Colectivos constituidos de Asturias, Barcelona, Castelló, Madrid y Sevilla y representantes de los Colectivos en formación de Huelva, Ibiza, León, Valencia y Zaragoza.

13-16-XII - Se celebra en Madrid un Congreso Internacional de Mujeres Juristas bajo el patrocinio de la Asociación Española de Mujeres Juristas.

21 -XII. - Convocada por la Coordinadora Feminista de Barcelona, manifestación ante la prisión de mujeres de Trinitat Vella, reclamando la «Amnistía para la mujer».

DICIEMBRE. - Surge el Grupo Independiente Feminista de Córdoba.

DICIEMBRE. - Se constituye la Coordinadora de Grups de Dones del País Valencià, que reúne 69 grupos.

DICIEMBRE. - Encierro de un grupo de mujeres en una Iglesia de Sevilla, convocado por la Asociación Democrática de la Mujer Mariana Pineda para apoyar su petición de «legalización de los anticonceptivos y su incursión en la Seguridad Social».

DICIEMBRE. - Aparece en Barcelona la revista feminista Opción. <!--pagebreak-->

1977

15-1. - Se constituye el Movimiento Democrático de Mujeres de Ciudad Real.

18-1. - Convocada por la Asociación para la Liberación de la Mujer y el Grupo Feminista Autónomo de Guipúzcoa, y la Asociación Democrática de la Mujer de Euzkadi, se realiza una concentración ante la Iglesia de los Jesuitas de San Sebastián para asistir al entierro de una joven muerta por aborto en la Residencia de la Seguridad Social. Al no celebrarse el acto, unas setecientas personas se manifestaron durante una hora por el centro de la ciudad con pancartas sobre la legalización de anticonceptivos y aborto y su incursión en la Seguridad Social.

23-1. - Constitución de la Federación de Asociaciones Feministas del Estado español, formada por las Asociaciones Democráticas de la Mujer de Madrid, Euzkadi, Andalucía, Castilla y León, Santander, Associació Catalana de la Dona, Associació de Dones de Mallorca y Organización Democrática de la Mujer de Canarias. Pocos días después presentan en Barcelona su programa común. La decisión de formar esta Federación provoca crisis en algunas

Asociaciones: dimisión de 12 mujeres miembros de la Comisión Permanente y de la Comisión Gestora de la Associació Catalana de la Dona; documento a la opinión pública de 260 socias de la Asociación Democrática de la Mujer, que se escindirán constituyendo la Unión para la Liberación de la Mujer.

30-1. - I Asamblea General de la Coordinadora Feminista de Barcelona, en la que participan las Vocalías de Mujeres, de las Asociaciones de Vecinos de Horta, Gracia, Sants, Casc Antic, Clot Camp de l'Arpa, Sagrada Familia, Sant Gervasi, Les Corts, Esquerra de l'Eixample, Verdum, Collblanch-Torrasa, Can Serra, La Florida, Centre Cultural Rumbo, Bellvitge, Districte V, Pubilla Casas, Sant Adrià, Sant Andreu, Sant Martí de Provençals, Turó de la Peira-Villapiscina-Ramón Albó, Carmelo, Barri Gótic, Montbau, Nou Barris, Poble Sec, Sagrera, Sarria, Valle Hebrón, Besós, Sudoest del Besós, Guinardó, Bon Pastor, La Mina, Maresme, La Paz; Colectivo Feminista de Barcelona, LA MAR, Associació de Dones Divorciades, ANCHE, Grup de Planning Familiar, Moviment de Dones de Banca, Dones de Comissions Obreres, Colectivo Self-Help, Dones d'ICESB, Mujeres Libres, UPM, Grups de Dones d'Universitat, Departament de la Dona de la Associació d'Amics de la ONU.

ENERO - Aparece el Movimiento de Liberación de la Mujer de Valladolid. Su órgano de expresión es Pata Quebrada.

10-II. - En el Aula Magna de la Universidad de Barcelona se presenta el libro que recopila el material de las Jornades Catalanes de la Dona.

12 y 13-II. - Se celebran en Madrid las I Jornadas de la Mujer Trabajadora de Madrid, patrocinadas por el Movimiento Democrático de Mujeres.

FEBRERO. - Aparece en Madrid la Organización de Mujeres Independientes, cuya fundadora es Carmen Llorca, ex presidenta del Ateneo de Madrid y Delegada de Cultura del Ministerio de Información y Turismo. Dice contar con más de dos mil asociadas.

5 y 6-III. - Las Asociaciones de Amas de Casa de Madrid celebran unas Jornadas del Ama de Casa.

8-II. - Se celebra en los diversos puntos del Estado español el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, con actos diversos (asambleas, mítines, manifestaciones). Es la primera vez, desde la guerra, que este día se celebra como «día de lucha feminista» a nivel de todo el Estado.

14-111. - Se presenta en Madrid la Unión para la Liberación de la Mujer, como escisión de la Asociación Democrática de la Mujer de Madrid. Dice agrupar trescientas mujeres.

MARZO. - Disolución del Grup de Dones de ANCHE, de Barcelona.

10-1V. - Las Jóvenes Nacional Revolucionarias, vinculadas a CEDADE, celebran en Barcelona su 1 Congreso, «Por la feminidad contra el feminismo».

15-1V. - El Colectivo Feminista de Barcelona, según nota hecha pública en la prensa, decide expulsar a tres de sus miembros (Lidia Falcón, Regina Bayo y Anna Estany) acusándoles de «vulnerar uno de los principios fundamentales de los Colectivos: estructuración no jerárquica». Los Colectivos Feministas de Asturias, Castellón, Madrid y Valencia, en una sesión plenaria celebrada los días 23 y 24 de abril, apoyan la decisión de Barcelona. Las expulsadas, junto con otros miembros, deciden constituirse en Organización Feminista Revolucionaria para la formación del Partido Feminista, y alegan que la escisión es consecuencia de que los Colectivos no son coherentes con ia línea político adoptada ante las elecciones a celebrar en junio.

Índice de organizaciones citadas

 

Asamblea Democrática de Mujeres de Sant Medir (Barcelona)

Asamblea de Mujeres de Guipúzcoa (en proceso de legalización como Asociación para la Liberación de La Mujer de Guipúzcoa)

Asamblea de Mujeres de Vizcaya (Bizikaiko Emakumeen Bilizarra): Documento n.° 13

Agrupación de Madres Solteras (Barcelona)

Asociación de Amas de Casa Castellanas y Consumidoras (Madrid)

Asociación de Amas de Casa de Valladolid

Asociaciones Democráticas de la Mujer (ADM)

Asociación Democrática de la Mujer Aragonesa

Asociación Democrática de la Mujer de Castilla y León

Asociación Democrática de la Mujer de Euzkadi

Asociación Democrática de la Mujer de Madrid

Asociación Democrática de la Mujer l Pineda (primero de Sevilla, después de Andalucía)

Asociación Democrática de la Mujer del País Valencià

Asociación de Empleadas de Hogar (Barcelona)

Asociación Española de Mujeres Juristas

Asociación Española de Mujeres Separadas Legalmente

Asociación Española de Mujeres Universitarias (Madrid)

Asociación E. de Mujeres Universitaria a (Barcelona)

Asociación E. de Mujeres Universitaria5 (Granada)

Asociación E. de Mujeres Universitarias (Sevilla)

Asociación E. de Mujeres Universitaria (Valencia)

Asociación Feminista Democrática de Asturias

Asociación Galega da Muller: Documento n.° 12

Asociación para la Liberación de la Mujer Abulense (ALMA)

Asociación de Mujeres Canarias

Asociación de Mujeres Divorciadas de Catalunya

Asociación Segoviana para la Emancipación de la Mujer (ASEM)

Asociación Universitaria para el Estudio de los Problemas de la Mujer (AUPEPM)

Asociación Universitaria de Mujeres (AUM) (Sevilla)

Associació Catalana de la Dona: Documento n.° 5

Associació de Dones de Mallorca

Bloc Feminista de Tarragona

Centre d'Estudis i d'Acció Maria Cambrils (Valencia)

Colectivos Feministas de Madrid y Barcelona (finales de los sesenta, principios de los setenta)

Colectivos Feministas Homologados del Estado español: Documento n.° 15

Colectivo Feminista de Barcelona

Colectivo Feminista de Castellón

Colectivo Feminista de Madrid

Colectivo Feminista de Oviedo

Colectivo Feminista Pelvis (Mallorca):  Documento u.° 18

Colectivo Feminista de Sevilla

Colectivo Feminista de Valencia

Colectivos self-help

Comisión para la Cuestión Femenina, del Ateneo Mercantil de Valencia

Coordinadora de Asociaciones de Amas de Casa de Barcelona

Coordinadora Feminista de Barcelona

Coordinadora Galega de Asociaciones Legais da Muller

Goordinadora de Grups de Dones de Tarragona

Coordinadora de Organizaciones de Mujeres del País Valencià

Cotorras Alegres, Las

Departamento de la Mujer de la Asociación de Amigos de la ONU (Barcelona)

Federación de Asociaciones Feministas del Estado español: Documento n.° 6

Frente de Liberación de la Mujer (Madrid): Documento N° 11

Grup de Dones d'ANCHE (Barcelona): Documento n.° 14

Grup de Dones d'Eivissa

Grupo Feminista Autónomo de Guipúzcoa

Grupo Feminista Independiente de Zaragoza

Grupo Independiente Feminista de Córdoba

Grupo de Mujeres de la Asociación de Amigos de la UNESCO (Alicante)

Grupo de Mujeres de la Universidad de La Laguna

Grupo de Planning Familiar (Barcelona)

Grupos de Mujeres de las Asociaciones de Vecinos de Valencia

Grups de Dones d'Universitat de Barcelona

Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC)

Juventud Obrera Católica (JOC)

LA MAR: Documento n.° 17

Moviment de Dones de Banca (Barcelona)

Moviment de Dones de Barcelona: Documento Nº 8

Moviment Feminista Universitari del País Valencià

Movimiento Democrático de Mujeres (MDM), actualmente Movimiento Democrático de Mujeres - Movimiento de Liberación de la Mujer (MDM - MLM) Documentos n.° 1 y 2

Movimiento de Liberación de la Mujer (MLM), de Valladolid

Movimiento Universitario para la Liberación de la Mujer (MULM), de Valladolid

Mujeres de Comisiones Obreras (Barcelona)

Mujeres Democráticas (Barcelona): Documentos n.° 3 y 4

Mujeres Libres

Organización Democrática de Mujeres Canarias

Organización Feminista Revolucionaria, para la constitución del Partido Feminista:  

Organización de Mujeres Independientes

Plataforma de Organizaciones de Mujeres de Madrid:  Documento N° 7

Sección de Derechos de la Mujer, del Departamento de Derechos Humanos de la Asociación de Amigos de la ONU (Barcelona)

Secretariado de Asociaciones Legales de la Mujer de Navarra

Secretariado de Organizaciones no Gubernamentales, para la Organización de las Jornades Catalanes de la Dona

Seminario Colectivo Feminista de Barcelona

Seminario Colectivo Feminista de Madrid: Documento N° 16

Seminario de Estudios Sociológicos sobre la Mujer (Madrid)

Unión para la Liberación de la Mujer (ULM)

Unión Popular de Mujeres (UPM)

Unión Mundial de Organizaciones Católicas Femeninas (UMOCF): Documento Nº 10

Vocalías de Mujeres de las Asociaciones de Vecinos de Barcelona

Vocalías de Mujeres de las Asociaciones de Vecinos de Madrid  


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